La organización superior de dirección empresarial BioCubaFarma informó la concesión del permiso para iniciar en el país los ensayos clínicos de un candidato vacunal cubano contra la COVID-19, capaz de inducir una potente respuesta inmunitaria ante la infección del virus SARS-COV-2

 

El 28 de julio pasado el candidato vacunal cubano fue probado por vez primera en humanos, precisamente en tres de sus investigadores, que en una evaluación inicial también presentaron una alta respuesta inmune. Foto: BioCubaFarma

La organización superior de dirección empresarial BioCubaFarma informó la concesión del permiso para iniciar en el país los ensayos clínicos de un candidato vacunal cubano contra la COVID-19, capaz de inducir una potente respuesta inmunitaria ante la infección del virus SARS-COV-2.

Identificado por las siglas FINLAY-FR-1, el proyecto de vacuna, lidereado por el Instituto Finlay de Vacunas, el Centro de Inmunología Molecular –ambos pertenecientes a BioCubaFarma– y con la colaboración del Laboratorio de Síntesis Química y Biomolecular de la Universidad de la Habana, concluyó satisfactoriamente la fase de desarrollo farmacéutico y los estudios preclínicos en animales; cuyas evidencias científicas avalaron la emisión de la autorización por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de Cuba (Cecmed).

Explica la nota que, con tal licencia y el acompañamiento de diversas instituciones del Ministerio de Salud Pública, comenzará «el ensayo clínico fase I-II, denominado Soberana, al que seguirán otros estudios clínicos antes de considerar la vacuna lista para su aplicación».

Se argumenta, además, que está elaborada una estrategia de fabricación industrial que genere capacidades a fin de «disponer de los millones de dosis necesarios para proteger a nuestra población una vez concluidos satisfactoriamente» los exámenes.

De la información de BioCubaFarma trasciende que el candidato vacunal es el número 30 –el primero en América Latina y el Caribe– en recibir una autorización para ensayos clínicos, entre los más de 200 que se desarrollan en el mundo.

Precisa que el solicitante del permiso, el Instituto Finlay de Vacunas, tiene más de 30 años de experiencia en la obtención de vacunas, «y el hecho de disponer de plataformas desarrolladas para otras epidemias, específicamente para la epidemia de meningitis en los años 80 del siglo pasado, le ha permitido obtener estos relevantes resultados».

BioCubaFarma, rectora de la actividad biotecnológica y farmacéutica de la Mayor de las Antillas, calificó los avances de la investigación urgente para procurar una vacuna nacional, como un homenaje al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, fundador y promotor del desarrollo del sector, y en sana expresión de orgullo por los resultados anunciados, exhortó a no variar el rigor en el cumplimiento de las medidas sanitarias para contener la enfermedad, en tanto el país se acerca a disponer de su propia vacuna.

«Han sido semanas de intenso trabajo, sacrificio y días muy tensos, en los que se ha contado con la inteligencia y compromiso de esta comunidad científica que tiene como prioridad cuidar de la salud y salvar vidas, y que le asegura al pueblo de Cuba que no se descansará hasta que cada cubano esté protegido con la vacuna contra esta temible enfermedad, pero en estos momentos es importante seguir manteniendo las medidas higiénico-sanitarias orientadas por el Ministerio de Salud Pública para el enfrentamiento a la COVID-19». (Redacción Nacional)


Publicado el 20 de agosto en granma.cu

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