Para salir de la crisis el capital necesita hacer aún más miserables las condiciones laborales de la juventud obrera y de extracción popular, condenando a los jóvenes a un futuro de precariedad en el que sirvan de mano de obra barata a la burguesía.

Los datos del paro de noviembre (-0,05% con respecto al mes anterior, 4.808.908 parados en total1) han sido vendidos por el Gobierno y sus medios de comunicación como una prueba de que las medidas capitalistas son positivas para el país y contribuyen a sacarlo de la crisis.

No obstante, la realidad es otra. Lo cierto es que el empleo que se ha creado es precario, pues, de los nuevos contratos firmados en noviembre, el 92,43% son temporales2. Por otro lado, hay que señalar que los datos aportados por el Gobierno se refieren al paro registrado, es decir, a la gente que está apuntada al antiguo INEM. Así, ese leve descenso del paro puede deberse a múltiples factores: muchas personas se desapuntan del paro para volver a estudiar, o dejan de buscar empleo en España, o, sencillamente, se les acaba la prestación. En otras palabras, los datos ofrecidos por el Gobierno no son concluyentes en absoluto y tratan de camuflar una situación verdaderamente dramática.

Si echamos un vistazo a los últimos datos de la EPA (tercer trimestre de 2013), vemos que el total de desempleados en España roza los seis millones (5.904.700), lo que supone una tasa de paro del 25,98%3; y si atendemos al número de afiliados a la Seguridad Social comprobaremos cómo éste desciende en 66.829 personas con respecto al mes anterior, acumulando ya un total de 237.505 personas menos que el año pasado4. Es decir, se sigue destruyendo empleo y echando a la calle a miles de trabajadores, lo que abarata los salarios y precariza aún más las condiciones laborales de la clase obrera. Ésta, y no otra, es la salida que plantea el capital a su crisis: más precariedad para la clase trabajadora; y es dentro de este marco donde debemos analizar el fenómeno del paro juvenil.

Según los datos ofrecidos por el Gobierno, el desempleo en los jóvenes aumenta en noviembre en 1.230 personas5, lo que hace un total de más de 450.000 jóvenes desempleados6. Por si esto fuese poco, en octubre la tasa de desempleo juvenil en España alcanzó el 57,4%7, situándose a la cabeza de los países de la zona euro (sólo superada por Grecia, que tiene un 58%), y precarizando todavía más las condiciones laborales de los jóvenes de extracción popular. Para éstos, el futuro que el capitalismo tiene reservado es un futuro de miseria, en el que puedan servir de mano de obra barata en trabajos precarios.

Puede comprobarse cómo este futuro de precariedad al que la juventud obrera está abocada en el capitalismo va labrándose desde el sistema educativo. Las diferentes reformas educativas de los distintos gobiernos han tenido como objetivo fundamental apartar de la Educación (tanto de enseñanzas medias como superiores) a los jóvenes de clase obrera, relegándolos a la Formación Profesional en el mejor de los casos, para reducirlos a simple mano de obra barata, y reservando los puestos de trabajo bien remunerados a los hijos de la burguesía, que pueden pagarse una carísima y elevada formación.

Toda esta tendencia a la precarización de la clase obrera en general, y a la juventud en particular, está enmarcada dentro de las directrices que impone la Unión Europea y que el gobierno español, como fiel servidor suyo, se encarga de hacer cumplir con vistas a una salida de la crisis favorable a la burguesía. Por ello, si se pretende una salida de la crisis favorable a la clase obrera, y en especial a la juventud obrera, es vital, lejos de “mejorarla desde dentro” o “hacerla más social”, salir de la UE rompiendo incondicionalmente con ella.

Fernando Puertas


4Informe de Afiliación de Noviembre de 2013 (Página 4)

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