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“Se necesita no solamente palabras bonitas, sino un plan de acción político, jurídico y de solidaridad” - Entrevista a Mark Burton

En el marco de la campaña internacional por la libertad y repatriación del prisionero político de las antiguas FARC-EP Simón Trinidad, hoy extraditado y encerrado en la cárcel de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado, EE.UU., la ABP-Noticias tuvo la honrosa oportunidad de conversar con su abogado Mark Burton. A continuación la entrevista completa:

ABP: Cuál es su balance del Acuerdo de Paz de La Habana? Qué cambios hubo producto de los diálogos en la situación de las y los prisioneros de las FARC-EP en Colombia y para prisioneros de esta organización en los EE.UU. como Simón y Sonia?

M.B.: El Acuerdo de Paz ha cambiado la situación de los presos políticos en Colombia y tal vez esto es la única parte del Acuerdo donde hay avances importantes. Antes del Acuerdo, las FARC-EP tenían más de 4.000 presos y presas políticas. El Acuerdo posibilita que las y los presos acusados de delitos políticos puedan salir de la cárcel bajo libertad condicional y que sus casos puedan ser vinculados a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), donde el énfasis no es el castigo, sino el aporte de verdad plena para saber la verdad de lo que ha pasado durante el conflicto y así evitar la repetición.

Muchos presos se han beneficiado de la JEP, han salido de la cárcel y están vinculados a dicha jurisdicción. Pero es preocupante que casi cuatro años después de que el Acuerdo de Paz se firmara en el Teatro Colón en noviembre de 2016, aún haya presos políticos en la cárcel a pesar de cumplir los requisitos para ser liberados. He leído que hay entre 100 y 400 presos aún encarcelados. Esto muestra que hay negligencia y hasta hostilidad en sectores del gobierno contra el proceso de paz.

En el Acuerdo de Paz no hay ninguna mención de los presos políticos en los EE. UU.  Los presos en EE.UU. se pueden vincular a la JEP cuando terminan sus sentencias aquí. Como Sonia que cuando terminó su sentencia se vinculó a la JEP. Vergonzosamente ella fue detenida cuando regresó a Colombia por los mismos supuestos hechos que fue encarcelada en los EE.UU. Después de algunos meses en la cárcel ella salió para participar en la JEP.

En mi opinión fue un gran error el no incluir el estatus de los presos en los EE.UU. en la agenda de los diálogos. Ellos fueron extraditados a los EE.UU. por razones políticas y el gobierno colombiano usó la extradición como una táctica de guerra acorde al Plan Colombia. La posición del gobierno colombiano en los diálogos fue que no tenía el poder de obligar a los EE.UU. a hacer algo. Pero la realidad es que los EE.UU. Estaban muy muy interesados en la desmovilación de las FARC-EP y la dejación de armas. Entonces, en mi opinión, los EE.UU. tenían razones para negociar sobre esta tema.

ABP: Cómo está Simón actualmente? Tanto de ánimo, como de salud. La situación de la Pandemia lo ha afectado de alguna manera? Teniendo en cuenta las graves repercusiones de esta situación sanitaria en los espacios de las cárceles, tanto en EE.UU. como en otros países.

M.B.: Simón Trinidad se encuentra con buena salud y buen ánimo. Él es una persona increíblemente positiva y animada. Él no se doblega. A pesar de las terribles adversidades que ha padecido él está impresionantemente lúcido y concentrado. El ha estado en aislamiento casi la totalidad de los 16 años, casi sin relación con su familia y sin comunicación alguna con amistades y conocidos. Si saliera mañana, me imagino que la gente que lo conoció antes de su detención no notaría mucho cambio en su manera de ser.

En relación con la pandemia ésta si ha afectado su rutina diaria. En muchas cárceles de los EE.UU. la Covid-19 es muy frecuente, hay hasta un nivel de 70% de presos infectados. En la cárcel donde está Simón, según la información que tengo no ha habido ningún caso de Covid-19. Esto es porque es una cárcel donde los prisioneros están muy aislados el uno del otro y le hacen pruebas a todos los trabajadores que entran a la cárcel. Antes de la pandemia Simón tenía la posibilidad de hacer ejercicio en un tipo de jaula afuera por dos horas diarias. Ahora sus condiciones de aislamiento son peores. Está solo casi las 24 horas del día, porque para evitar proximidad con los guardianes, le quitaron la posibilidad de hacer ejercicio.

ABP: En entrevistas anteriores usted ha señalado que a nivel jurídico ya se han intentado de manera infructuosa todas las opciones para lograr la libertad de Simón y que por lo tanto ahora es necesario exigir una solución política para su caso. Cómo podría ser una solución política o un acuerdo político que contribuyera a mover positivamente el caso de Simón? Especialmente teniendo en cuenta las características políticas de los actuales presidentes de EE.UU. y Colombia Trump y Duque. A qué otros actores a nivel internacional se pudiera acudir para presionar esta solución política?

M.B.: Simón fue sentenciado el 28 de enero 2008 y la apelación de Simón fue finalmente negada el 26 de febrero 2011. Según el derecho en los EE.UU. él hubiera tenido tiempo hasta el 27 de febrero 2012 para imterponer un Habeas Corpus. Entonces los métodos puramente jurídicos ya fueron agotados.

Pero esto no quiere decir que no haya esperanza. Hay métodos políticos/diplomáticos/jurídicos para liberarlo. Bajo la constitución de EE.UU. el presidente tiene el poder de reducir cualquier sentencia; puede haber un acuerdo bilateral entre los Estados Unidos y Colombia para repatriar a Simón, y hay otros métodos.

Le doy dos ejemplos. Los EE.UU. encarcelaron a cinco cubanos (los cinco héroes cubanos) por haber vigilado grupos terroristas anti-Cuba en Miami. Uno de ellos recibió una sentencia muy pesada como Simón. Pero los cinco tenían un movimiento mundial apoyándolos y también el apoyo de su gobierno con Fidel. Cuba, con una diplomacia astuta y dedicada, logró un acuerdo donde los cinco salieron de la cárcel y fueron repatriados.

Otro caso fue el de una joven mujer norteamericana, quien era simpatizante del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y fue arrestada en Perú. Fue encarcelada en condiciones horribles y recibió una sentencia de casi cadena perpetua. En los EE.UU. salió mucho sobre sus condiciones en la cárcel y también algunos grupos de DD.HH. hicieron una campaña a su favor. Finalmente, el presidente Clinton intervino y después salió en 2010 luego de haber pasado 20 años en la cárcel.

Entonces siempre hay posibilidades pero este tipo de resolución necesita apoyo político. Por eso es muy importante la campaña por su liberación. Si no se toca la puerta, la puerta no se abre.

ABP: En el marco del Diálogo de Paz de La Habana Simón se acogió al proceso de reincorporación y a la JEP. Qué le corresponde hacer a la JEP en el caso de Simón? Especialmente teniendo en cuenta el papel trascendental que podría jugar él en Colombia en los procesos de verdad histórica y con su experiencia en acuerdos de paz.

M.B.: Simón se acogió a la JEP pero, hasta ahora, no es muy claro cómo va a participar estando aislado en las montañas de Florence en Colorado. Pero Colombia y los colombianos tienen el derecho de escuchar a Simón y dejarlo hablar sobre la historia del conflicto armado en ese país. Esto porque Simón es una figura histórica y su vida es la historia de la búsqueda de paz. Él fue miembro de la Unión Patriótica, fue un negociador destacado en los diálogos de paz en San Vicente del Caguán y fue detenido en Ecuador trabajando por la paz.

El gobierno de Colombia, o la propia JEP, necesitan hablar con las autoridades estadounidenses y pedir acceso a la JEP y a la Comisión de la Verdad por parte de Simón y en beneficio de Colombia y su Acuerdo de Paz. No pueden esperar hasta cuando salga Simón porque está previsto que su sentencia vence en 2055.

ABP: Qué pueden hacer los movimientos sociales y las organizaciones de prisioneros políticos en Colombia y alrededor del mundo por la libertad de Simón?

M.B.: Pienso que los grupos de solidaridad con presos políticos tienen un papel importante en la campaña. Muchos miembros de estos grupos son presos políticos o expresos o familiares de presos políticos y saben lo que es estar condenado por razones políticas. Ellos pueden educar a la gente sobre este fenómeno y visibilizar que es muy frecuente. Ellos saben que Simón no es un delincuente, sino una víctima del Plan Colombia y de una conspiración política. Es un preso político.

Estos grupos, con otros grupos de derechos humanos, sindicatos y grupos políticos pueden ser una fuerza importante por su liberación. Necesitamos una coalición amplia en Colombia e internacional para su liberación. Se necesita no solamente palabras bonitas, sinoun plan de acción político, jurídico y de solidaridad. La solidaridad es la ternura de los pueblos y debemos trabajar para terminar esta injusticia.

Fuente entrevista: www.abpnoticias.org

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