“Queridos hermanos de Nuestra América: en La Habana, capital de Cuba, iniciamos hoy, 3 de diciembre del año 1978, el primer Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano”. Con estas palabras de inauguración pronunciadas por Alfredo Guevara, gestor y presidente del Festival, comenzaba a hacerse realidad un sueño del cine latinoamericano. Estos días, entre los 8 y 17 de diciembre, la bella ciudad de La Habana se engalana y acoge con el lema “ver para crecer” la 39 edición de un Festival que, en palabras de su actual presidente Iván Giroud, “no es de tránsito sino de afianzamiento”, es decir de consolidación como uno de los eventos  culturales más populares en Cuba.

El Festival, con 1790 filmes inscritos, programa finalmente poco más de 400 títulos en un circuito de exhibición que abarca no sólo las principales salas de la ciudad, sino que también se extiende a las 14 provincias de la Isla durante los diez días del evento. Este programa incluye, además de filmes latinoamericanos, una amplia y representativa muestra de cine contemporáneo procedente del resto del mundo. Asimismo se organizan homenajes y retrospectivas dedicados a figuras de renombre en el quehacer audiovisual internacional. Dentro de los homenajes previstos destacan los dedicados al director de cine norteamericano James Ivory, principalmente conocido por películas de época como “Una habitación con vistas” (1985) o “Regreso a Howards End” (1992). También será merecedor de un reconocimiento muy especial la película “Octubre” que el realizador soviético, Serguéi M. Eisenstein, rodó en 1928. “No sólo por la importancia de la Revolución Socialista de Octubre, sino también por su calidad cinematográfica”, precisó el presidente del certamen en rueda de prensa.

Las nuevas generaciones

Como en anteriores ediciones, este año la avenida 23 del Vedado, centro político y administrativo de La Habana, rebosará de colas delante de las 13 salas de la ciudad para recibir en competición 19 largometrajes de ficción, 18 óperas primas de noveles directores, así como 18 cortos y mediometrajes. Los documentales, una de las muestras más interesantes de este Festival, llegan con 23 películas, y 16 serán los de animación. Entre los países que en esta ocasión asisten sobresale la participación de Argentina – nación con mayor presencia en el evento - , Brasil, México, Chile, Colombia y Cuba con dos largometrajes en competición por los Premios Corales. Pero también el público disfrutará de creaciones de otros países como Estados Unidos, España, Francia, Alemania y Rusia. El Coral de Honor irá a manos del director brasileño Carlos Diegues, fundador del Cinema Novo y director de películas como “Bye Bye Brasil” (1980) y “Orfeo” (1999).

Finalmente, la sección Clásicos Restaurados, uno de los mayores atractivos del Festival, trae, gracias al apoyo de la Fundación Martin Scorsese, varios filmes, entre ellos “Lucía” (1968) del cubano Humberto Solás. Una iniciativa que, según afirma el presidente Giroud,  “tiene la importancia de rescatar el cine en vida, que vuelva a verse, apreciarse, y sobre todo por las nuevas generaciones”.

Rosebud

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