He querido titular este artículo Eurocomunismo 2.0 con toda la intención. El Eurocomunismo fue un fenómeno que surgió en los Partidos Comunistas occidentales como máxima expresión de las políticas revisionistas de las décadas 70-80 del siglo pasado en países europeos.
Sus más destacados miembros fueron el PC-Francés, el PC-Italiano y el PC-Español, con Santiago Carrillo al frente ocupando el cargo de Secretario General. El Eurocomunismo, en la versión española, fue llamado también “Carrillismo”. Propugnaban alcanzar el poder político por parte de la Clase Obrera a través de la vía parlamentaría -con ausencia total de una revolución proletaria-, por lo tanto estaba antagónicamente reñida con la solución leninista. Ofertaba una tercera vía al sistema capitalista imperante, hegemónico en los países de Europa Occidental y al sistema Socialista aplicado en los Europeos Orientales, integrados en el Pacto de Varsovia donde existía un Socialismo real. El Eurocomunismo fracasó estrepitosamente en todos los lugares donde se intentó. Pero acarreó nefastas consecuencias para el movimiento comunista y la profunda rotura ideológica que invadió los Partidos Comunistas donde se impulsó ese experimento. Pues ya los clásicos marxistas lo pronosticaban después de un concienzudo análisis de los acontecimientos acaecidos en la Comuna de París (1871), véase el prefacio a la Edición alemana de 1872 del Manifiesto Comunista escrito por el propio F. Engels:
'La Comuna ha demostrado, sobre todo, que "la clase obrera no puede simplemente tomar posesión de la máquina estatal existente y ponerla en marcha para sus propios fines". (Véase también "Der Burgerkrieg in Frankreich, Adresse des Generalrats der Internationalen Arbeiterassoziation", pág. 19 de la edición alemana, donde esta idea está más extensamente desarrollada.)'. Por consiguiente podemos resumir que no es posible convertir un sistema Capitalista en un sistema a favor de la emancipación y los anhelos de la clase trabajadora. NO existen capitalismos humanos.
Todos, por lo menos los más veteranos, nos acordamos de los eslóganes de “Socialismo en Democracia y Libertad”, de “Primero la Democracia y luego el Socialismo” que el PCE manifestaba a finales de los años 70 y para eso arrasaron con el marxismo-leninismo y asumieron vergonzosamente pérdidas de su identidad comunista, traicionando así a los miles y miles de compañeros que dieron su vida defendiendo estos valores y a la propia clase. Los resultados los vemos ahora; cómo se desmanteló el movimiento obrero, pues al faltar la herramienta (por antonomasia) el Partido Comunista y su objetivo revolucionario, como vanguardia de los elementos más concienciados de la Clase Trabajadora, ésta queda desarmada y a merced de las voluntades de sus enemigos, la Clase Burguesa - el Capitalismo.
Ahora que el planeta está inmerso en una profunda crisis estructural del Capitalismo monopolista e imperialista, estas fuerzas de profesionales, de políticos oportunistas y reformadores en toda regla han descubierto la panacea para curar todos los males. Aplican una vez más el jarabe Eurocomunista, esta vez en su versión 2.0 y nos quieren hacer creer que con un cambio aparente de modelo de Estado a través de un Proceso Constituyente y la proclamación de una República Federal Solidaria tenemos resueltos todos los problemas. Sí querido lector/a, has leído bien SOLIDARIA, no socialista como para un marxista hubiera sido lo lógico. Incluso se le añaden varios adjetivos más, muy bonitos y que gustan a muchos de nosotros, como laica, social y democrática. Todo eso para evitar al demonio, al innombrable, al Socialismo y a la República Socialista. Una vez más los Eurocomunistas 2.0 nos quieren hacer tropezar con la misma piedra ideológica: eludir la reivindicación y la lucha por el Socialismo. Para el sistema, para los Capitalistas todos esos adjetivos son asumibles, pues en ningún momento se cuestiona la posesión de “sus” medios de producción. Ya aceptaron en la transición conquistas para los trabajadores, siempre que se les garantizase la propiedad privada y no se tocaran los sagrados valores de la iglesia y “la unidad de la patria”. Estos mamporreros ideológicos del PCE/IU nos quieren confundir, lanzan botes de humo tricolor para que el pueblo trabajador no se percate de cuál es la cuestión del asunto, la propiedad de los medios de producción y la explotación del hombre por el hombre. Un trabajador no repara en quién se queda con la plusvalía de su trabajo, quién le explota, le da igual que sea burgués monárquico o republicano. Si no que se lo pregunten a los trabajadores de EE.UU. o República Federal Alemana. La solución para la clase trabajadora es sólo una: República Socialista de carácter confederal. No nos dejemos engañar por estos cuentos Eurocomunistas 2.0 de estos vividores que vuelven a sacar oportunistamente una república para continuar la explotación de los trabajadores y trabajadoras.
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