Edurne LH es periodista en el medio anticapitalista LaHaine.org y colaboradora en otros medios alternativos. Es presidenta de la asociación navarra DesperTrans y vocal de la Federación Plataforma Trans.

Unidad y Lucha: 1- La lucha feminista y la de las personas trans durante un tiempo fue una lucha común ¿ cuándo se quiebra esa unidad?

Edurne: Aunque los discursos transexcluyentes dentro de los movimientos feministas no son nuevos, existiendo antecedentes principalmente en Estados Unidos y Reino Unido, en el Estado español hace unos 4 o 5 años era algo totalmente anecdótico y residual. Las primeras alarmas saltaron sobre el año 2019, con el comunicado abiertamente tránsfobo del Partido Feminista de España, presidido por Lidia Falcón, o también con las declaraciones incendiarias de varias ponentes de la Escuela Feminista Rosario Acuña de Gijón, entre ellas Alicia Miyares, Ángeles Álvarez o Amelia Valcárcel (todas ellas vinculadas al PSOE). Entre sus intervenciones se pudieron oír lindezas como “las personas trans son el caballo de Troya del patriarcado”, “los llamo tíos, porque son tíos”, afirmar que “las mujeres trans tienen los mismos privilegios que los hombres”, o incluso vincular a las personas trans con el proxenetismo o la pederastia.

Posteriormente en la manifestación del 8M del 2020 en Madrid, un grupo de “feministas” transexcluyentes trataron de tomar por asalto el escenario que se había colocado al final de la marcha, y al no conseguirlo se pusieron a abuchear a una mujer trans mientras leía el comunicado.

Pero el verdadero pistoletazo de salida a esta guerra que han declarado contra las personas trans lo dio el PSOE en junio de 2020, cuando se hizo público un argumentario transfobo que “alertaba” sobre “los peligros” del proyecto de ley trans (un argumentario que incluso fue aplaudido por el presidente de la asociación ultracatólica Hazte Oír y que ha sido utilizado por VOX en sus discursos contra ley trans).

Me parece importante decir que todos estos hechos vinieron desde el feminismo burgués, institucional y vinculado mayoritariamente al PSOE. Un feminismo que estaba perdiendo fuelle frente al feminismo de la calle, anticapitalista, antifascista, antirracista… Y que enseñó los dientes en la Huelga General feminista del 8 de marzo del 2018. El feminismo burgués e institucional entonces tuvo miedo y parece que había que buscar la manera de dividir al movimiento feminista para que ese feminismo burgués no perdiera su hegemonía.

De todas formas y pese al ensordecedor ruido de estos 2 últimos años, hay que decir que el feminismo ni está dividido ni está en contra de las personas trans, el feminismo es mayoritariamente transinclusivo, y los discursos transexcluyentes son totalmente minoritarios, pese a que han conseguido hacer mucho ruido a través de las redes sociales o de medios de comunicación que han dado cabida a sus discursos de odio.

Unidad y Lucha: 2. Explícanos la importancia de la Ley trans.

Edurne: La Ley Trans que exigimos, es una ley que viene en primer lugar a despatologizar, a dejar de tratar a las personas trans como si fueran enfermas mentales (la OMS dejó de considerar la transexualidad una enfermedad mental en el año 2018), poniendo fin a la obligatoriedad de los tratamientos médicos para poder solicitar el cambio de nombre y sexo registral. Y unido a esto, la columna vertebral de esta ley es la autodeterminación de género, es decir, la posibilidad de que una persona designe libremente su género y su identidad, sin necesidad de confirmaciones externas, y que la Administración reconozca legalmente dicha identidad.

Es importante porque actualmente las personas trans pasamos por un largo proceso para poder optar al cambio de sexo registral, con obligación de tratamiento médico, y en muchas ocasiones pasando por requisitos y situaciones que atentan contra la dignidad de las personas.

Unidad y Lucha: 3. ¿ Por qué cierto feminismo es tan beligerante con dicha ley?

Edurne: En el caso del feminismo institucional vinculado al PSOE por un lado, como explicaba antes, una de las razones es la necesidad de dividir al movimiento feminista para recuperar su hegemonía.

Pero principalmente, a lo que hemos asistido es a una lucha de poder. Me explico: la llegada al Ministerio de Igualdad de Unidas Podemos fue lo que puso en pie de guerra a estas “feministas” burguesas, ante la pérdida de sus puestos de poder en el Ministerio. Y es por eso que las personas trans nos hemos convertido en el saco de boxeo de ese feminismo burgués representado por el PSOE, nosotras y nuestros derechos hemos sido utilizadas como arma arrojadiza para atacar al actual Ministerio (de la misma manera que han hecho con otros temas).

Y en el caso de otras organizaciones, en principio no vinculadas al PSOE, es incomprensible a la par de que intolerable que hayan asumido estos postulados transexcluyentes que tienen más que ver con la ultraderecha o el ultracatolicismo que con un ideario de izquierda y feminista. El tiempo pone a todo el mundo en su lugar y espero que este posicionamiento les acabe pasando factura.

Unidad y Lucha: 4. En la sociedad capitalista bastante patriarcal y homófoba, por cierto, esa ley ¿solventa las dificultades de las personas trans?

Edurne: Es bastante obvio que una ley, de por sí, no va a solucionar de golpe y porrazo todos los problemas del colectivo trans. Y es que la discriminación contra las personas trans es algo estructural y además con profundas raíces en la historia.

En el caso del Estado español, la dictadura nos persiguió, llegando a crear campos de concentración para personas LGTBI (aunque el franquismo, incapaz de distinguir entre orientación sexual e identidad, nos llamaba a todes “maricones”) y personas que no tenían una expresión de género normativa. En estos centros se trataba de ”enderezar” a las personas LGTBI con terapias de conversión, electroshocks… Pero con la llegada de la “democracia” la discriminación no terminó y aunque la ley franquista de peligrosidad social fue derogada en 1978, dejando de perseguir la homosexualidad, las personas trans siguieron siendo reprimidas en base a la llamada Ley de escándalo público, que siguió vigente hasta 1988. Posteriormente las personas trans también sufrimos la exclusión del Sistema Nacional de Salud (medida tomada por la ministra de Sanidad del PSOE Ángeles Amador) hasta que los sistemas de Salud autonómicos fueron asumiendo la atención sanitaria. Agresiones, incluso asesinatos, una tasa de desempleo entre el colectivo trans de más del 80%...

Está claro que la Ley Trans no va a borrar de un plumazo años de discriminación y marginación total hacia las personas trans (y menos con estos últimos años que hemos tenido de campaña salvaje contra las personas trans), pero avanza en la buena dirección, al despatologizar nuestras vidas, reconocer nuestras identidades sin necesidad de requisitos abusivos, implementar políticas para el fin del apartheid laboral que sufrimos, protección en el ámbito escolar, protección frente a las agresiones, frente al bullyng, etcétera…

Unidad y Lucha: 5. ¿A que se debe la coincidencia en los discursos de lo más fascista, machista y retrógrado de la sociedad con posicionamientos del feminismo burgués?

Edurne: Los discursos de odio son discursos de odio los diga el señor Abascal o los diga una “feminista” transexcluyente. Los discursos de odio son discursos específicamente diseñados para señalar, estigmatizar y azuzar a la población contra un determinado colectivo. La historia está llena de ejemplos de como se han usado estos discursos contra personas racializadas, contra inmigrantes, contra mujeres, contra personas LGTBI, etc…

Los discursos de odio beben del bulo, de la criminalización, del discurso incendiario y de la táctica Goebbeliana de repetir mil veces una mentira con el objetivo de que se convierta en “una verdad indiscutible”.

En este sentido, nos han llamado: “pederastas”, “violadoras”, “tíos con falda y peluca”, “neoliberales”, han dicho que vamos a cambiar de sexo para evitar denuncias de violencia de género, que queremos “hormonar y mutilar niños”… y un larguísimo etcétera. Todo un discurso que busca señalarnos, arengar a las masas en nuestra contra y, en última instancia, borrarnos del mapa.

Es por eso que en la actualidad coinciden totalmente los planteamientos de la extrema derecha o del ultracatolicismo con estos discursos del “feminismo” transexcluyente. Y es que son discursos que tienen que ver con lo reaccionario y con el fascismo, y que no son compatibles con las ideas de izquierda, anticapitalistas, antifascistas, antipatriarcales…

Unidad y Lucha: 6. Sobre la medicalización de los cuerpos, existen sectores que no quieren medicarse y por parte la sociedad se da por sentado que tiene que ser así, ¿qué puedes decirnos tú?

Edurne: La ley del 2007 obliga a pasar por tratamiento médico hormonal mínimo de dos años para poder optar al cambio registral del sexo (con la legislación anterior era obligatoria la cirugía). Y como bien dices, no todas las personas trans quieren ni sienten la necesidad de hormonarse. Pero la ley del 2007, que fue concebida como una ley patologizante nos obligaba a todas las personas trans a pasar por el mismo embudo.

El actual proyecto de Ley viene también a desmedicalizar el cambio de sexo registral, abriendo la puerta a que estos tratamientos sean opciones, no imposiciones ni obligaciones.

Unidad y Lucha: 7. ¿Cuáles son las reivindicaciones del colectivo?

Edurne: Una de las primeras reivindicaciones era una Ley Integral específica para personas trans, esta reivindicación ya se la cargó el PSOE el año pasado con sus recortes y su fusión de la ley trans con la ley LGTBI.

Más allá de eso, exigimos una ley donde se reconozca la autodeterminación de género, avanzando en el camino de la despatologización. También exigimos respeto para las infancias trans, que puedan autodeterminar su género también sin límite de edad (en el actual borrador las personas de entre 12 y 14 años estarán judicializadas, y por debajo de los 12 no da ninguna posibilidad, contraviniendo sentencias del Tribunal Constitucional y del Supremo), exigimos que la autodeterminación de género también alcance a las personas trans migrantes, y que su identidad se vea reflejada en los documentos que expide el Estado, con independencia de su situación en su país de origen. Y también exigimos que se reconozca la identidad de las personas no binarias, abriendo la posibilidad de una tercera casilla de género no binario.

Y por último, pero no menos importante, está el tema de la Memoria Histórica Trans, de la denuncia de la persecución y marginación del colectivo trans por parte del Estado español. Exigimos al Estado reconocimiento y reparación.

Unidad y Lucha: 8. Quieres contarnos alguna cuestión que consideres importante y no te hemos preguntado?

Edurne: En primer lugar, quiero agradeceros el interesaros por el tema, dando además voz a quienes vivimos todo esto en primera persona: las personas trans.

Y para terminar, y ahora que parece que la Ley Trans va a ser una realidad (aunque incompleta y mejorable, este no es el borrador en cuya elaboración participamos las organizaciones trans y de familiares de menores trans, pero aún con todo supone un gran avance) quería hacer una reflexión sobre esas organizaciones que se autodefinen “de clase”, “anticapitalistas”, “feministas” o “antifascistas” pero que han abrazado un ideario propio de la extrema derecha: las ideas transexcluyentes. Y es que ahora, cuando la ley entre en vigor y se vea que ese apocalipsis que vaticinaban no era más que una falacia ¿Qué harán? ¿Harán como si no hubiera pasado nada? ¿Seguirán autodefiniéndose como “izquierda”, anticapitalistas”, “feministas” o “antifascistas?

Creo que es nuestro deber señalar dichos discursos y dichos argumentos discriminatorios y dejar claro que la transfobia no es compatible ni con las ideas de izquierda, ni con el feminismo. Yo por mi parte no pienso olvidar, a esas organizaciones, colectivos, militantes, e incluso medios de comunicación “alternativos” que han abrazado el discurso del odio y la discriminación. De la misma manera que no olvidaré a quienes nos han apoyado, y a quienes nos han dado voz a las personas trans.

Eskerrik asko/Muchas gracias

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