En 2012 el gobierno de la democrática monarquía española, entonces representado por M. Rajoy (el desconocido) y su gabinete, con el famoso Cristóbal Montoro, lanzó una amnistía fiscal, que el Tribunal Constitucional anuló en 2017, con nulos efectos prácticos, porque la sentencia no invalida las regularizaciones que se presentaron para preservar la “seguridad jurídica” de los amnistiados, ni siquiera se puede conocer el nombre de todos (pobrecitos, no vayan a señalarlos). Y de los pocos que se han podido conocer, curiosamente, el 99,9% de ellos son de banderitas en la muñeca y mucho viva España…la mayoría de los que se conocen también han participado en los numerosos casos de corrupción. Blanco y en botella.

Ah!, y también algún representante de los sindicatos del sistema que pululan en este país, que muestra muy a las claras en manos de quien está el gobierno pequeño burgués. El perfecto consejo de administración del capital.

Todos ellos, amnistiados y españoleros, son además monárquicos y muy monárquicos y como perros leales siguen a su dueño y señor, así que el Campechano también se acoge a una amnistía fiscal, ojo, pero sólo por una pequeñita parte por las tarjetas black que usaba, él y toda su casta.

Y si los amnistiados por el PP sólo pagaron un 1% aproximadamente del importe así blanqueado, los nuevos administradores del capital (PSOE-UNIDAS PODEMOS…que chachi guay que son) no iban a ser menos. El Campechano va a evitar una posible (mejor sería decir improbabilísima) condena por delito fiscal por los impuestos defraudados desde que dejó de ser rey para ser emérito, toma ya…. Porque el campe no puede ser juzgado por lo que hizo mientras era rey, como su sucesor que tampoco puede ser juzgado por simples mortales. Y dicen que la Edad Media es algo de la historia lejana….

Lo peor es que “su majestad” paga 678.393 euros: una fortuna para cualquier trabajador o trabajadora. El equivalente a más de 30 años de trabajo. Pues con ese dinerito puede blanquear unos 65 millones de euros que suponemos entregará a Cáritas o lo donará al Estado para que pague el famoso IMV (el ingreso mínimo vital por si alguno no lo ha cobrado todavía y no sabe lo que es). También, por lo que se sabe por la prensa extranjera, se ha beneficiado de su patrimonio su hijo, el actual rey, que tampoco puede ser juzgado, ni tiene los reaños para abdicar. Ojalá hiciera como su antecesor Alfonso XIII que convirtió unas municipales en elecciones plebiscitarias.

Es que somos muy malos con él, con ese dinero, esa calderilla, no podría pagar el hotel en el que está alojado actualmente, tampoco podría pagar sus cacerías y mucho menos a su “enamorada”, a la que entregó 65 millones de euros…..que se sepa.

Mientras tanto, el ministerio de hacienda afila sus colmillos para clavarlos en el lomo de la clase trabajadora, que si se piensa en subir el IVA, que si hay que declarar las propinas (como ha hecho el emérito), que si la gente cobra en negro, etc... Que eso de que hacienda somos todos no dejaba de ser una campaña publicitaria y una mentira como un castillo.

Mal lo tiene la clase trabajadora si no se une, muy mal lo tenemos sino acudimos a la máxima de que sólo el pueblo organizado salva al pueblo.

Juan Luís Cobarcho

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