La realidad mundial del petróleo es grave. Quizás la más delicada hasta ahora. La verdad cercana al petróleo se dará antes del 2050, pero la misma no será alarmante como muchas agencias lo han esperado. El petróleo no dejará de ser un asunto de prioridad tanto para los países productores como para los consumidores. Si durante más de un siglo ha sido parte importante de la energía que mueve al planeta, hoy no podemos llegar a compartir un escenario donde vayamos a creer que el mismo pueda asustarnos.
En dos décadas y media estaremos en el año 2050. Para entonces las proyecciones son escalofriantes, pero si algunos desde Occidente deseen tomarlas como alarmistas están en todo su derecho al tratar de imponer su caos, aunque la mayoría de países productores y consumidores deberían tomar como algo normal su desarrollo y consumo.
El precio del barril ha sido estable desde el año 2022, esto, producto de la guerra en Ucrania y los nuevos ataques en el Golfo Pérsico y amenazas por parte de las locuras sionistas de Israel contra Palestina, Irak, Líbano y Siria. Nos imaginamos que las salas situacionales en Occidente, principales armadores de conflictos, tendrán claro que de seguir prolongando los mismos todas las energías irán en aumento y que el barril de petróleo muy pronto va a sobrepasar los tres dígitos.
Aunque Occidente debería estar al menos pensando en la emergencia energética que se avecina. Se necesitarán para los próximos 25 años, es decir como fecha tope el 2050, un total de 17 billones y medio de dólares para alcanzar y cubrir la demanda mundial de crudo, y esta no descansará hasta rozar su consumo diario sobre los 126 millones de barriles. Esto significa obligatoriamente que deberán invertirse 640.000 millones de dólares al año.
Solo las tareas de exploración y producción se llevarán 14 billones de dólares hasta la misma fecha del 2050. De hacerse, esto representaría 525.000 millones de dólares al año.
Las proyecciones y trabajos desde ya se expresan en los Upstream, Midstream y Downstream, tres grandes sectores o campos donde se dividen y clasifican las industrias de los hidrocarburos del mundo; petróleo y gas.
En el Upstream se ubican los sectores de exploración y producción. Conseguir gas y petróleo son conocidos en la industria de los hidrocarburos con las siglas E&P. Se explora, luego se perfora y finalmente se extrae el producto. De allí se miden los inventarios. Esta es una de las actividades más importantes pues de allí se calculan las reservas de un país.
El Midstream es el almacenamiento y comercialización en grandes cantidades de petróleo y licuefacción del gas natural para luego transportarlos por tuberías, ferrocarriles, barcazas, tanqueros, metaneros y camiones, y finalmente almacenarlos para un destino o procesamiento.
En el Downstream se encuentra todo lo que tiene que ver con las tareas de refinación del petróleo crudo y procesamiento, también tiene que ver con la purificación del gas natural. Este se transforma en gasolina, querosén, combustibles aeronáuticos, gasóleo, fuel oil, lubricantes, ceras, asfalto, gas natural, gas licuado del petróleo y miles de productos petroquímicos.
Bien, la emergencia está declarada para la sobrevivencia tanto en los Downstream donde se necesitarán casi 2 billones de dólares, mientras que en el Midstream deberán invertirse casi un billón y medio más de la moneda norteamericana.
Pero el mundo del petróleo y el gas están llenos de amenazas. Chantajes como los de Guyana, que no pertenece a la Organización de Países Exportadores del Petróleo (OPEP) y se han convertido en uno de los países que da crudo con descuento a EE.UU., adonde ha incrementado sus colocaciones. Crudo que se extrae de territorios reclamados por Venezuela.
En Guyana están los mercenarios del petróleo. Han bajado sus precios de ventas para conquistar el apoyo de EE.UU., en tanto que su producción va en aumento. Mientras el espectáculo de precios que da Guyana amenaza al desarrollo mundial del petróleo y del gas, juntos participan en inversiones perturbadoras.
Ponerle orden a la producción y sus precios es la única salida si la humanidad quiere evitar los traumas del desabastecimiento. Los mercados pudieran entrar en crisis si la OPEP no es escuchada ni tomada en cuenta sus advertencias.
La seguridad del suministro será reflejo en cuanto a la estabilidad en ciertos países. Una nueva crisis afectará a la actual situación geopolítica la cual está en duras dificultades, mismo nivel de peligro en cuanto a inversiones tras la activación de nuevos escenarios de guerras.
Pero esta vez los suministros e inversiones serán la certeza para los consumidores. La verdad del petróleo ya se alcanzará y sorprenderá por encima de un consumo diario de 112 millones diarios para el año 2029. Serán 10 millones más que lo consumido en el año 2023.
Pero las cifras del aumento seguirán rigiéndose por la desigualdad. Los países del más alto consumo se sitúan en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): Canadá, EE.UU., Reino Unido, Dinamarca, Islandia, Noruega, Türkiye, España, Portugal, Francia, Irlanda, Bélgica, Alemania, Grecia, Suecia, Suiza, Austria, Países Bajos, Luxemburgo, Italia, Japón, Finlandia, Australia, Nueva Zelandia, México, República Checa, Hungría, Polonia, Corea del Sur, Eslovaquia, Chile, Eslovenia, Israel, Estonia, Letonia, Lituania, Colombia y Costa Rica.
En este grupo están muchos de los implicados contra Venezuela: Israel, Colombia, EE.UU., España, Reino Unido y Costa Rica. Grupo de enconados enemigos quienes, en vez de tratar de mejorar sus relaciones internacionales, optan por colapsarlas.
Mucho antes del 2030 la OCDE asumirá un aumento de petróleo en casi 10 millones más de toneles hasta llegar a consumir diariamente más de 66 millones de barriles diarios.
El planeta entero irá de consumir 102 millones de barriles al día desde el 2023, al 2050 donde se consumirá diariamente más de 120 millones de toneles de crudo. Solo India aumentará su consumo en 8 millones diarios. Mientras en Asia, África y Oriente Medio estará concentrado otro importante aumento. En África 600 millones de seres humanos no tienen acceso al menos a un tipo de energía.
Mientras, desde la Agencia Internacional de Energía advierten que los precios del petróleo podrían debilitarse. Más que una advertencia, lo que realmente pareciera ser es una clara amenaza.
Para el 2050 el consumo se centrará mayoritariamente en tres grupos. Crecerán los sectores petroquímicos con casi 5 millones de barriles diarios. Transporte por carreteras más de cuatro millones y medio de barriles al día, y la aviación pasará a ubicarse en cuatro millones doscientos mil barriles diarios. Existen 4 millones de barcos y 6 millones de aviones esparcidos por todo el planeta.
Para los ilusionistas del mercado de autos eléctricos hay malas noticias. El 70 por ciento de la flota mundial al 2050 seguirá dominada por gasolina y gasoil. Al 2024 existen sobre el planeta casi 1.500 millones de vehículos y la quinta parte de estos se halla en EE.UU.
Doscientos cincuenta millones de los autos de todo el planeta están en el segundo exportador de estos, EE.UU., con 710 vehículos por cada mil habitantes.
Desde el año 2006 ha habido un crecimiento global en 56 por ciento de vehículos en todo el planeta, y eso que se vivió la crisis mundial de autos por el coronavirus. Sin embargo, nada se detuvo.
Aun cuando la mayoría de coches no es superado por otro país fuera de EE.UU., en el continente asiático hay 140 vehículos por cada mil habitantes, esto son casi 550 millones, superando a toda Europa la cual está constituida por 10 millones de kilómetros cuadrados distribuidos en cincuenta países y 750 millones de habitantes.
Toda Europa al año 2024 cohabita con 413 millones de vehículos. Un total de 288 millones de estos están en la Unión Europea, mientras que 125 millones restantes se encuentran en países no pertenecientes a la Unión Europea. Solo en España hay 33 millones de vehículos.
En América del Norte hay 358 millones de vehículos. Aparte, 300 millones en EE. UU. Son Estados Unidos y Nueva Zelanda los países donde más vehículos hay en todo el planeta.
Mientras en América del Sur existen 210 vehículos por cada mil habitantes, y poseen 84 millones de autos. En otra región, Oriente Medio se ubican 50 millones de vehículos. En África hay 26 millones más de autos, esto es apenas 58 vehículos por cada mil habitantes y en la Antártida apenas 50 de estas unidades por los mil habitantes que se hospedan en esta inhóspita área.
Oriente Medio está compuesta por diecisiete países y poseen 150 vehículos por cada mil habitantes. Y en la República de San Marino, ubicada entre Ciudad del Vaticano e Italia, hay 1300 vehículos con apenas 33.000 habitantes. Es un área de 62 kilómetros cuadrados, es el área del planeta donde hay más carros que gente.
Estados Unidos, Guyana y Brasil, países que están fuera de la OPEP, vienen a representar las tres cuartas partes en los aumentos de crudo. Esta organización ha perdido mercado. Marcadores ajenos juegan a su desestabilización.
El año 2040 será la fecha tope. O vamos a una reunificación de las energías, bajar el nivel de los conflictos en un planeta que estará rozando los 2.500 millones de vehículos con 10.000 millones de habitantes, o las consecuencias serán catastróficas para todos.
Miguel A. Jaimes N.