¿Qué es OnlyFans? Sus creadores la definen como una plataforma donde los creadores de contenido pueden vender sus producciones y los consumidores pagar una cantidad mensual por acceder a este contenido (de la que el 20% va para los propietarios de esta plataforma). Los creadores defienden que no está destinada a ningún tipo de material concreto, pues en ella venden su contenido entrenadores personales, nutricionistas, fotógrafos… Pero en realidad el principal contenido que vende esta web es sexual, en muchos de los casos de menores, y venden el hecho de que se haya convertido en la principal distribuidora de porno “personalizado” como pura casualidad; pues una de las particularidades de la web es que el material que se sube se personaliza para clientes que quieren pagar un “extra”.

Curiosa casualidad cuando descubres que detrás de esta plataforma se encuentran dos grandes magnates de la industria del porno: Tim Stokely y Leo Radvisnky.

Los sectores más liberales defienden que esto de la pornografía resulta empoderante para la mujer, pues ella misma decide utilizar su cuerpo para ganarse la vida; además, según estos individuos OnlyFans supone un avance, pues ahora son las propias chicas las que deciden que contenido subir.

Argumentos baratos para justificar la perpetuación de los roles de género patriarcales en los que la mujer sigue siendo un mero objeto hipersexualizado cuyo único fin es complacer al varón.

¿Qué libertad es aquella en que una mujer no tiene suficientes recursos para vivir ni acceso a un trabajo digno? Encontramos dentro de la industria del porno a las 4 abanderadas que venden sus maravillas y cuentan que eligieron esto por propia voluntad, pero la realidad es que la mayoría de las que acaban en esta cruel industria afirman que de no haberse visto en apuros económicos no hubieran acabado aquí, pues tras cada escena se sentían despojadas de su voluntad.

OnlyFans, además, encuentra gran parte de su éxito en la “personalización” del contenido para el cliente y en un contacto directo con el mismo, aunque sea a través de una webcam. Entonces, si hay detrás un “cliente” que paga un precio especial porque hagas su voluntad por encima de la tuya. ¿Hablamos de pornografía o de prostitución virtual? ¿Y qué tiene de empoderante una situación en la que la voluntad de la mujer deja de importar y se impone la del hombre por el simple hecho de haber dinero de por medio?

Este es uno de los grandes peligros de OnlyFans, la normalización de la pornografía y la prostitución. La legitimación de la idea de que la mujer sigue siendo un objeto en venta a merced del varón.

Otro de los grandes peligros de esta plataforma es el fácil acceso para menores de edad. Las supuestas barreras de seguridad son prácticamente nulas, lo justo para cumplir la legalidad, lo que permite el acceso a chicas menores de 18 años en una industria repleta de pedófilos y explotadores donde la palabra más buscada en cuanto a género pornográfico es “adolescentes”.

Por mucho lavado de cara que intenten hacer la industria del porno siempre estará ligada a la prostitución y a la explotación, y la lucha contra ella debe seguir hasta su desaparición, hasta que la mujer deje de estar considerada un bien más en manos de los hombres.

Inés.

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