Cuando hablamos de desindustrialización en España nos vienen a la memoria las imágenes de graves conflictos obreros en los altos hornos, los trabajadores del naval luchando por sus puestos de trabajo, barricadas en astilleros… La desindustrialización en la década de los 80 supuso la destrucción de buena parte del tejido productivo del país y por tanto, de cientos de miles de puestos de trabajo con las consiguientes consecuencias para la clase obrera.

 

La desindustrialización es algo que conocemos de cerca en Coslada, San Fernando de Henares y en el resto de la comarca. Empresas como SKF que daban trabajo a cientos de familias han desaparecido y otras que aún se mantienen como IVECO o ROCA lo hacen tras varios EREs, ERTEs y recortes salariales sobre la plantilla, motivados por las sucesivas reformas laborales que han conseguido abaratar la mano de obra y aumentar la explotación sobre la clase obrera.
La desindustrialización no terminó en los años 80, sino que continúa a día de hoy y siempre motivada por los planes económicos marcados desde Bruselas, desde la Unión Europea. Se estima que en el periodo de 2007 a 2010, es decir al comienzo de la crisis capitalista que vivimos actualmente, la producción industrial cayó un 32% en España.

¿Cómo ha afectado esto a nuestras vidas? Hemos pasado de empleos más o menos estables, con unos salarios más o menos dignos que podían garantizar un mínimo de estabilidad, a puestos de trabajo temporales en condiciones muy precarias, con jornadas extenuantes y con salarios de miseria que apenas pasan de los 5€/h. Pero hay que recordar que aquellas condiciones de trabajo no nos fueron regaladas, se conquistaron a lo largo de duros años de lucha obrera y sindical, con decenas de huelgas, movilizaciones y siempre sufriendo la represión por parte de la patronal y sus gobiernos cómplices.

Por todo esto, el Partido Comunista (PCPE) y la Juventud Comunista (CJC) consideran la necesidad de reindustrializar el Corredor del Henares como una prioridad para la clase obrera. La situación de emergencia social que vivimos en nuestros barrios y pueblos tiene su origen en la fuerte tasa de paro y en los empleos altamente precarizados, concentrados en el sector de la logística, que se han localizado en los polígonos industriales de toda la comarca. No existe futuro para la juventud ni para los trabajadores sin una industria que garantice empleos estables y unos salarios dignos, y esto solo es posible fuera del marco económico del €uro y la Unión Europea.

Distintos ejemplos de luchas obreras nos han demostrado que estos objetivos solo son posibles a través de la organización de todo el pueblo trabajador. Solo luchando llegaremos a conquistar unos puestos de trabajo dignos que nos aseguren un futuro y allanen el camino hacia el poder obrero y popular, con los medios de producción en las manos de la clase obrera.

Sin industria y empleo no hay futuro para el pueblo trabajador.

¡Por la reindustrialización del Corredor del Henares!

No a los monopolios, no a la UE.

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