Siempre que surge el debate sobre la brecha salarial, aparecen comentarios en el sentido de que ésta realmente no existe ya que la legislación asegura igual salario para trabajo de igual valor independientemente del sexo de quien lo realiza.

Sin embargo, los datos oficiales parecen demostrar lo contrario, ya que la retribución media anual de las mujeres es inferior a la de los hombres en todos los sectores de actividad y en todas las franjas de edad. Por poner un ejemplo: Los datos del INE nos dicen que en el año 2013 las mujeres tuvieron una ganancia media anual de 19.514,58 Euros frente a los 25.675,17 Euros de los hombres.

 

¿Cuáles son, por tanto, las causas de que exista dicha diferencia?

Una vez analizada la situación podemos concluir que una de las causas es la existencia en los convenios colectivos de diferentes categorías profesionales, a cada una de las cuáles se les asignan tareas y salarios diferentes y, normalmente, las de menor retribución se encuentran feminizadas. Por supuesto, “nada impide” que las mujeres trabajen encuadradas en las otras categorías, sin embargo la realidad es que la mayoría están en las escalas inferiores.

Una vez revisadas estas categorías se puede ver que realmente no existe diferencia objetiva entre el valor de los trabajos realizados por unos y otras, sin embargo se suele atribuir menor valor a las tareas realizadas por las mujeres sobre todo cuando son similares a las que se supone son sus tareas “naturales” dentro del hogar.

¿Será debido a que la mayoría de los convenios se negocian entre hombres debido a la escasez de representantes sindicales femeninas?

Otra de las causas de la diferencia anual entre salarios se encuentra en los tipos de contratos que tienen unos y otras, ya que frente a los casi 763.000 hombres que en el tercer trimestre de 2015 contaban con un contrato a jornada parcial, nos encontramos que las mujeres superan los 2.073.000, como puede verse más del doble.

Nada que objetar si son ellas las que eligen que su contrato sea de ese tipo pero, siguiendo con las estadísticas oficiales que proporciona el INE, el motivo por el que no tienen trabajo a tiempo completo es: “No haber podido encontrar trabajo de jornada completa”; éste es también el motivo en el que más hombres se encuadran sin embargo vuelve a observarse una significativa diferencia ya que los hombres son aproximadamente 538.000 frente a las más de 1.178.000 mujeres, nuevamente más del doble.

¿Se deberá en este caso a la creencia, aún vigente, de que es el hombre el que “debe” mantener a la familia, de ahí la necesidad de un contrato a tiempo completo, y la mujer “debe” cuidar de la familia y por eso su trabajo es “anecdótico” o sea de tiempo parcial?

Para concluir me gustaría indicar que las leyes pueden estar muy bonitas sobre el papel, pero la realidad es muy distinta y mientras las mujeres no nos unamos y luchemos por nuestros derechos como trabajadoras desde el ámbito sindical y político, no podremos conseguir que se valore igual nuestro trabajo y que se nos ofrezcan las mismas oportunidades, por lo que se seguirán perpetuando las desigualdades y la creencia errónea de que el salario de la mujer es un suplemento del de su pareja llegándose, en los casos extremos de machismo, a decir que es para caprichos personales.

En el mes de marzo tenemos una fecha significativa, el día 8, “El día internacional de la mujer trabajadora”, hagamos que sea realmente una jornada reivindicativa y de lucha y no una fiesta más en el calendario.

Ilu Ordoñez

uyl_logo40a.png