El martes 30 de abril a eso del mediodía conocíamos un nuevo intento de golpe de estado en Venezuela. La gravedad de los acontecimientos obligó a la Clase Obrera internacional a movilizarse. Ante una nueva vuelta de tuerca del imperialismo yanqui y de la oposición golpista contra el proceso bolivariano en Venezuela, el Primero de Mayo debía tener un carácter de denuncia y protesta contra lo que estaba sucediendo en Caracas.

Caracas: la víspera del Primero de Mayo en 3 actos

Primer acto. En las primeras horas del martes 30 de abril, Leopoldo López, criminal opositor, se fuga de su arresto domiciliario.

Segundo acto. Antes de que amaneciera en Caracas, el “autoproclamado” Juan Guaidó se suma a un pequeño grupo de militares, la mayoría de ellos engañados como después se supo, y en la misma capital se dirige a las inmediaciones de la base aérea militar de La Carlota. En su zona exterior, en una representación más propia de un vodevil, vino a escenificar que el ejército Bolivariano se había levantado en contra del Gobierno legítimo de Nicolás Maduro. Una patraña más a apuntar en la cuenta. A su lado está Leopoldo López que ya ha declarado en sus redes sociales que ha sido liberado por orden del “autoproclamado”.

Tercer y último acto. Toda la operación queda en nada. Leopoldo López termina refugiándose en la Embajada de España en Caracas. El gobierno español colocándose nuevamente en el papel de lamebotas del imperialismo yanqui y de la derecha reaccionaria venezolana.

Las manifestaciones por el Primero de Mayo en el Estado español y el efecto “elecciones”

Al día siguiente, primero de mayo, en muchas ciudades nos encontramos con un nuevo elemento en las manifestaciones. Sabíamos que llegábamos a esa jornada de lucha, la más importante del año para la Clase Obrera, con el hándicap de que el domingo anterior se desarrollaban las elecciones generales. La clara victoria del PSOE en esas elecciones envalentonó a sus líderes locales que con todo el desparpajo acudieron a la manifestación sin los complejos de otros años.

A lo anterior se sumó afortunadamente una mayor presencia de banderas de Venezuela en las manifestaciones que otros años. Lo vimos en ciudades como Granada, Alicante, Las Palmas de Gran Canaria, Orihuela, Huesca, Murcia, Elche, Zaragoza, Santiago de Compostela, Albacete, Santander o Valencia donde el Partido Comunista de los Pueblos de España se movilizó para visibilizar y explicar entre la clase trabajadora lo que lleva ocurriendo en Venezuela desde el pasado 23 de enero. Era necesario hacer mención a la defensa del proceso bolivariano y denunciar las maniobras de desestabilización en Venezuela.

La suma de las banderas de Venezuela y la inesperada presencia de “figuras” del PSOE local en las manifestaciones vino a dar la oportunidad en algunas ciudades de denunciar en su misma cara el lamentable papel del gobierno socialdemócrata de Pedro Sánchez en esta mascarada. Las consignas comenzaron a llover. “Asi, comienza, la socialdemocracia, metiendo la basura en la embajada de Caracas”. “Fuera, las manos, de Venezuela”. “Vamos, Maduro, al yanqui dale duro”.

En Caracas el mismo miércoles se vivió una marcha monumental de trabajadores y trabajadoras celebrando el primero de mayo como jornada de lucha por sus derechos y por el respeto a un proyecto bolivariano soberano, libre de injerencias. Los llamados a la huelga general para ese día por parte del autoproclamado fueron un fracaso.

El Partido Comunista de los Pueblos de España lleva meses explicando que la Clase Obrera internacional nos jugamos mucho en lo que está pasando ahora mismo en Venezuela. Este pasado primero de mayo en decenas de ciudades se dio una nueva oportunidad y se aprovechó.

JAVI DELGADO

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