Para el PCPE, el Movimiento Obrero debe ser el principal dique de contención del tsunami de cultura e intereses de la burguesía que va inundando los cimientos de un Estado cada vez menos social y donde solo se guardan las apariencias.
Las matemáticas no engañan y las cifras son muy claras: hay mucha más clase obrera que burguesía, muchas más trabajadoras y trabajadores que empresarios, y muchos más pobres y con dificultades económicas para sobrevivir que ricos. Sin embargo, el sistema está hecho por y para la burguesía mientras gran parte de la clase obrera no entiende ni tan siquiera que no son clase media, que eso no existe, que es una clase aspiracional.
En las últimas huelgas generales, hace ya tiempo (2010 y 2012) se gritaba eso de “No hay otra manera, o con la Patronal o con la Clase Obrera”. Es un slogan que determina las diferencias de clase. Uno de los grandes logros del capitalismo ha sido sin duda la división de la clase obrera, que los representantes sindicales de los trabajadores se peleen entre ellos para conseguir representación en lugar de para representar a las plantillas frente al empresario es lo habitual y algo que está normalizado.
Hoy hay un número incalculable de organizaciones sindicales que dicen defender los intereses de las y los trabajadores, esto es fruto de la decadencia sindical de las centrales mayoritarias, pero sin lugar a duda también de la visión cortoplacista de algunas organizaciones que solo les preocupa su entorno más cercano.
Esta amalgama de organizaciones sindicales, donde puedes encontrar sindicalistas con conciencia en casi todas, pero que, en general el sindicato no comprende su papel histórico de defensa de los intereses generales de clase, es uno de los grandes problemas y retos que hoy tiene la Clase Obrera. Somos conscientes que el Sindicalismo tiene como principio llegar a acuerdos con Gobierno y Patronal que mejoren las condiciones de trabajo, pero estos acuerdos no deben ser a cambio de la pérdida, una tras otra, de derechos y condiciones laborales: los acuerdos deben ser expresión de la lucha por mejores condiciones. El PACTO SOCIAL ha matado el sindicalismo de clase, ha hecho que la clase olvide la fuerza que tiene: somos quienes lo producimos todo.
En este sentido, tener una Tabla Reivindicativa para el Movimiento Obrero y Sindical que unifique criterios y objetivos es una perentoria necesidad. Tabla que podrá ser asumida por la práctica totalidad de las organizaciones sindicales que se consideran de clase presentes en el Estado español. Apostar por subidas salariales, reducción de jornada, aumento de las pensiones o garantizar los sistemas públicos. Con estos objetivos es posible la unidad de acción y orgánica.
Para el Partido Comunista de los Pueblos de España, las líneas básicas que no se pueden traspasar son las siguientes:
- La burguesía quiere que todo lo regule el mercado y la libertad de empresa, porque lo que no va al sistema público va a sus bolsillos. En este caso, la defensa de lo público debe ser una de las señas de identidad de la lucha sindical: defensa del Transporte Público, de la Sanidad, de la Enseñanza, del sistema de Pensiones. Porque lo público no puede ser un negocio privado. Esto es incuestionable y ya excluye a organizaciones sindicales que apuestan por la privatización en interés del patrón capitalista. Asumir y defender la enseñanza concertada, los hospitales de gestión privada, pero sobre todo los planes de pensiones privados incluso pactados en los convenios colectivos, excluye de cualquier unidad a sindicatos que lo defienden.
- Otro aspecto fundamental que se debe trabajar si se quiere la Unidad Sindical es, sin lugar a dudas, la independencia de las asambleas para decidir. Las plantillas deben tener la última palabra sobre los acuerdos, los sindicatos no pueden decidir por encima de la asamblea, deben participar y dar argumentos, pero no decidir por ellas.
- La negociación colectiva es un arma de la clase obrera que las organizaciones sindicales deben ejercer desde el principio básico del binomio presión/negociación. Cuando asumimos el Pacto Social como elemento de negociación, estamos dando por sentado que el poder lo tiene la otra parte, estamos despreciando la capacidad de la clase obrera. Entendemos que nada nos van a regalar, solo con la lucha y la organización avanzamos. En cada lucha nos preparamos para la siguiente, en cuanto dejamos de luchar estamos negociando con una presión que ejercieron otros, dilapidando nuestros “ahorros sindicales” sin generar nuevos.
Puntos básicos para trabajar la unidad.
- Empleo: eliminación de la subcontratación y las empresas de servicios. Se están sustituyendo trabajadores de las empresas principales por empleados de una subcontrata o empresa de servicios con menores condiciones laborales, ya que la reforma laboral permitió los convenios de empresas de servicios en lugar de aplicar el convenio de la empresa principal. Esto elimina la posibilidad de la organización sindical en el lugar de trabajo en muchos sectores como el del transporte de mercancías.
- Salarios: la recuperación del poder adquisitivo perdido durante años, que puede llegar a más de 20 puntos, debe ser recuperado mediante un plan de subidas salariales por encima del IPC. El SMI no debe ser inferior a los 1.800 euros/mes, como nuestros vecinos franceses.
- Pensiones/Jubilación: prohibición de los planes privados de empleo o de pensiones en los convenios. Se debe reconocer la posibilidad de coeficientes reductores a profesiones de riesgo, permitiendo una reducción en la edad de jubilación, así como no incentivar que personas que tienen los años necesarios puedan prolongar su vida laboral. Jubilación a los 60 años como norma general.
- Potenciar los servicios públicos, recuperando los servicios esenciales para la comunidad hoy día privatizados. Para ello se propone la nacionalización de los medios de producción en los sectores estratégicos como el agua o la agricultura, las telecomunicaciones, el transporte, la energía, la Banca y el sector financiero, así como los sistemas de transformación básicos, la intermediación en la comercialización de los productos esenciales para la población. Además se propone la reversión de todos los servicios privatizados en sanidad y educación, con la posibilidad de nacionalizar colegios y hospitales que ya hayan sido amortizados y pagados por el erario público con creces.
- Realización de un Estatuto de las trabajadoras y trabajadores que proteja a nuestra clase de los desmanes de la patronal y no al revés, como el actual.
Estos breves puntos no pretenden ser más que unas bases sobre las que trabajar la unidad de los sindicatos de clase, que respete los acuerdos tomados en asamblea y combativo, frente al sindicalismo que defiende los acuerdos con la patronal, aunque la asamblea esté en contra, que no lucha más que de “broma” y que no deja poso organizativo tras cada lucha. Solo la clase obrera organizada e independiente ideológicamente será capaz de salvar al conjunto del pueblo trabajador y, por tanto, nuestra función es ayudar a crear estructuras organizativas de la clase trabajadora allí donde está la contradicción principal, en los centros de trabajo.
Hacemos un llamamiento a obreras y obreros sindicalizados y a quienes aún no lo están, a organizar asambleas en las que se discutan los puntos aquí propuestos, con los que iniciar la necesaria unidad de acción y orgánica del conjunto de trabajadoras y trabajadores, en aras de la definitiva unidad de clase que derrote al Capital.
Secretaria de MOS del C.C del PCPE