Pasadas las elecciones la tendencia natural es a centrarse casi exclusivamente en los análisis de los resultados y dejar un poco al margen y como elemento secundario la evaluación del trabajo desarrollado. Ciertamente en la democracia representativa burguesa éste –el del trabajo realizado– es un elemento secundario y son otros los que acaban determinando los resultados (¡y si no que se lo pregunten a Podemos!), pero para los y las comunistas es una obligación de primer orden realizar un análisis lo más certero posible de nuestro trabajo para poder valorar correctamente si, al margen del aumento de votos que hemos cosechado, podemos hablar de un buen trabajo realizado o no.

 

 

Una campaña que viene de muy lejos

Trabajo que se inició dos años atrás con la divulgación masiva de la consigna por la salida del €, la UE y la OTAN  mediante multitud de materiales y realización de diversos actos en ciudades y pueblos de nuestra geografía.   Una campaña sin ambages,  con un mensaje muy claro orientado a levantar la conciencia del pueblo trabajador analizando la realidad que le preocupa y ocupa, desde la trinchera exclusiva de sus necesidades.

 

Claridad frente a confusión  

Nadando contracorriente de los medios de información del sistema y luchando contra la creciente influencia de su mensaje y propuestas en las organizaciones obreras, la nuestra ha sido una campaña que, desde el análisis materialista y la reivindicación de la lucha de clases, se ha visto obligada a confrontar contra el creciente idealismo de la estulticia ciudadana que ha campado a sus anchas estos años entre las plazas y las sedes de las diversas organizaciones reformistas.

 

De esas tormentas a estos lodos

Solos ante la UE, clamando ante lo evidente en centros de trabajo, de estudio y de salud, llamando a las cosas por su nombre y diciendo que en los planes de la UE no entra el desarrollo industrial de nuestras comarcas y, mucho menos aún, que la clase obrera y el pueblo acceda a una educación y a una sanidad pública y de calidad.  La división internacional del trabajo existente en el seno de la UE y la necesidad que tienen los monopolios de privatizar y hacer negocio con la sanidad y la educación pública nos aleja del trabajo y de unos estándares mínimos de calidad de vida. 

 Sembrando la semilla crítica de la lucha de clases en una clase trabajadora desarmada y con dificultades para organizarse, por el abandono de una mínima posición combatiente y de independencia de análisis por parte de  sus principales organizaciones históricas políticas y sindicales.  Narcotizadas por el glamour del inter-clasismo y la responsabilidad institucional, todas estas organizaciones se sumaron al discurso de la regeneración democrática y la lucha ciudadana contra el golpe de los mercados que desvirtúan la "esencia" de la UE, sumando sus esfuerzos a los de la pequeña burguesía radicalizada que llamó al pueblo a llenarle las plazas aquel lejano, pero muy presente en los programas políticos, 15M de 2011.

 

Huyendo del pantano

Así nos cogió la campaña electoral, con la propuesta política clara y muy definida y la organización entrenada para difundirla entre los trabajadores y trabajadoras.

Y conscientes que ésta iba a ser una campaña propicia para la extensión de nuestro mensaje de ruptura con la Europa de los monopolios, nos lanzamos a sortear los inconvenientes administrativos que la burocracia estatal marca para la concurrencia electoral. No es fácil, pero esta vez, con más de 160 firmas de cargos públicos avalando la presentación de nuestra candidatura, superamos todas las expectativas y previsiones iniciales con las que trabajamos. Al interno la lectura que hacemos de este hecho que nos situó por encima del triple de los avales necesarios, es que, fruto de un mayor trabajo político, cada día son más los camaradas con capacidad de intervención política fluida en los más diversos ámbitos. Nuestra felicitación a todos los y las camaradas que se implicaron, sin escatimar tiempo, esfuerzo y kilómetros, en esta tarea no siempre muy agradable

 

Una campaña de puertas afuera y a cara descubierta

La práctica militante acumulada todos estos años ha hecho que sean muchas las organizaciones partidarias que han enfrentado esta campaña a la ofensiva y buscando de forma permanente el contacto directo con el pueblo trabajador. Estaba claro desde un principio que no nos valía una campaña sustentada en el anonimato del cartel nocturno y que lo que queríamos era usar era el supuesto aumento del debate político sobre la UE, para hablarle de ella al pueblo trabajador y compartir con él propuestas de trabajo para la transformación radical de la sociedad. 

Lo zafio y mediocre de la campaña desarrollada por los partidos del sistema en el circo mediático montado a tal efecto no ha favorecido para nada el debate razonado y responsable sobre qué es la UE y sus consecuencias en nuestra vida. Era previsible, pero sin duda, las cotas alcanzadas en esta campaña superan todo lo conocido hasta ahora y asimilan como fuerza burguesa integrada en el sistema de dominación a todas las candidaturas (de izquierdas y de derechas) que han jugado a ello.

 

El PCPE erre que erre

Hemos tenido claro que ese no es nuestro juego y con mensajes claros y contundentes hemos salido a la calle organizando multitud de actos en locales cerrados, haciendo repartos en mercados y centros de trabajo, megafonías y, sobre todo, mítines callejeros que, no solo han llevado la propuesta comunista a nuestros barrios, sino que van siendo capaces de normalizar la presencia de la militancia comunista en las calles.

Un trabajo este desarrollado por las organizaciones que ya lo venían haciendo, al que se han incorporado nuevas y al que, por el acicate de esta campaña, acabarán incorporándose las que aun hoy no lo han hecho. No se trata de exhibicionismo, es que para incorporar a la lucha y organizar a los trabajadores y trabajadoras es necesario que identifiquen con claridad al Partido Comunista, a su Juventud y a cada uno/a de sus cuadros.

Y es este trabajo que desarrolla nuestra militancia, junto al realizado usando las redes sociales e internet –dando en este campo también un importante salto–, el único que nos permite romper el cerco mediático de hierro que la burguesía impone sobre el Partido Comunista. Trabajo militante que nos extiende como una mancha de aceite y que suple sobradamente nuestra carencia de medios económicos, haciendo el milagro de desarrollar una gran campaña de agitación con unos medios escasísimos, acordes a la austera realidad de nuestras finanzas y situando al PCPE hoy en una posición de avance y ofensiva política muy superior a la que tenía antes de iniciarse esta campaña electoral.

Julio Díaz

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