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Editorial Febrero 2016

 

Los pasados días 16 y 17 de enero el Comité Central, en su XXI Pleno, aprobó la convocatoria del X Congreso del Partido, a celebrar los días 11 y 12 de junio del presente año.

El Comité Central aprobó, también, las tres Tesis y la propuesta de Reforma de Estatutos, así como la Carta de Normas del X Congreso.

El lema con el que se convoca el X Congreso es: Fortalecer el Partido, organizar la revolución.

El desarrollo de la lucha de clases en España -y también el desarrollo de la lucha de clases a nivel mundial-, plantean retos de dimensiones gigantescas a nuestra organización, en su condición de vanguardia de la clase obrera, y por su firme voluntad de convertirse en la organización determinante del proceso revolucionario en nuestro país.

El PCPE nació en 1984 con ese fin, y ante momentos de tan alta responsabilidad histórica responderemos con contundencia a las exigencias concretas de la lucha de clases.

Somos un Partido marxista-leninista, tenemos una teoría firme y unos principios que nos dotan de una alta independencia con respecto a la ideología dominante actual, y nuestra práctica ratifica un claro compromiso con las luchas de la clase obrera española. Ese es el soporte sobre el que se sustenta nuestra gran potencialidad como organización revolucionaria.

La destrucción del capitalismo, de sus bases materiales (la propiedad privada de los medios de producción) y de su superestructura (el estado burgués), es nuestra tarea histórica. Con el logro de ese objetivo se abrirá para la clase obrera, y para toda la sociedad, una nueva etapa de justicia social y de desarrollos desconocidos hasta el presente. Habrá terminado la era de la barbarie, entraremos en la edad de la civilización.

En el proceso de construcción del PCPE, como la herramienta necesaria para la emancipación de la clase obrera, hemos enfrentado diversas fases, cada una de ellas con sus propias características y con sus propias prioridades. En el inicial proceso de unidad de 1984 todas las energías se centraron en hacer viable la fusión de los distintos grupos que impulsamos el proceso, y buscar los puntos de encuentro que haciendo posible la unidad no supusieran renuncia a los principios que eran una prioridad recuperar.

En los Congresos posteriores el PCPE se fue enfrentando a distintas condiciones que determinaban su desarrollo en cada momento, tanto al proceso contrarrevolucionario en la URSS, como a problemas internos propios, o al necesario avance de nuevas elaboraciones políticas e ideológicas para ir aproximando nuestro proyecto de una manera cada vez más científica a nuestros objetivos estratégicos.

En todas esas ocasiones el Partido demostró una enorme fortaleza de su base militante. Los momentos más difíciles y complejos fueron siempre resueltos en un sentido de avance y de mejora de la herramienta partidaria, con el debate y la aportación colectiva, con la reflexión teórica y con la práctica de la lucha masas. Siempre, en todas las ocasiones, el PCPE avanzó; pero también es cierto que una saludable actitud de insatisfacción con lo logrado ha actuado de acicate para emplazarnos a objetivos siempre más ambiciosos.

En este X Congreso el Comité Central plantea como objetivo central el reforzamiento de la herramienta del Partido.

La clase obrera necesita un Partido más fuerte, un Partido más capaz en su intervención de masas y en el liderazgo de sus luchas. El PCPE se ha de convertir en un Partido con una concepción más profesional de su actividad militante, que abandone en el más breve plazo los métodos artesanales, en el sentido de Lenin. Ese avance del Partido es determinante para abrir el camino de la revolución que queremos organizar.

El enemigo de clase nos pondrá todas las dificultades a su alcance para evitar que alcancemos esos objetivos. Por ello el Partido tiene que aprender a luchar en todas las condiciones, las actuales, y las previsibles en función de las tendencias que determinan las formas que irá tomando la dictadura del capital en el próximo futuro. Hoy el capitalismo nos pone dificultades especialmente en el campo de la lucha ideológica, porque todavía se mueve con ventaja en ese terreno, pero en otras condiciones distintas su actuación tendrá expresiones más violentas, hasta el recurso a la guerra como continuación de la política por otros medios.

El lema de convocatoria del X Congreso condensa estos objetivos principales: Fortalecer el Partido, organizar la revolución.

Se abre un intenso período de debate durante los próximos meses, un debate que se debe realizar en las mejores condiciones para recoger las aportaciones de toda la militancia del Partido, donde las reflexiones teóricas y las experiencias prácticas más diversas puedan nutrir la formulación final de las Tesis que apruebe el Congreso. También es necesario que el debate sobre los documentos del Congreso llegue más allá de nuestras filas, a los centros de trabajo principales, también a las organizaciones obreras y populares. Esas son condiciones imprescindibles para que el resultado del Congreso sea producto de una construcción colectiva del proyecto, que éste sea sentido como propio por todas las organizaciones del Partido y, así, se convierta en un elemento de fortaleza ante las duras condiciones de la lucha a las que nos tendremos que enfrentar.

La actual formación capitalista-imperialista solo podrá ser derrotada por un Partido firmemente construido sobre los principios de Marx, Engels y Lenin, un Partido Comunista fuertemente leninista en lo organizativo, cuya base militante asuma su compromiso diario sustentado en unos valores superiores que sean la antesala del hombre nuevo (mujer nueva), que tendrá su máxima expresión en la sociedad socialista y comunista que queremos construir.

En esta tarea el PCPE tiene que jugar un papel dinamizador en el grupo de cabeza del movimiento comunista internacional, compartiendo con los Partidos Comunistas más avanzados todas las iniciativas y todas las acciones que sirvan para ejercer una efectiva dirección política de la clase obrera internacional en la lucha revolucionaria. Ese trabajo, en el que ya llevamos años de compromiso práctico, tendrá que ser intensificado en los próximos años.

El desarrollo de la crisis del capitalismo español, que se encadena a la misma crisis del capitalismo internacional, nos exige una sabia combinación de táctica y estrategia, que nos permita avanzar posiciones en la lucha ideológica frente a la burguesía, y conseguir que las ideas revolucionarias penetren en sectores más amplios de la clase obrera. Y eso se consigue dando una fuerte pelea contra las posiciones del oportunismo y de la nueva socialdemocracia que alimenta el mismo sistema, pero también lanzando una fuerte ofensiva a las más amplias masas obreras y populares de nuestras ideas y de nuestras propuestas, de nuestro internacionalismo, de nuestra lucha por la paz, de nuestro compromiso con la emancipación de las mujeres, de nuestro compromiso con el futuro de la humanidad y del mismo planeta.

Siempre a la ofensiva, y siempre a las masas.

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