Estimado (por cortesía) Señor (también es cortesía, no se haga ilusiones):

Desde hace tiempo comenta la gente de mi clase, la obrera, que solo dice gilipolleces. Ni usted ni ninguno de sus antecesores ha roto una lanza a favor de la mayoría de habitantes de este país.

Lo más curioso es a que a usted lo elige el gobierno y su cargo dura 6 años. O sea que a usted lo eligió M. Rajoy (ese que nadie sabe quién es), aunque nos consta que tampoco mejoraría si lo hubiese elegido Pedro S. (para que vaya investigando la fiscalía y al final tampoco se sepa quién es).

Todas las medidas que usted propone son una sarta de ataques a la gente pobre, a la clase trabajadora: De alguna manera propone igualar a trabajadores temporales con indefinidos, y la única manera es rebajar los derechos de los indefinidos. Sería usted el que, para igualar un equipo en altura mataría a los más bajitos.

También se repite como el chorizo (el de comer…lo otro lo dejaremos para más adelante) con la mochila austríaca (o mochila pinochetista, que fue el país liderado por tan gran visionario el que la puso en marcha).

Sigue usted y los de su clase, que no es la nuestra, obsesionado por los costes laborales, aunque nada dice de la evasión o la elusión fiscal. Tampoco dice nada de paraísos fiscales.

Pretende que se usen los fondos europeos, llamémosle por su nombre: los préstamos europeos, para ir ahondando en su plan. O sea, que entre todos, aliviemos a las empresas (incluidas las que evaden y eluden, pobrecitas…) y que nos empeñemos todos, nuestros hijos y nuestros nietos para el resto de nuestros días.

Usted, en connivencia con el “gobierno más pijoprogre de la historia”, pretende que se recaude más por la fiscalidad verde. Para los profanos: se carga un impuesto sobre determinados productos “contaminantes” y lo paga “indirectamente” quien lo compra. O sea, que si usted, por ejemplo, clase trabajadora necesita su vehículo de gasoil para ir a trabajar pagará un impuesto que no pagará el Sr. Gobernador del Banco de España que tendrá un cochecito eléctrico, o híbrido, o de pila de combustible…que da para una tesis doctoral el precio de esos cochecitos. Seguro que usted se lleva bien con la Greta…

Claro que, también proponen usar el dinero de Europa en esa transición verde: un 39% de los casi 300 mil millones de euros, o sea, casi 120.000.000.000 (CIENTO VEINTE MIL MILLONES) para depender más de la electricidad, porque no se atisban a corto plazo otros planes: cochecitos eléctricos por doquier.

Empezamos a pensar que, después de siglos acabando con los recursos del planeta con su sistema de depredación insostenible, les ha entrado el miedo de quedarse sin planeta donde disfrutar de su rapiña. No se preocupe, seguro que entre el resto de aprovechamiento de esos préstamos europeos, hay una partida para construir una base en Marte y disfrutar allí de su retiro.

Segurito, también, que entre sus medidas no se ha planteado suprimir todos los impuestos indirectos y recaudar más a través de los directos, aquellos que se pagan en función de los ingresos de cada uno. Progresividad fiscal se llama y se recoge en la “Intocable”, en el artículo 31.1: Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.

Muy al contrario, aboga usted, y sus amigos del PP-PSOE-Ciudadanos-Vox (y algún nacionalista capitalista), por revisar los beneficios fiscales de las diferentes figuras tributarias. ¿Pagarán más quienes más tienen? NOOOOO. Ustedes ya han propuesto hacer desaparecer la declaración conjunta en el IRPF que ¡hay que ver lo que se ahorran estos mileuristas!

En resumen, quienes suscribimos esta humilde carta, le vamos a hacer varias propuestas:

  1. Rebájese el sueldo que le pagamos entre todos…va usted por cerca de 200.000 € al año, el equivalente a 10 salarios medios

  2. Persiga a los delincuentes fiscales de este país, a los de verdad. Incluida la monarquía borbónica y sus chiringuitos.

  3. Obligue a sus amiguitos bancarios a devolver los 60, 80, 100…mil millones de euros con los que se les rescató. (Nadie tiene claro cuánto se les dejó ni cuánto han devuelto)

  4. Limite las comisiones bancarias con las que nos castigan los bancos para repartir dividendos entre sus accionistas.

  5. Déjese de macro economía, de recuperar la economía en abstracto, que todos sabemos a quienes se ayuda.

  6. Sabemos que esto le va a hacer explotar la cabeza, pero también se lo proponemos: abandone el capitalismo y piense en el único sistema que es por y para la mayoría de la gente de un país. Léase a Marx (sobre todo porque era economista, aunque no como usted). Baje a trabajar a una mina o a echar unas jornadas recogiendo fresas o sandías o patatas. Viva con un salario de 950 € mensuales (no se lo garantizamos en las jornadas agrarias porque buena parte del empresariado explota a la gente y no llega ni a pagar el convenio), y verá como disfruta usted y todos los que son como usted (Dragui, Lagarde, y toda la caterva de economistas capitalistas) de las ventajas y maravillas de su sistema.

  7. Y por último, y a petición de compañeros y compañeras que trabajan en sectores de explotación descarada, como la hostelería o la agricultura: ¡VÁYASE A LA MIERDA!

Juan Luis Corbacho.

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