¿En qué consiste el sector del Contact Center?

El Sector de Contact Center ha sido utilizado por las grandes empresas multinacionales para subcontratar a trabajadoras y trabajadores que ofrezcan los mismos servicios en condiciones mucho más precarias y salarios mucho más bajos. Hablamos de, empresas de telecomunicaciones, entidades bancarias, aseguradoras o energéticas que ceden sus servicios de Atención al Cliente o sus operaciones aplicables telemáticamente (transferencias, compras, asesoramiento, operaciones bursátiles…) a empresas “especializadas” muy competitivas entre ellas. Con el inicio de la crisis capitalista y la reforma laboral empeoraron aún más a las teleoperadoras/es: el abaratamiento del despido y las facilidades para hacer horas extra y horas complementarias, supuso a destrucción de decenas de miles de empleos fijos, de muchos años a jornada completa, para contratar a personas eventuales, de 20, 25 o 30 horas con salarios aún más ridículos y miserables. En 2014 caducó en V Convenio del sector y comenzaron las negociaciones que daba una oportunidad de dignificar la vida de las personas del Contact Center.

¿Cómo han evolucionado las movilizaciones en defensa de un convenio digno?

El día 6 de mayo de 2016 comenzaron las primeras movilizaciones por la defensa de un convenio digno, tras un año los sindicatos mayoritarios en la mesa de negociación CCOO y UGT nunca tuvieron mucha prisa en comenzar las movilizaciones que activara y vincularan a la gente con la lucha y la necesidad de exigir un nuevo y mejorado convenio, fue CGT quien convocó los primeros paros cuyo éxito asombró a todas las partes y provocó que tras el verano, todos los sindicatos comenzaran a convocar movilizaciones y huelgas con un éxito y una contundencia inédita en el sector.

Durante los siguiente meses, estas luchas se incrementaban con más y más fuerza, haciendo un daño importante a empresas que no podían dar servicios con las pérdidas económicas que esto suponía, la patronal estaba “contra las cuerdas” pero de repente en el mes de noviembre algo cambió; los sindicatos CCOO y UGT decidieron frenar en seco las movilizaciones sin que estuviera justificado por alguna cesión por parte de la patronal.

Finalmente el 30 de abril, CCOO y UGT firmaron un preacuerdo que perpetuará la miseria de este sector hasta el 2019.

¿En qué perjudica el preacuerdo al que ha llegado la patronal, CCOO y UGT?

El principal perjuicio por la firma de este preacuerdo es que condena durante al menos tres años más a la miseria contra la que llevamos más de un año luchando.

El preacuerdo propone perdidas salariales que se suman a las que ya se firmaron en el anterior convenio; El preacuerdo asume un 0% de subida salarial para los años 2015 y 2016 un 1,6 % de subida salarial en un 2017 donde el IPC va yo por el 2,7% y otras raquíticas subidas inferiores al nivel de vida suponiendo esto no salir de los salarios miserables que se cobran en la actualidad. El preacuerdo también se jacta de un compromiso de llegar a un 50% de plantilla con contrato indefinido, porcentaje ampliamente superado por la mayoría de las empresas del sector debido al abaratamiento del despido y los beneficios fiscales. También propone nuevas bandas horarias que obligarán a tener que estar en el centro de trabajo prácticamente todo el día De 09:00 a 18:00 o de 12:00 a 21:00) y mantiene los artículos 17 y 18 que suponen más facilidades para el despido colectivo y evitan la subrogación, estando incluso por debajo de la Reforma laboral y el ET.

Y ahora, ¿qué se puede hacer?

No todo ha supuesto una pérdida en esta lucha, el nivel de combatividad y de conciencia entre las trabajadoras y trabajadores del sector ha sido increíblemente exponencial: el hecho de que por primera vez todos los sindicatos se unieran en parones y huelgas, el gran trabajo de algunos sindicatos de informar e implicarse intensamente en esta causa, el apoyo de multitud de colectivos sociales como el apoyo recibido desde el PCPE y los CJC acudiendo a diferentes centros de trabajo y a muchas de las movilizaciones, la repercusión inaudita en los medios de comunicación y el haberse asumido e identificado a este sector por su precariedad y explotación laboral, ha provocado unas movilizaciones nunca vistas desde hace más de una década, las trabajadoras y trabajadores han tomado conciencia de la gravedad de nuestro sector, se han movilizado, organizado e intensificado sus actuaciones en las diferentes acciones de protesta incluso cuando CGT tuvo que convocar huelgas en solitario, la respuesta de las trabajadoras y trabajadores fue muy superior de lo que cabría esperar en un sector donde un día de huelga puede suponerte no solo la pérdida salarial del día en sí, sino la pérdida de incentivos de todo el mes.

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