DECLARACIÓN DEL POLO DE RENACIMIENTO COMUNISTA EN FRANCIA (PRCF)

Tres meses después de que el Parlamento Europeo adoptara una resolución afirmando que el "exterminio por inanición [en Ucrania en 1932-1933] debe calificarse de genocidio" -es decir, utilizando el término "Holodomor" de forma oficial y acrítica-, la llamada "Asamblea Nacional" acaba de alinearse con su modelo bruselense (y alemán, pues el Bundestag ya ha adoptado una resolución similar) aprobando casi por unanimidad la propuesta de "resolución sobre el reconocimiento y la condena del gran Holodomor",) al aprobar casi por unanimidad la propuesta de "resolución sobre el reconocimiento y la condena de la gran hambruna de 1932-33, conocida como "Holodomor", como genocidio".

Esta "resolución" groseramente anticomunista y rusófoba fue apoyada por un arco político que va desde la fascista "Agrupación Nacional" hasta los llamados partidos de "izquierda" institucional PS y EELV, pasando, por supuesto, por toda la derecha reaccionaria y antipopular. Esta maniobra es tanto más grotesca cuanto que el proyecto de resolución fue presentado en la Asamblea Nacional y registrado por ésta el 27 de enero, día en que el centro de exterminio de Auschwitz fue liberado por... el Ejército Rojo.

Sólo los más crédulos dejarán de ver que esta resolución, supuestamente "para permitir a los historiadores continuar sus investigaciones destinadas a establecer y documentar los hechos", es en realidad una enorme campaña de propaganda iniciada históricamente en los años 30 por... los nazis, que alentaban la independencia de Ucrania, en la que ya tenían puestos los ojos para lograr su gran "espacio vital". Una campaña que se aceleró en los años 80 en Estados Unidos (donde los bandidos ucranianos fueron recibidos con honores) bajo la influencia del trabajo de "historiadores" como Robert Conquest, autor de Bloody Harvest: Land Collectivisation in the USSR (Cosecha sangrienta: la colectivización de la tierra en la URSS). No sorprenderá que Conquest, según sus propias palabras, "asesorara a Margaret Thatcher cuando era líder de la oposición y luego Primera Ministra, incluso redactando su primer discurso [sobre relaciones internacionales]", ni que fuera galardonado con la "Medalla de la Libertad" por el criminal George W. Bush en 2005, ni que muchas de sus obras fueran distribuidas por Praeger Press, una empresa estadounidense que publicó varios libros a petición de... la CIA. Una campaña dirigida por "investigadores" ucranianos o cercanos a la comunidad de emigrados ucraniano-estadounidenses cuyas afabulaciones fueron aprobadas por el Congreso estadounidense de Ronald Reagan hace 35 años, en abril de 1988.

Por lo tanto, ¿debería sorprendernos que esta resolución se adoptara en presencia de Vadym Omelchenko, embajador del régimen pronazi de Kiev en Francia? Es cierto que el régimen de Macron lleva años coqueteando alegremente con los nostálgicos de Stepan Bandera, como cuando François de Rugy recibió con honores, en junio de 2018, a Andreï Paroubyi, entonces presidente de la Rada (Parlamento) ucraniana y fundador de Svoboda, un partido ultranacionalista y antisemita nostálgico de Stepan Bandera y del Tercer Reich. Del mismo modo que desde hace años, y más aún desde el inicio de la intervención rusa en Ucrania en febrero de 2022, banderas del Ejército Insurgente de Ucrania (UPA), brazo armado de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) que Bandera dirigía con el apoyo financiero de los nazis, se exhiben alegremente en las calles de París durante las manifestaciones de los "ucranianos de Francia" banderistas. El PRCF tuvo que vérselas con algunos de estos secuaces durante la conmemoración del 80 e aniversario de la victoria de Stalingrado, el 4 de febrero (¡la única conmemoración organizada en Europa para la ocasión!): es cierto que celebrar la victoria del Ejército Rojo sobre la barbarie nazi y de Bandera resultaba insoportable para los rehabilitadores del nacionalismo ucraniano...

Cada vez más servilmente alineada con Bruselas, Berlín y Washington, la oligarquía euroatlántica de Francia y sus secuaces fascistas, reaccionarios y falsamente "socialistas" y "ecologistas" prosiguen su falsificación engañosa y negacionista de la historia, pero esta vez van un paso más allá recurriendo al arma legislativa. Con ello siguen los pasos de la burda labor propagandística emprendida en los años 30 por los nazis, como demuestra Douglas Tottle, periodista y sindicalista canadiense, en su libro Fraude, hambruna y fascismo: el genocidio ucraniano o el mito hitleriano de Harvard. "No es historiador", se nos dice. Lo que no impide a los grupúsculos de bandidos apoyarse en el "trabajo" de la periodista Anne Applebaum, autora de Famine rouge : la guerre de Staline en Ukraine (2017), para quien el carácter genocida anti-ucraniano de la hambruna no está en duda y para quien Ucrania habría sido históricamente una "colonia" de Rusia....

Sin embargo, podemos citar a multitud de historiadores -incluidos estadounidenses- que refutan la falacia del término "genocidio" sobre el Holodomor, como Mark Tauger en Famine and Agricultural Transformation in the USSR, que ha demostrado que la URSS redujo las exportaciones de trigo y distribuyó millones de toneladas de alimentos de sus reservas para contrarrestar la hambruna -invalidando así la imagen de una hambruna creada artificialmente-y que la colectivización garantizó la movilización y distribución de recursos, como el uso de tractores, la ayuda en semillas y la ayuda alimentaria, lo que permitió a los agricultores producir una buena cosecha durante una hambruna sin precedentes en la historia rusa y luego soviética. Sin olvidar a Stephen G. Wheatcroft, profesor de la Universidad de Melbourne; Robert W. Davies, profesor emérito de la Universidad de Birmingham; Terry Martin, profesor de la Universidad de Harvard; Hiroaki Kuromiya, profesor de la Universidad de Indiana; Lynne Viola, profesora de la Universidad de Toronto; D'Ann R. Penner, profesora de la Universidad de Memphis; John Arc Getty, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles; Orlando Figes, profesor del Birkbeck College de Londres; Alec Nove, profesor de la Universidad de Glasgow (1915-1994); Viktor Kondrashin, profesor de la Universidad Estatal de Penza; o Alain Blum, director de investigación del INED y director asociado de estudios de la EHESS. Sin olvidar a Annie Lacroix-Riz que señala con picardía en Petite contribution au livre noir de l'anticommunisme et de la contre-révolution: "Stalin y el régimen soviético habrían tenido así la capacidad de enterrar para siempre a los muertos amontonados en unos meses, mientras que el exterminio de seis millones de judíos, prolongado durante casi tres años, acumuló pruebas inmediatamente visibles, percibidas desde el principio mucho más allá de las fronteras de la realización del proceso, y conservadas en los lugares del genocidio a pesar de los esfuerzos realizados por el Tercer Reich para ocultar todo rastro del mismo a partir de 1944. " ?

Se nos perdonará esta lista, pero es inevitable ante los falsificadores de la historia, los partidarios de un oscurantismo a las órdenes de Bruselas, Berlín y Washington, y los enterradores de lo que queda de "democracia liberal" en Francia. Pues en pleno conflicto de las pensiones marcado por el brutal autoritarismo de la Macronie, apenas el 30% de los diputados votaron este texto chusco. Casi por unanimidad, es cierto, y conviene aquí saludar el voto de los dos diputados P"C"F-PIE presentes (la gran mayoría, encabezada por Fabien Roussel, ha preferido brillar por su ausencia) que han rechazado esta resolución -que no compensará, sin embargo, la aprobación de la infame resolución del 30 de noviembre de 2022 a favor del Eje UE-OTAN y de la financiación del régimen pronazi de Kiev. Nótese la falta de valentía de los eurodiputados de LFI para esta votación: es difícil decir cuál habría sido su actitud cuando sabemos que los eurodiputados de LFI, encabezados por Manon Aubry, aprobaron la resolución europea del 15 de diciembre de 2022 afirmando que el Holodomor es un genocidio...

Más allá de eso, todavía nos preguntamos por qué los cuadros del P"C"F-PIE y de la LFI persisten en mantener la alianza electoralista que es el "NUPES" con formaciones que dedican su tiempo a alinearse con las fuerzas reaccionarias y fascistas para aprobar cualquier texto que criminalice el comunismo, someta a Francia al orden UE-OTAN y, cada vez menos indirectamente, glorifique a los nostálgicos del Tercer Reich. En efecto, al afirmar mendazmente que la URSS perpetró un genocidio, el texto pretende poner a esta última al mismo nivel que la Alemania nazi y, lo que es peor, banalizar la monstruosa singularidad del nazismo.

Podemos estar seguros de que ya no será posible citar a un historiador como Arno Mayer que ha demostrado que "es difícil imaginar que Stalin organizara deliberadamente un genocidio del campesinado ucraniano en particular, con el fin de cortar de raíz el naciente nacionalismo de esa provincia. De hecho, la hambruna irlandesa de la segunda mitad de la década de 1840 [...] es un paralelismo mucho más cercano que el judeocidio de la década de 1940". Pero "curiosamente", seguimos esperando resoluciones para hablar de las víctimas de las hambrunas que asolaron Irlanda a mediados de los años 1840 o Bengala en 1943; pero también de los pueblos indígenas de América del Norte que "fueron considerados obstáculos a la colonización, parásitos a eliminar" y que "hasta alrededor de 1890, fueron masacrados en proporciones genocidas" (Pap Ndiaye -¡sí! -, "L'extermination des Indiens d'Amérique du Nord", en Marc Ferro, Le livre noir du colonialisme, 2003); los Hereros destruidos por la Alemania Imperial en 1904 en Namibia; o el millón de comunistas indonesios asesinados en pocos meses en 1965 por orden de Suharto, con la complicidad y la bendición de la CIA. Pero es más probable que el próximo supuesto "genocidio" que reconozca dicha "Asamblea Nacional" sea el que asoló a los vandeanos en 1793, en una nueva empresa de criminalización mendaz de la Revolución jacobina y de sus principales actores (Robespierre a la cabeza) que la película "Vaincre ou mourir" (Vencer o morir), subvencionada por la villista Puy du Fou, acaba de guionizar de forma grotesca y alucinante.

Por ello, el PRCF condena firmemente la resolución oscurantista adoptada por la llamada "Asamblea Nacional", que decuplica la fascistización y criminaliza el comunismo falsificando escandalosamente la verdadera historia. Más que nunca, el PRCF llama a los militantes y a las fuerzas verdaderamente comunistas a trabajar para reconstruir un verdadero Partido Comunista, capaz de luchar contra semejante locura - a diferencia del P”C”F- PIE que continúa su lenta agonía dentro del orden euro-atlántico.

Esto implica a la vez dirigir la lucha intelectual por la ilustración común, en oposición al oscurantismo fascista claramente promovido por los partidarios del orden euroatlántico; pero también la lucha ideológica como hace el PRCF con su periódico nacional Initiative communiste y su revista teórica Etincelles; y finalmente la lucha política VITAL por la salida de la UE, máquina de guerra reaccionaria contra los pueblos y los trabajadores, de la OTAN, brazo armado del imperialismo que siembra el caos y amenaza al mundo con un apocalipsis nuclear, y del capitalismo cuyos partidarios iluminados son los únicos genocidas reales históricos y actuales.

30 de marzo 2023

El Secretariado Nacional del CC del PCRF

 

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