Nos despertamos con la EPA y las fanfarrias mediáticas y ministeriales anunciando que, tras una Reforma Laboral “histórica”, llega una EPA “histórica” con más de 20.000.000 de personas trabajando y con 840.700 empleos más que el año anterior.

Todo maravilloso, en un escenario de leche y miel en el que flotan por doquier los € de los Fondos de Recuperación de la UE, que nos llevan directos a las puertas del Paraíso de la economía Verde, circular y tecnológicamente puntera, en la que, habiendo “emprendido” y poseyendo cada cual su propia startup, habrán desaparecido las diferencias sociales en un mundo caracterizado por las constantes oportunidades.

Se diría que es el sueño del nuevo capitalismo verde y tecnológico en el que –como siempre- siguen yendo del brazo conservadores, liberales y socialdemócratas varios. Pero la realidad es tozuda y, partiendo de datos distintos nos obliga a llegar a conclusiones diferentes:

El 12.7% de la población vive en situación de exclusión severa y un total de 11.000.000 de personas se considera que padecen algún grado de exclusión social.

El 24.7% padece exclusión en el empleo y el 17.6% en el consumo.

El 13.33% de las personas que buscan empleo están en paro; un total de 3.103.800 personas al finalizar el 2021. Los hogares con todos sus miembros desempleados son el 10.3%

130 personas fallecen cada día en las listas de espera de la Dependencia en este país, sin que reciban ningún tipo de atención.

Y podríamos seguir aportando datos del Informe Foessa (Caritas) con el que, al margen de sus conclusiones asistenciales propias de la Iglesia Católica que no compartimos, no podemos más que valorarlo muy positivamente por la ingente cantidad de información que facilita de la realidad social española.

Añadamos a esto que 2021 ha sido el año más letal, con 4.400 migrantes fallecidos intentando entrar a nuestro país según datos de la ONG Caminando Fronteras, mientras el número de grandes fortunas ha aumentado un 5%, al tiempo que miles de personas en la Cañada Real pasan otro invierno sin suministro eléctrico, para entender que algo falla en esta sociedad capaz de dilapidar 4.572 millones de € en la fabricación del Submarino S-80, pero en la que el 13.1% de la población ha dejado de seguir algún tratamiento médico porque no puede pagárselo.

Quizás podríamos decir que se están sentando las bases para un futuro distópico y que la gestión avanzada del gobierno de coalición nos aleja de él, pero sería mentira y estaríamos analizando solo la superficie de la realidad que nos muestran los medios y haciéndonos cómplices de ello como hacen las organizaciones sindicales que, como CCOO y UGT, abogan por el Pacto Social y los partidos que apoyan el Gobierno (Podemos, IU, PCE).

No, preferimos mirar la realidad material que nos envuelve y con la que lidiamos a diario en nuestros centros de trabajo, barrios y familia, para afirmar que la pobreza determinada por la desvalorización de la fuerza de trabajo y la precariedad del empleo crece de forma acelerada y, muy especialmente, entre la juventud y las mujeres trabajadoras.

Por eso no hablamos de distopía buscando blanquear el capitalismo, y preferimos llamarlo por su nombre, afirmando que el sistema que cronifica y agrava las desigualdades sociales, conduciéndonos a la Barbarie, nunca puede ser la alternativa que necesita la clase obrera.

Sres y Sras del Gobierno dejen de hacer trampas con los datos que nos ofrecen ocultando la parte oscura de la realidad que, muy sucintamente, hemos reflejado con datos de pobreza y miseria que crecen tan aprisa como la Deuda, la Inflación y la sumisión que tienen ustedes ante la OTAN

Una vez más, volvemos a afirmar que SOLO EL PUEBLO ORGANIZADO, SALVA AL PUEBLO.

Julio Díaz

Secretario General del PCPE

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