El pasado 25 de agosto se llevó a cabo la segunda concentración de camareras de piso convocada en diferentes territorios por las Kellys Unión.

Esta convocatoria contó con el apoyo y la solidaridad de numerosos colectivos obreros y sindicales, y, por supuesto, el Partido Comunista de los Pueblos de España y su juventud nos sumamos a estos apoyos haciendo también un llamamiento a la clase obrera a participar en esta jornada de lucha.

El colectivo de las camareras de piso es un colectivo especialmente sobreexplotado y, como ellas mismas dicen abandonado en ocasiones, sin embargo las Kellys han tenido la capacidad de organizarse a nivel estatal, haciendo confluir a miles de trabajadoras de distintos territorios, distintas cadenas hoteleras y distintos servicios consiguiendo una unidad insólita; han logrado dar un paso al frente y le ha plantado cara a una de las patronales más fuertes de nuestro país y con más influencia, demostrando que cuando la clase obrera se une es capaz de lograr sus objetivos. Y, además, han sabido demostrar su apoyo y solidaridad a otros colectivos en lucha.

Este 25 de agosto nuevamente el PCPE y su juventud estuvimos junto a las Kellys apoyando las reivindicaciones que presentaron durante estos actos a través de un manifiesto en el que exigen: el reconocimiento en el convenio colectivo del grado de profesionalidad, equiparación del sueldo a la ganancia del establecimiento hotelero, la formación continua, mayor regulación de sus condiciones laborales referente al reconocimiento de enfermedades profesionales, jubilación anticipada a los 58 años (como al resto de trabajos de duro desgaste), incremento de inspectores de trabajo, la mejora de los convenios colectivos de hostelería y la reforma, el compromiso de que las nuevas contrataciones, aunque sean temporales, deben tener las mismas condiciones laborales, la no externalización de contrataciones para que no sean las empresas intermediarias quiénes se lleven una parte del sueldo de las trabajadoras, la puesta en marcha, por parte de los comités de salud laboral de estudios ergonómicos que permitan establecer el ratio máximo por jornada.

Estas medidas de avance y mejora que no solo afectan a su colectivo de trabajadoras, sino a todo el sector de hostelería principalmente y al conjunto de la clase trabajadora en general.

Y todo ello, en un momento en el que la clase obrera se encuentra machacada y en uno de los peores momentos de su historia. En los últimos años hemos visto como los distintos gobiernos de turno, bajo el mandato de la Unión Europea dictaban leyes que recortaban nuestros derechos y libertades poniéndonos contra las cuerdas. Estas leyes siempre han tenido el mismo objetivo, salvaguardar al sistema capitalista de su derrumbe a cambio de la pobreza, recortes y la sobreexplotación de trabajadores y trabajadoras.

Las consecuencias las sufrimos directamente cada día, paro, salarios de miseria, jornadas interminables, represión, amenazas, acoso laboral… Ante esto, la clase obrera solo tiene una salida, la organización y la lucha, con valentía hay que dar un paso adelante y olvidarnos ya de negociaciones y pactos sociales que no llevan a ninguna parte.

Las Kellys están intentando, no sólo lograr cada una de estas reivindicaciones sino también acabar con el miedo histórico que atenaza a este colectivo, a través de unidad de todo el colectivo, a pesar de los intentos que acabar con ella con los que en algunos territorios se han tenido que enfrentar, con el famoso, “divide y vencerás” y de la organización de tal manera que “si tocan a una, nos tocan a todas”

Y es, en este sentido, en el que la lucha que están llevando a cabo las Kellys Unión es todo un ejemplo para los trabajadores y trabajadoras.

Sonia Iruela

Responsable de la Secretaria de la Mujer

 

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