Parafraseando nuestro órgano central, la República Socialista de Vietnam es construcción permanente de “unidad y lucha”. La historia de este país legendario de la zona indochina del sureste asiático, ha sido un permanente combate contra la ocupación o intento de sometimiento de diferentes metrópolis, más allá de la etapa donde el modo de producción feudal también encontró su momento de desarrollo.

La más reciente historia relatada con cierta profusión se centra en la gran gesta del pueblo vietnamita en la segunda mitad del siglo XX donde libró episodios que forman parte del acervo internacionalista revolucionario. Quién no se ha detenido para leer cómo se preparó la batalla de Dien Bien Phu ocurrida en 1954; qué papel adquirió la organización de la retaguardia para garantizar pertrechos a la vanguardia; qué significó la victoria en la reorganización general de los países de la zona que se determinó en la Conferencia de Ginebra de ese mismo año, así como la influencia en la convocatoria del año siguiente de la Conferencia de Bandung que fijó un decálogo para la cooperación y organización de los países afroasiáticos que posteriormente se agruparon en torno al Movimiento de Países No Alineados.

De máxima importancia para la Historia del Socialismo, y, por tanto, para la Historia de la Humanidad, en el contexto de la enconada situación de la lucha de clases, es la victoria sobre el imperialismo norteamericano que tuvo que hincar las rodillas ante un ejército, pueblo y organización, donde los valores patrióticos de compromiso, entrega y abnegación superaban incluso al napalm que los criminales lanzaron indiscriminadamente sobre la población.

Como algunos historiadores han calificado, “la guerra vietnamita es la última gran guerra colonial del siglo XX”, más allá de consideraciones de ciertos procesos latinoamericanos. Pero el desarrollo de la guerra de liberación nacional de Vietnam presenta un inequívoco componente donde, insistimos, el pueblo, la organización guerrillera y después el Partido, protagonizan la consecuente victoria, En próximos artículos verteremos la relevancia de Ho Chi Minh que, desafortunadamente, no pudo asistir a los Acuerdos de París que pusieron fin a la guerra.

Secretaría de Internacional

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