Hay varios elementos que ayudan a que una huelga consiga su objetivo último: forzar al empresario o empresaria a que acepte las condiciones totales o parciales de la plantilla en lucha.

Los elementos que condicionan la fuerza de una huelga pueden ser: el grado de seguimiento de esta por parte de la plantilla, el momento que se elige para hacerla, el número de jornadas de huelga que acumula, etc. En resumen, todo lo que afecte a la producción. Estos aspectos nombrados son tangibles, medibles. Y después hay otros que en un primer momento no parece que afecten a la producción, pero si pueden ayudar e incluso ser determinantes en la eficacia de la huelga. Aquí tendríamos el impacto mediático del paro, la cantidad de usuarios y usuarias afectadas o la solidaridad obrera y popular alrededor de la huelga. 

Además, se pueden dar situaciones particulares para tener en cuenta, como que, muchas veces, el que pare un pequeño porcentaje de la plantilla ya supone el bloqueo de prácticamente el 100 % de la producción, porque son puestos claves. Por ejemplo, si paran todos los y las maquinistas en una fábrica de helados, da lo mismo si los y las administrativas o transportistas van a sus puestos de trabajo, que los helados no se fabrican. Siguiendo con ese mismo ejemplo de la fábrica de helados, no es lo mismo hacer esa huelga en pleno verano que en invierno.

Hoy queremos hablar aquí del número de jornadas de huelga. En 2021 más del 70 % de los 199.026 huelguistas que participaron en las 606 huelgas registradas en el estado español solo hicieron 1 día de huelga. Y solo el 8 % del total hicieron una huelga de 2 a 5 días de duración1.

¿Sabían esos casi 140.000 huelguistas “de un solo día” que haber ampliado su huelga a 5 jornadas solo les supone un 1,20 % de su salario anual? Y es que hacer un mes de huelga supone un 7 % de nuestro salario (entendiéndolo de 14 pagas). Si yo, por ejemplo, lucho por una mejora del 7 % en mi convenio eso equivale a una huelga de un mes. Es decir, que, si con mi huelga de 30 jornadas logro esa subida del 7 %, tardaré un año en amortizar el "gasto" y a partir de ahí “todo son ganancias”.

Conclusión: Más huelgas largas y menos paros de un día. Que se lo digan a los trabajadores y trabajadoras de las autoescuelas de Bizkaia que tras 40 jornadas de huelga lograron una subida superior al 36 % en el nuevo convenio. En este caso, el gasto que le ocasionó a cada trabajador o trabajadora esta huelga (9,1 %), con el carácter retroactivo de 2021 pactado ya estaría recuperado de sobra2 y a partir de ahí todo son ganancias como el que dice.

¿Compensa o no compensa? Una huelga bien organizada siempre compensa. Una huelga que tenga en cuenta lo comentado e incluya a los elementos más conscientes de la plantilla. Ganamos en conciencia y eso redunda positivamente en todos y todas.

Javi Delgado 


2 El preacuerdo contempla un incremento salarial garantizado del 36 % durante los cuatro años de vigencia del Convenio (2021-2024). Un incremento salarial del 14 % para 2021 (IPC acumulado de 2010 a 2021); del 6,4 % para 2022, sobre las tablas de 2021 (IPC 2021); para 2023, incremento del 8 %, y en caso de que el IPC 2022 fuera superior, con garantía de aplicación del IPC, y para 2024 un incremento del 4%, y en el caso de que el IPC 2023 + 1% fuera superior, el IPC 2023 + 1%.

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