Son varios los días de protestas, manifestaciones populares y barricadas. El estallido social es una respuesta de rabia a la pobreza, miseria y al hartazgo generalizado de las políticas capitalistas. Entre las terribles estadísticas sobre Bosnia, destacan una tasa de paro de más del 40% y que 1 de cada 5 de sus habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza.

 

Las manifestaciones de protesta más importantes se han dado Tuzla, Sarajevo (capital de Bosnia), Mostar (ésta ciudad es recordada por muchos por tener durante muchos años tropas de ocupación del ejército español al servicio de la OTAN), Zenica y Bihar. Hasta el momento se han extendido a más de 30 ciudades y la mal llamada “comunidad internacional” encabezada por la UE y Croacia piden una intervención para evitar que el ejemplo cunda en la región. La propia prensa burguesa no duda en afirmar que las protestas sociales tienen su origen en la corrupción y la ?crisis social”, lo que en lenguaje marxista conocemos como agudización de la lucha de clases. De momento son varios los ministros cantonales que han dimitido, 3 de los 10 que existen.

El cierre de varias fábricas estatales en Tuzla, las cuáles habían sido privatizadas con anterioridad, generó el estallido social. La prensa burguesa intenta caracterizar el conflicto como si de una “nueva primavera bosnia” se tratase pero el marco social e histórico es bien distinto.

La ciudad de Tuzla, donde se dieron las primeras manifestaciones, fue ejemplo de progreso social del socialismo siendo uno de los centros industriales y culturales más importantes la República Federal Socialista de Yugoslava. Tras el triunfo de la contrarrevolución en los países socialistas el imperialismo inició su escalada violenta fomentando los nacionalismos, liderando dos guerras imperialistas en la región (guerra de Bosnia 1992-1995 y guerra de Kosovo 1998-1999) y fragmentando y arrasando la antigua Yugoslavia Socialista. La clase obrera en Bosnia, pasó por tanto de controlar la producción, de gozar de altas cotas de bienestar social y de formar parte de una federación de estados, a verse avocada al duro invierno del capitalismo, paro, desindustrialización y miseria. Este hecho objetivo, es obviado por la prensa burguesa, quienes sitúan simplemente el origen del conflicto en quejas por la corrupción, demandas en torno a más democracia capitalista o simplemente en una especie de guerras tribales perpetuas que tienen que ver más con el carácter de la población de los Balcanes que con hechos sociales y económicos.

Ante la magnitud de los hechos los tambores de la intervención imperialista tampoco se han hecho esperar, la UE, Turquía (el Imperio Otomano es la antigua potencia colonial), Gran Bretaña, Croacia y hasta la iglesia católica, piden una “intervención internacional”. Valentin Inzko, alto representante de la UE en Bosnia, declaró el pasado domingo que “si la situación empeora, vamos a tener que pensar tal vez en tropas de la Unión Europea (UE). Pero todavía no”.

Desde UyL seguiremos recopilando datos y se irá publicando información al respecto.

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