El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria constituido por el PSOE, Las Palmas Puede y Nueva Canarias arriban al poder enarbolando la bandera de una política participativa, siempre prometida por la burguesía, pero nunca antes materializada. Con esta finalidad se reactivan los Consejos de Participación Ciudadana, teniendo como protagonistas a concejales, técnicos de participación, así como vecinos y vecinas de los diferentes distritos de la capital.

La promesa giraba en torno a la puesta en marcha de una serie de presupuestos participativos, destinados a los numerosos problemas y serias carencias de los barrios de la capital, transmitidos de primera mano por su propio movimiento vecinal en cada uno de los encuentros llevados a cabo.

Hasta ahora todo parece perfecto, pero, una vez más, el comienzo del año trae consigo lo que se preveía… El incumplimiento en materia de participación ciudadana con unos presupuestos aprobados sin que exista ni una sola partida económica destinada a ninguna de las aportaciones vecinales. Llegados a este punto nos queda una duda, ¿dónde van a ir a parar gran parte de estos presupuestos?

Desde hace un tiempo, comienza a sonar en las conversaciones vecinales el concepto de Metroguagua, un proyecto de transporte masivo que pretende mejorar la calidad del transporte público de la capital. Un sistema que no destaca por su velocidad y que aspira a dar cobertura de servicios a la zona baja de la ciudad, ruta que ya es cubierta por más de cinco líneas en este momento.

A este respecto, resulta fácil deducir que estamos ante uno de los mejores ejemplos de proyectos impuestos al pueblo. Un invento creado con la finalidad de endeudarnos, algo que no va a mejorar las opciones de desplazamiento de ninguno de los barrios periféricos de la capital, que son los verdaderos barrios-gueto donde existen graves problemas económicos y donde la gente que necesita salir de ellos tiene que hacerlo a pie, ante la imposibilidad de afrontar su elevado precio.

En definitiva, la Metroguagua constituye un proyecto destinado, casi en exclusiva, para el uso y disfrute de las zonas aburguesadas de la capital. En cambio, su enorme deuda económica constituye una obligación que deberá ser asumida por todos y todas.

Otro de los vergonzosos proyectos del tripartito es la construcción del acuario Poema del Mar de casi diez mil metros cuadrados, perteneciente al grupo empresarial Loro Parque. Inicialmente, este proyecto carecía de licencia para la ejecución de las obras pero, en muy corto espacio de tiempo y de forma acelerada, la construcción del acuario, que supera los 25 millones de euros, se convierte en una realidad. Todo ello, como no, bajo un sin fin de promesas al pueblo relacionadas con la necesidad de un impulso turístico para la capital, así como con los numerosos puestos de trabajo que, supuestamente, generará dicho proyecto.

Una vez inaugurado el mamotreto, surge una nueva e imperiosa necesidad, a la par que grotesca… Para mejorar el acceso al lugar y para que exista una conexión directa al mismo desde la playa de Las Canteras, se debe construir una pasarela peatonal cuyo presupuesto es de algo más de 1,3 millones de euros.

Este gobierno tripartido se hacen llamar el gobierno de la participación y de las personas pero, una vez más, la realidad los retrata. La característica principal de este gobierno con los movimientos sociales y vecinales es el ninguneo y los consejos de Participación Ciudadana no son más que una nueva forma de engaño al pueblo canario.

Omayra Melián