En el Pleno del Comité Central, realizado durante el pasado mes de enero, se valoró como necesaria y muy importante la realización, durante los dos siguientes meses, de Plenarios territoriales del Partido y la Juventud, en los que miembros de la actual Dirección del Partido presentaran a la militancia los objetivos fundamentales de la propuesta política que recogen las Tesis y la modificación de Estatutos que debatiremos los días 10,11 y 12 de junio en nuestro X Congreso.

 

Al residir en las Células la totalidad de la soberanía del debate precongresual y, consecuentemente, ser multitud las sesiones de trabajo que se darán sobre estos documentos de debate que presenta el Comité Central saliente, se tomó en cuenta la necesidad de, para ayudar a situarnos ante los verdaderos retos que necesita abordar el PCPE en su X Congreso, trasladar directa y verbalmente a la militancia los ejes de debate y análisis prioritarios a criterio de la dirección saliente.

A la hora de escribir estas líneas, a mediados del mes de marzo, ya se han realizado la mayoría de Plenos y están fechados los que aún quedan por realizar. Un esfuerzo de organización importante que se ha resuelto satisfactoriamente, logrando hacer realidad el objetivo propuesto y en el que, en estas pocas semanas en las que se ha desarrollado el trabajo, han participado miembros del CE, del CC y, sobre todo, cientos de militantes que, con su participación, han sido quienes han convertido en algo real el propósito político acordado durante el mes de enero en el CC.

Un denominador común.

La sintonía e interés de la militancia por profundizar en los debates relativos a la construcción del Partido; el estilo de militancia y militante que necesita el PCPE para enfrentar con éxito los propósitos revolucionarios de nuestras Tesis; la construcción de la nueva cultura revolucionaria que encarna el PCPE (frente a los prejuicios y paradigmas que, en lo interno y en lo externo, han lastrado al comunismo español en estas últimas décadas, por culpa de la nefasta influencia del eurocomunismo); y la necesidad de desarrollar nuestro trabajo e influencia entre las masas, como medio imprescindible para hacer avanzar nuestra ligazón con éstas, ganando entre ellas prestigio y capacidad de dirección y liderazgo.

Son estos debates los que nos ocupan y preocupan en nuestro quehacer diario, y van más allá de debates interiorizados (propios de nuestras filias y fobias), los únicos que tienen la capacidad de situarnos, con el pulso político necesario, para estar a la altura de las circunstancias que nos impone un agudizado desarrollo de la lucha de clases a todos los niveles. Del debate de los plenarios queda patente que son esos los retos y debates que habremos de enfrentar para hacer, de la realización de nuestro X Congreso, un hecho trascendente para el desarrollo de la lucha de clases en nuestro país. Un Congreso que, trascendiendo los límites del debate militante, tiene que ser capaz de convertirse en un elemento de debate e interés para los miles de compañeros y compañeras que, movilizados sectorial o puntualmente por los más diversos motivos, tienen la necesidad de ver reflejadas sus inquietudes, necesidades y preocupaciones en los debates y acuerdos políticos que adoptemos los y las comunistas en nuestro Congreso.

Un Congreso capaz de tomar el pulso de la sociedad porque es capaz de ofrecer un análisis de la realidad situado al margen de los mezquinos y cretinos abordajes que, de esta, hacen las fuerzas del sistema. Análisis que, mirando a lo general, pero con la capacidad de situarse en lo concreto, renuncia a levantar acta de lo que nos deparará el capitalismo en los próximos años; y ofrece un marco de lucha cierto al conjunto de la clase trabajadora y de los sectores populares de los pueblos y naciones que, en la actualidad, conforman España, para (unidos en un nuevo paradigma nacional basado en el derecho a la autodeterminación), llevar a la clase obrera al poder y, con ello, hacer realidad la sociedad socialista que pueda desterrar, definitivamente de nuestras vidas, la explotación y toda expresión de opresión y violencia entre los seres humanos.

Julio Díaz

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