En estas últimas semanas nos están bombardeando en el País Vasco por parte de las instituciones burguesas que sustentan el poder tanto periférico como central, a propósito de lo bien que vamos a vivir “los vascos y vascas” gracias a los nuevos premios culturales que se están dando en el territorio...

Tras gestionar la burguesía vasca el rodaje de “Juego de Tronos” en el pequeño istmo de San Juan de Gaztelugatxe y convertirlo en su “Roca Dragón” particular para beneficiarse más de lo que hasta ahora tenían previsto en el lugar con lo que se quiso llamar el “asunto Bakio Dor” y promotoras inmobiliarias varias;  ahora resulta ser premiado con el segundo  puesto como paisaje exterior de rodaje de Europa en belleza natural... Es el momento en que nos preguntamos si tendrá que ver en ello también la filmación de la película más anticomunista y antisoviética que se haya financiado durante el gobierno Urkullu titulada “Gernika” y casualmente estrenada poco antes de las elecciones al parlamento vasco, en abril del 2016.

Los últimos avances en materia honorífica se han dado en estas dos últimas semanas de este mes de Noviembre al conceder a Bilbao el título de “Ciudad Europea 2018”, siendo el culmen de todo ello,  la utilización de dicha Capital como el futuro escenario para los premios MTV  Euro Music Awards en esas mismas fechas.

Es muy irónico el poder ver disfrutando de esos premios al diputado foral de Bizkaia, el ya conocido en este órgano de expresión: Unai Rementería, “maestro en el arte de resolver conflictos laborales”. Parece ser que la ilusión que le hace al ex alcalde de Mundaka es plena al respecto, proponiendo a los premios musicales un candidato que sea de la tierra, por aquello del eusko label y esas cosas del rancio folklorismo aranista  del PNV.

Ahora podemos entender que en cierta medida no le hiciese de ninguna manera mucha gracia el seguir viendo por el paisaje de las calles que rodean al Museo Guggenheim y al Palacio Euskalduna las continuas movilizaciones de las cientos de trabajadoras de Residencias de Bizkaia en estos dos años, y que muy a su pesar lograron sus objetivos reivindicativos. Nos podemos imaginar para el próximo año toda la parafernalia en el BEC (Bilbao Exhibition Center), construido por encima de lo que fuera el tren de laminado en frío de Bandas Ansio-Retuerto de los antiguos Altos Hornos de Vizcaya (AHV). Todo lleno de guardaespaldas vips, y el Bono de  U-2 haciendo propaganda de su nuevo centro comercial por tierras de Lituania, frente a las pancartas obreras de las decenas de centros industriales que están a punto de cerrarse en el País Vasco, sin haber llegado como en Catalunya a una supuesta República: Papelera Cel de Encartaciones, La Naval de Sestao, Vicrila de Lejona, o Alstom de Ortuella... 

Por si fuera poco, a propósito del eterno pacto de caballeros entre el PNV-PSOE o dependiendo de la coyuntura con el PP, y seguir con el accionariado económico por África del Norte y los antiguos Países del Este, el Bildelberg progre y ex gestor de la multinacional Abengoa y brazo derecho de Pedro Sánchez, Josep Borrell, nos vuelve a recordar sus tiempos de ministro en el Gobierno González, cuando se crearon las sociedades privadas: Bilbao Ría 2000 y Bilbao Metrópoli 30 por aquello del Libro Blanco de la Reconversión Industrial de Carlos Solchaga y las falsas ZUR (Zonas de Urgente Reindustrialización).

Sus lapidarias sentencias como las que realizó  ayer junto a la plana mayor del PSE no dejan duda de porqué entre otras cosas se van a gastar por parada de autobús 12.000 euros en un total de 500 cabinas...Hagamos números y pensemos a qué empresas amigas adjudicatarias les tocará el nuevo chollo del año... 

“La regeneración de Bilbao fue más importante que Barcelona 92”. 

Lo que nadie se pregunta al respecto, y he ahí lo triste del asunto, que decenas de barrios obreros del Gran Bilbao y los municipios adyacentes que lo componen en la Margen Izquierda y Zona Minera, sigan con gran cantidad de servicios como ludotecas o bibliotecas sin funcionar o de edificios públicos a los que no se puede acceder al estar abandonados o cerrados a merced del horario de empresas de cultura privadas, ahora que las asociaciones de vecinos y muchos otros tejidos culturales como ampas de escuelas y centros regionales se convierten en meros modelos de gestión trabajando para  lo que se llama oficialmente desde el municipalismo como “participación ciudadana” y “voluntariado”...

En otros artículos hemos ido hablando de estas temáticas, sobre el olvido del patrimonio cultural obrero e industrial en el País Vasco por parte de la burguesía vasca sea de corte centralista o nacionalista, con sus siempre perros fieles: la socialdemocracia neoliberal de la tercera vía, basada en las tesis del zapaterismo y los obamaístas de Veltroni y Philip Pettit...

Durante las elecciones del País Vasco en septiembre de 2016 recordábamos la importancia del contenido ideológico anticomunista de la burguesía vasca, donde todo simbolismo  del aranismo postmodernista arremete contra la cultura del Movimiento Obrero, al que siempre han adjudicado con la etiqueta de “rojo español” por aquello del marxismo, del republicanismo y del ateísmo. Por todos los medios tienen que ocultar la historia de las primeras huelgas obreras organizadas de los pueblos de España en las Minas de Gallarta y La Arboleda en Mayo de 1890, curiosamente cinco años antes de que se crease el PNV.

(Una lástima que todavía tengamos que soportar como nos plagian ciertos artículos desde esa pérfida y oportunista fracción, que ya no sólo se contentan con hurtar a nivel monetario, sino también en copiar para hacer ver lo que nunca fueron).

A lo largo de varias temporadas vamos a ir explicando  la gran cantidad de monumentos y restos arqueológicos industriales que por su simbolismo con la clase obrera y la lucha de clases se han ido borrando del mapa del País Vasco como ha ocurrido en los Países del CAME y del Tratado de Varsovia tras la caída de la URSS aquel 25 de Diciembre de 1991.

La ideología nacionalista burguesa siempre se ha trazado por una cultura antiobrerista que tiende a mitificar unicamente su pasado rural, y no precisamente por enaltecer a los jornaleros y jornaleras; sino a los modelos tipo kulaks. El propio Franquismo para enaltecer precisamente su pasado inventado hizo acopio del ideario falangista en el que el “agro” era la quinta esencia del “ homo hispánico”...

Frente a esa política maniquea de ocultar una gran parte de la cultura obrera en el País Vasco por parte de la ideología burguesa nacionalista vasca y españolista, donde sólo existen empresarios y burgueses emprendedores; además de la cobardía y abandono del obrerismo por parte de la mal llamada socialdemocracia y los eurocomunistas; ya es hora de ir reflejando parte de esa Historia que se sigue ocultando o tergiversando en los manuales de Historia Oficial tanto a nivel nacional como regional, donde el Movimiento Obrero ha sido convertido en una mera anécdota a pie de página.

El relato de esta política de borrón y cuenta nueva, de una burguesía vasca que se abastece en todos los sentidos en su formación ideológica en la Universidad de Columbia en lo que se llamó “la diáspora vasca” en los años cuarenta del pasado siglo XX, ha de recordarnos que ese sustrato anticomunista y de colaboración en la caza de brujas contra los y las comunistas españoles exiliados en Latinoamérica  iba a tener un ideario netamente antiobrerista y por lógica una batalla de dominio por parte de la ideología dominante frente al abandono de la mal llamada izquierda parlamentaria  de esa bandera patrimonial  cultural del mundo trabajador por un mero puñado de votos y escaños. El tiempo nos ha ido dando la razón a medida que se destruían todos los testimonios arquitectónicos y artísticos del legado industrial en la cuenca de la Ría del Nervión, y sobre todo en su Zona Minera.

Todos estos premios que ahora nos están vendiendo desde sus nuevos Coliseos como el Palacio Euskalduna, o  el Bilbao Arena Miribilla en Bilbao, no dejan de ser los pagos a las labores prestadas a los grandes señores y señoras  de la Unión Europea en materia de cierres de fábricas a lo largo de estas últimas tres décadas.  No tan atrás quedaron los viajes de las grandes empresas privadas vascas a Pittsburg en EE.UU para convertir el Gran Bilbao en una sociedad de servicios y turismo para una élite que no encajaba en la película de “Flashdance”... 

En un pasado no tan lejano quedaron las políticas de cierres fabriles como el propio Parque de Atracciones de Artxanda, que clausurase en febrero de 1990 un joven lehendakari Iñigo Urkullu. Dichas actuaciones ahora se adornan con nuevos festivales de música internacionales, donde el poder adquisitivo prima ante todo...

Paisajes mineros como La Arboleda y Gallarta, cuna del socialismo y del comunismo, son travestidos con nuevas explotaciones forestales que casualmente ocupan los centros clave que ocupaban los conflictos obreros en el nombre de una falsa ecología... Hospitales mineros derruidos por la construcción de chalets y campos de golf, o a la aparición de un futuro parque tecnológico para la comarca de Abanto y Ciérvana, por encima de esos restos arqueológicos en los que se escribió a sangre y fuego por ejemplo “El único camino” de Dolores Ibárruri, Pasionaria. 

Promotoras inmobiliarias y mega centros comerciales forman parte del nuevo paisaje postmodernista en el País Vasco sobre las grúas de los antiguos astilleros, minas abiertas y altos hornos de las siderurgias, donde el tópico y el falso folklore vuelve a ocultar la historia del origen y vanguardia del Movimiento Obrero de los pueblos de España. A veces nos olvidamos de un pequeño detalle, la religión católica, apostólica y romana de La Compañía de Jesús, parte fundamental del Concilio de  Trento, y del soporte de la ideología franquista adaptada a los nuevos tiempos como siempre han hecho a lo largo de los siglos... ¿Casual que también se encuentren estos camaleones inquisitoriales en centros industriales como Chicago, la cuna del origen del 1º de Mayo de los obreros del mundo? Una invitación a la reflexión...

“La Fortuna habría pasado un momento por esta tierra, como por otros países, sin dejar nada sólido. Bilbao ofrecería alguna vez el aspecto de las ciudades históricas de Italia, que fueron grandes, llenando el mundo con el poderío de su comercio, y hoy son melancólicos cementerios de un pasado glorioso. Quedarían en pie los palacios del Ensanche, la ría prodigiosa, con su puerto que parece esperar las escuadras de todo el mundo. Pero los palacios estarían  desiertos; el Abra, con sus contados buques, tendría la triste grandeza de una jaula inmensa sin pájaros, y las fundiciones, los altos hornos, los cargaderos, serían ruinas, con sus chimeneas rotas, semejantes a esas columnas solitarias que hacen aún más trágica la soledad de las metrópolis muertas.”  (-Vicente Blasco Ibáñez: El Intruso.)

El Pequeño Maxím.

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