Ante el escenario de una alarma general, que no sanitaria que es la que corresponde, decretada esta por los mismos que durante años han recortado y privatizado más y más todo lo público, llevando al pueblo a carecer de los elementales servicios sociales, en este caso sanitarios y de atención. Ante este escenario dantesco en el que miles de enfermos son enviados a sus casas por no poder prestarles atención médica sanitaria, en el que miles de trabajadores sanitarios no cuentan con los mínimos instrumentos y elementos de protección, escenario en el que no se han puesto al servicio de los sectores más desprotegidos, los determinados como más vulnerables, ni los mínimos recursos humanos y/o materiales, un estado que no dispone de ningún recurso industrial propio para poder fabricar materiales necesarios, como serían en esta situación equipamientos sanitarios principalmente, esta situación demuestra que estamos ante un estado sin ninguna soberanía industrial ni farmacéutica, siendo dependiente casi en su totalidad de la gran fábrica del mundo que es hoy China.

Esta es la realidad de un estado y de un gobierno al servicio de la oligarquía que no es capaz de dar la respuesta sanitaria y humana que una crisis de este tipo necesita. Y con este dantesco escenario ante nosotros, los poderes oligárquicos representados por los partidos socialdemócratas y fascistas, intentan y en casos consiguen alienar al pueblo con la intención de que seamos nosotros los que hagamos de gendarmes al servicio de ellos y, criminalicemos a los nuestros sin pararnos a reflexionar que millones de españoles no pueden estar confinados, encarcelados en celdas de aislamiento durante días y días.

El gran ensayo está saliendo bien. Pueblo contra pueblo. Los que os habéis procurado de algunos conocimientos de historia recordáis el gran ensayo de alienación que el ministro nazi Joseph Goebbels puso en marcha, consiguiendo que el pueblo denunciara al pueblo, como a través de una constante repetición de una idea que criminalizaba a una parte de la sociedad, gentes que hasta en esos momentos habían convivido sin la más mínima tirantez o problema, pasaron parte de estos a ser chivatos y colaboracionistas del criminal sistema denunciando y señalando a los que los nazis habían declarado culpables de no se sabe aún de que, en este nuestro caso, el del estado español, se pretende culpabilizar de la expansión del virus a mujeres y hombres que sin más solución ni recursos se ven obligados aún con el peligro para ellos mismo a salir a la calle.

En esta situación hay un elemento socio-político que no podemos de dejar de valorar. ¿Qué posición han asumido y adaptado sindicatos y partidos? Algunos de estos mantienen una postura aparentemente muy radical, pero su doble mensaje les sitúa en coordenadas totalmente asumibles por el poder, en algún caso hacen amagos de denuncia al tiempo que justifican parte de la opresión y represión que se está ejerciendo.

El ensayo de Goebbels se ha implantado en esta ocasión con toda sutileza, al ejército se le hace pasar por el garante de nuestra salud, la represión es considerada la única forma de combatir el virus, mientras los centros de producción capitalista no paran la actividad, la oligarquía-capitalista no renuncia a la extracción de plusvalía, el estado capitalista, sus márgenes geográficos en su conjunto, es un gran campo de trabajos forzados. Quédate en tu casa, si no eres un/a obrero/a, si perteneces a esta clase social estás obligada/o a salir de tu casa por imposición legal, lo contrario es el despido laboral.

En la otra cara de la moneda: la oligarquía, la burguesía, sus cuerpos de represión, seguro que muchos de nosotros sabemos que con el amparo de la propia represión por ellos impuesta y ejercida, estas élites y sus lacayos se mueven con libertad descarada, para cumplimentar sus caprichos y vicios. Mientras vecinos denuncian a vecinos

No dejemos que el ensayo se haga realidad objetiva ni siquiera subjetiva, el pueblo no denuncia al pueblo, el pueblo es solidario con el pueblo. Tomemos ejemplo de la humanidad de los hermanos cubanos.

LA SOLIDARIDAD ES LA TERNURA DE LOS PUEBLOS.

Juan J. Sánchez

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