La Cumbre de la OTAN, celebrada en Madrid los días 28 y 29 de junio de 2022, ha trazado la nueva estrategia de esta organización criminal para tratar de mantener la hegemonía del imperialismo yanki sobre todo el planeta, haciendo posible el saqueo y el expolio a partir de la ventaja que supone una superioridad armamentista letal mantenida a base de un incremento incesante del gasto militar multimillonario, y del sometimiento de los países asociados que son privados de la más elemental soberanía nacional. El Estado Español es uno de esos socios que acepta sin rechistar el sometimiento a la dictadura de los intereses yankis.

El pueblo canario, en cuanto que formación sociohistórica, es un pueblo tricontinental.

  • Por su origen, bereber, y por su pertenencia geográfica al continente africano, con unas especiales relaciones con el pueblo saharaui, más intensas en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, nuestro pueblo es africano.

  • Por el proceso de conquista e integración la sociedad canaria tiene un dominante componente europeo, que se materializa en las relaciones económicas impuestas, en los hechos culturales y en la estructura administrativa del Estado.

  • La componente latinoamericana se forjó en un largo e intenso intercambio de siglos, que va desde el “tributo en sangre”, hasta las migraciones desesperadas huyendo del hambre y/o la represión, y la en ocasiones intensa participación en los procesos de independencia de varios países, de una forma especial en Cuba, a donde Canarias hizo llegar la caña de azúcar.

Las tres componentes determinan la idiosincrasia de un pueblo que sigue en permanente construcción, en el escenario determinante de la lucha de clases en el Estado Español, y también en los desarrollos internacionales de las luchas contra el imperialismo.

El pueblo canario se alza con orgullo como el que fue capaz de rechazar la pertenencia a la OTAN, en 1986, de la forma más contundente en toda la realidad española.

Las pugnas interimperialistas actuales -con una, como de costumbre, especial agresividad del imperialismo yanki-, están significando una recomposición mundial de la geopolítica en feroz pugna entre las grandes potencias.

En España tenemos hoy –una vez más- un gobierno plebeyo que se somete, sin rechistar, al mandato criminal del imperio yanki. La foto de las Azores marcó tendencia.

Hace muchos años que el PCPE situó en sus análisis que lo que España ofrecía a la OTAN era, de una forma especial, su posición territorial estratégica. Si ese análisis, realizado hace un par de décadas, era entonces cierto, hoy adquiere una dimensión exponencialmente superior en la actual recomposición de bloques que imponen los imperialistas yankis. 

OTAN 360º es el título del documento aprobado por el Concejo de criminales, que llamaron Cumbre de Madrid, el pasado mes de junio. En el mismo se definen las prioridades y las estrategias del imperialismo yanki para la próxima etapa, arrastrando a sus “socios” menores en una carrera suicida de rearme y planes de ataque contra cualquier país que se oponga a sus parasitarios intereses. El uso del arma nuclear se define en este documento como una opción de aplicación práctica en el caso de que los acontecimientos les sean desfavorables. Nuevas armas nucleares, de menor dimensión pero de muy alta letalidad, se alojan en los polvorines que la OTAN tiene desparramados por todo el planeta, no solo en tierra sino también en medios aéreos y marítimos.

Esa OTAN 360º centra su estrategia primera en el aseguramiento de su área geográfica europea y yanki. Que se constituyen en territorios fortaleza desde los que desarrollar toda una logística de rearme y planes de ataque exterior, contra el resto del mundo. Muros, fronteras, policías, ejércitos, leyes, …., toda una estructura legitimadora del terror imperialista para la segregación, el sometimiento y la muerte.

Con respecto a ese núcleo territorial de primer orden se define lo que, desde una lógica absolutamente eurocentrista, llaman el “flanco sur”. Que, en los mapas, se representa como una línea quebrada que se extiende por el litoral africano del Mar Mediterráneo, y se prolonga al Medio Oriente por el naciente y hacia el Océano Atlántico por el poniente, envolviendo a las Islas Canarias.

El gran objetivo de esos planes de guerra es el continente africano, buscando controlar en primer lugar los países de la ribera mediterránea, y detrás hasta el Sahel.

El Sahel es una extensa zona que se extiende a lo largo de más de 7.000 km, de Este a Oeste. Una zona donde existen una gran cantidad de materias primas, y muy extensas tierras de cultivo.

En el extremo occidental están las Islas Canarias. Un archipiélago de sietes islas, que constituyen el territorio mejor equipado en esta zona del planeta victimizada por las políticas coloniales antes y por el imperialismo hoy. Canarias tiene abundantes comunicaciones de todo tipo, y un fácil acceso a las tecnologías más avanzadas, e integrada dentro de la dictadura económica de la UE. En la lógica de la OTAN 360º las Islas Canarias son el extremo más cualificado de esa traza de 7.000 km. Al otro extremo, en el Índico, está la isla de Socotra, de soberanía yemení pero hoy ocupada por los EAU y por el sionismo, y con una posición geopolítica que carece de las ventajas que tiene Islas Canarias.

En Canarias, desde hace décadas, se desarrolla un forzado proceso de militarización, con la implementación de una creciente cantidad de instalaciones de todo tipo, de los ejércitos de tierra, mar y aire. Sin entrar ahora en el detalle de esas instalaciones, el objetivo de estas infraestructuras militares es el de equipar a las Islas Canarias como núcleo logístico de las intervenciones de la OTAN en el Sahel.

El gobierno español, hoy el presidido por Pedro Sánchez (ayer y mañana cualquier otro, mientras en este país el pueblo no llegue al poder), comparte e impulsa esa lógica de ocupación militar de las islas con absoluta docilidad, cuando no con entusiasmo. Todas esas actuaciones están convirtiendo a las Islas Canarias en una gran diana, en un objetivo militar de primer orden dentro de la lógica de las políticas de guerra imperialistas.

Un General del Ejército Rojo, en una visita realizada a las islas hace ya años, manifestó que en Canarias no es posible una guerra, sencillamente porque no hay territorio para mover tropas. Un territorio insular con condiciones especialmente frágiles ante cualquier ataque, por su fragmentación y reducida superficie. Unas islas que pueden tener utilidad para las fuerzas asesinas de la OTAN como base logística de ataque, a quienes nada le importan las consecuencias que de ello se derivan para la seguridad, la vida y el futuro del pueblo canario, y de nuestro mismo territorio.

El pueblo canario se niega a ser flanco sur de nadie, y menos de la mayor alianza criminal que haya existido nunca en la historia y de sus miembros expoliadores. Con esa pretensión de convertir a Canarias en flanco sur se pretende impugnar nuestra tricontinentalidad, y debilitar nuestras fortalezas construidas a lo largo de los siglos, y que son vitales para la sociedad futura que luchamos por conquistar.

Las Islas Canarias se reivindican como archipiélago tricontinental, y se niegan a ser flanco sur de nadie.

La lucha del pueblo canario es por un Estatuto de Neutralidad con reconocimiento internacional, que es la única política de seguridad posible para un pueblo con vocación de paz y cooperación internacional, que hará de su condición tricontinental un factor de fortaleza para enfrentar las políticas criminales que las potencias imperialistas nos quieren imponer. Potencias imperialistas siempre encabezadas, en primer lugar, por el Gobierno central de turno.

Los invasores de la paz canaria qué cojan la maleta, / y que nunca la devuelvan.

Los que ponen la muerte en el futuro / que cojan la maleta.

¡Que cojan la maleta, / que cojan para siempre la maleta!"

C. Suárez

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