Para entender cómo se han desarrollado los hechos el pasado día 1 de octubre, en la jornada del Referéndum convocado por la Generalitat, es necesario hacer una mirada al proceso de estos últimos años, pero también a toda la historia de las luchas obreras y populares en Catalunya.

La capacidad organizativa y la resistencia de las masas organizadas frente a la violencia del Estado es expresión de una construcción social, que se sustancia en lo que llamamos pueblo de Catalunya.

Las informaciones que fueron trasladándose en estos años frente a la cerrazón absoluta del gobierno del Estado ante las demandas de mayor autogobierno, que unas veces llegaban vía Reforma del Estatuto, y otras con reivindicaciones de mayores transferencias y mayores competencias en la gestión de las instituciones, nos ponían de manifiesto la capacidad de articulación de esa sociedad, ahora, y también históricamente, muy superior a la mayoría del Estado Español.

En las semanas previas al referéndum hacían presencia una diversidad de organizaciones de la sociedad civil que se aglutinaban en lo que se expresaba como “el derecho a decidir”. 

Omnium Cultural y Asamblea Nacional de Catalunya, eran las organizaciones que de una manera más explícita ocuparon el protagonismo en el impulso del referéndum. Pero a otro nivel la Asamblea de Municipios por la Independencia era una realidad imposible de ignorar, que se extendía por toda la geografía catalana. 

Ya dentro de la campaña del referéndum se dio a conocer la posición a favor de la independencia del Club de Fútbol Barcelona. Ello tiene un peso especial por la capacidad de este deporte y de este equipo para aglutinar a una amplia base social interclasista. Era todo un síntoma del arraigo que la reivindicación del referéndum tenía en Catalunya.

Colectivos de abogados, enseñantes, payeses, bomberos, portuarios, y un largo etcétera, donde a última hora no faltó una plataforma de organizaciones sindicales, se pronunciaron durante la campaña a favor del derecho a decidir.

La jornada del referéndum fue una demostración admirable del grado de articulación de la sociedad catalana, y de su pueblo en particular. La organización de las mesas electorales, la llegada de los medios necesarios, papeletas, urnas, censo, etc., solo era posible porque detrás de todo había un pueblo identificado con una lucha.

Y la resistencia pacífica, sin perder los papeles, frente a la brutalidad de las fuerzas represivas del Estado, fue una demostración aún mayor del grado de desarrollo de esa realidad social.

Como resultado de esa lucha, en la que el pueblo de Catalunya ha alcanzado la victoria frente a la violencia del Estado, se producirá un avance cualitativo de las mismas capacidades y fortalezas de esa sociedad.

La lucha de clases en Catalunya siempre ha tenido un nivel de desarrollo mucho más elevado que en el resto del Estado, hoy esa ventaja se incrementa.

Hay que reconocer un acertado trabajo de masas, que si bien es un éxito de la burguesía que impulsa y dirige el procés, también deja toda una serie de fortalezas para la lucha de clases futura. Siempre hemos sostenido en el PCPE que la cuestión nacional es una parte fundamental de la lucha de clases por el socialismo en España. Ahora tenemos que sacar algunos aprendizajes importantes que nos deja esta experiencia.

Sin que se pueda extrapolar todo esto al resto de pueblos del Estado, puesto que hay diferencias y singularidades evidentes, sí que es cierto que el trabajo revolucionario vinculado a la lucha de las masas, con la creación de Comités Populares que actúen en todos los marcos de la vida de la sociedad: vecinal, antiimperialista, solidaridad, mujer, cultura, medio ambiente, etc., es un factor determinante de las posibilidades de avance de las posiciones que tienen por objetivo cambiar esta sociedad, avanzar hacia la sociedad socialista.

En esta ocasión el pueblo de Catalunya ha realizado una gran aportación a las luchas de todos los pueblos y naciones del Estado y, si lo sabe interpretar adecuadamente, a la lucha de la clase obrera toda.

Juan García Corredera

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