¡Qué sustos, la virgen! Los medios de comunicación empezaron a hablar, de pronto, de mociones de censura aquí y allá. Parece que la primera se gestaba en Murcia. Los de Ciudadanos arrullados por la dulzona palabrería del PSOE casi tocaban la Presidencia con los dedos, pero en unas pocas horas, el tablao se puso patas “p´arriba” y sin darnos tiempo a reponernos de la conmoción inicial, el PP pasó al contraataque y con cuatro carantoñas y tres Consejerías, convenció a los naranjas para que no hicieran ascos a Vox (que contribuye al “desaguisao” con tres expulsados) y rompieran la baraja con los socialistas, de forma que, en el Gobierno de Murcia, tras prometer por su conciencia y honor los nuevos Consejeros, de momento, la “reunificación del centro-derecha” es una realidad hecha carne.

Bueno..., todo tiene un precio, pero para eso existen constructores dadivosos, al menos, ese pedacito de tierra de España recobró esa estabilidad institucional tan necesaria para la correcta marcha de nuestros asuntos!... Qué sería de nosotros, sin los desvelos del Presidente y los nuevos Consejeros murcianos!...

Un poquito más arriba, en Castilla y León, los socialistas, que habían oído campanas en la huerta murciana, se apresuraron a tomar nota y se lanzaron de patas a la moción de censura. Tal fue la precipitación que no les dio tiempo a calcular los apoyos necesarios y ya daban por hecho que se quitarían de encima a Ciudadanos, para una temporada, pero acabamos de enterarnos que no les cuadraron las cuentas y que todo se quedó en un intento frustrado, un sustito. Allí siguen hoy, siendo de la patria orgullo, los del PP con los de Ciudadanos. Se ve que los ofrecimientos en la comunidad castellano-leonesa fueron menos generosos y los “social-comunistas” no han logrado engatusar a nuevos socios , o sea, que también en tierras del Pisuerga, el panorama sigue igual, hasta nuevo sobresalto.

A todo esto, en Madrid, Isabel Ayuso, que estaba al tanto del “rumrum” de las mociones de censura en sendas Comunidades, nos despertó una mañana con un discurso apocalíptico y terrorífico, anunciando que se veía forzada a la convocatoria de elecciones porque los cabronazos de los socialistas , a lo zorro, le estaban haciendo la cama y le estaban preparando un pedazo de moción de censura “pa cagarse la perra”... Y ella, en su línea juiciosa y mesurada, antes de coger el micrófono, destituyó a 6 Consejeros de Ciudadanos, disolvió la Asamblea y en un ejercicio de responsabilidad sin precedentes, para preservar la libertad de los madrileños, para evitar que se adoctrine en los colegios, para impedir la subida de impuestos y para minimizar el daño a España, adelanta las elecciones. !Socialismo o libertad! fue su grito desgarrado y nosotros, ante tan envenenada oferta, nos pedimos muerte porque el susto ya no nos lo quita nadie.

¡Nos esperábamos menos, chica! ¡Qué derroche de tino y mesura, coño! ¡Si es que ni la Virgen de Murillo da tan bien en la cámara!

Pero ¡quietos ahí! No transcurren ni dos días y el del moño, que tenía un puesto en el Ejecutivo muy aparente y estaba muy bien considerao por sus jefes, dice que deja la Vicepresidencia para disputar la Presidencia de Madrid a la Ayuso y en el camino, se da de morros con Más Madrid que no quiere cuentas con los Podemitas y si esto fuera poco, Gabilondo, en las primeras palabras que le oímos a lo largo de su dilatada vida política, rechazaba el pacto con Iglesias porque no es hombre de odios ni furias y prefiere cortejar a Ciudadanos o a Más Madrid que son menos pendencieros.

Transfuguismo, corrupción, compadreos, trampas, sobornos, intrigas, acoso, compra de diputados, trapicheos... díganme ustedes si ¿no es pa tirarse al monte?

Telva Mieres

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