La reciente¨Guerra de las vías¨, en Murcia, ha sido un claro ejemplo de movimiento popular, que representa una fuente de energía moral colectiva, capaz de generar un cambio a favor del interés común. Enfrente siempre estuvo la violencia ejercida por el poder que se ha justificado por la necesidad de evitar o reprimir otras violencias y asegurar las libertades de los ciudadanos, pero en realidad lo que asegura es la continuidad de un sistema de injusticias.

En este marco la represión estatal siempre hay cabezas de turco, víctimas señaladas a dedo y criminalizadas con el objetivo de dar un escarmiento ejemplarizante, para amedrentar a todo un colectivo e impedir así futuros conatos de rebelión ciudadana.

Esta lucha ha dejado un reguero de represión en forma de denuncias, multas y detenciones. Pero el caso más sangrante es el de los tres chicos procesados injustamente, a los que el fiscal pide 8 años de prisión a cada uno y fuertes sanciones económicas.

Los delitos que se les imputan por los hechos acaecidos el 3 de Octubre de 2017, en la noche recordada como ¨la caída del muro¨, resultan a todas luces inverosímiles, ya que en el lugar se encontraban más de 2000 personas, como la propia denuncia de la Policía Nacional indica. Todo un movimiento vecinal que participó de un modo u otro en cada una de las acciones que allí se dieron contra lo que fue considerada como una grave violación de nuestros derechos y libertades.

Todos esa noche nos encontramos en las vías, estos chicos no son verdugos sino víctimas, escogidas cuidadosamente por el Partido Popular, adalid y brazo ejecutor en su momento de un sistema represor y totalitario.

La misma máquina implacable que ha condenado a más de 10 años de vida en prisión a los jóvenes de Alsasua, que condenó injustamente a varios ciudadanos por rodear el congreso en 2012 y que no tiene miramientos en arremeter contra la libertad de expresión tanto de titiriteros que actúan en una obra de teatro callejera, como de un twittero que se muestra crítico con el sistema por las redes. Por eso con el lema “¡Fuimos todos!” nuestra solidaridad y apoyo incondicional a los chicos de las vías y sus familias.

Pedimos su inmediata absolución. No pararemos hasta que se haga verdadera justicia. Absolución 3 jóvenes de las vías.

Miembro Plataforma Absolución 3 Jóvenes de las Vías

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