Durante el primer trimestre de 2016, los Colectivos de Jóvenes Comunistas celebraremos, nuestro 9º Congreso, bajo el lema "Consolidar la Juventud Comunista, organizar a los jóvenes, preparar la revolución".

Tras ocho años de crisis continuada del capitalismo, sufriendo sus efectos en nuestras propias carnes, como Juventud Comunista necesitamos continuar avanzando en un profundo análisis de las consecuencias de esta crisis entre la juventud de extracción obrera y popular, de su situación y sus perspectivas, y en función de este análisis, adecuar nuestras propuestas de trabajo e intervención entre dicha juventud. Para ello hace seis meses que abrimos la primera vuelta de un proceso de debate en todos los colectivos de base de los CJC, en el que cada joven ha podido plantear sus aportaciones a las tesis congresuales. Y el resultado ha sido la recepción de casi un millar de aportaciones colectivas. Tras la segunda vuelta que finaliza en noviembre abriremos la recta final hasta la celebración del 9º Congreso en el primer trimestre de 2016.

Los últimos años de la adolescencia y los primeros de la edad adulta están marcados por ir adquiriendo diversos derechos (ya sea casarse, poder acceder al permiso de conducir, comprar alcohol, trabajar o votar). Debido a que los límites se han establecido de acuerdo con luchas y problemáticas históricas hay situaciones que no tienen lógica como es el caso del derecho al voto, que en España no se adquiere hasta los 18 años.

Una salida temporal para la juventud no exenta de problemas

En nuestro país, las principales ciudades, Madrid y Barcelona, están dentro del top 10 mundial en cuanto a ocio nocturno. Esto no sólo deja entrever las costumbres de la gente joven española, puesto que el carácter turístico de estas ciudades y su ocio nocturno también están relacionados. Dado que muchos jóvenes tienen dificultades para costearse sus estudios o simplemente no cuentan con estudios superiores, el trabajar mayoritariamente los fines de semana en bares y discotecas nocturnos es una salida relativamente fácil. Los jóvenes que cursan estudios universitarios ven en el ocio nocturno un empleo provisional durante sus años de estudio, una oportunidad para tomar contacto con el mundo laboral.

¿En qué pensamos cuando hablamos del alto coste de la educación universitaria hoy en día?

Normalmente nos vienen a la cabeza las sucesivas subidas de tasas que encarecen las carreras, la disminución y detrimento de las becas para estudiar y otras muchas cosas. Sin embargo, esto no es más que la punta del iceberg en lo que a gastos de un estudiante se refiere. Existen otros muchos gastos que, normalmente, se pasan por alto o son obviados.

El término “nini” (ni estudia ni trabaja) se ha ido haciendo un hueco entre los jóvenes prácticamente desde el inicio de la crisis capitalista. Muchos son los que se han quedado anquilosados en una situación que, a pesar del baile de cifras, cada vez es más común: haber terminado los estudios, o no poder hacer frente a éstos, y no encontrar trabajo.

Al contrario de lo que se suele creer, el profesorado de las universidades no es homogéneo, sino más bien lo contrario. Encontramos dentro de este grupo trabajadores en situaciones muy dispares: unos con condiciones laborales paupérrimas y un elevado grado de explotación; otros, con prebendas notables y un estrecho contacto con las autoridades de la universidad y las empresas privadas que la controlan.

El injusto modelo organizativo de las universidades, natural en el sistema capitalista, condena a los docentes a una desigualdad vergonzosa. En las aulas podemos encontrar a profesores cansados, cargados hasta arriba de trabajo, obligados a trabajar los siete días de las semana, destinando horas a la enseñanza en clase y más horas a la elaboración de exámenes, a la corrección de ejercicios, a la tutorización de trabajos finales de grado, etcétera.

Según las últimas estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social el paro bajó en 74.028 personas durante el pasado mes de julio (descenso del 1’8%), coincidiendo así con el periodo estival en el que se registran menores índices de desempleo que durante el resto del año.

Uno de cada dos puestos de trabajo generados en el estado español, son en la hostelería, un sector jóven, desorganizado y explotado

Un año más, después de un curso político lleno de trabajo y de lucha, de esfuerzos por organizar a la juventud obrera y popular para defender sus intereses de clase, los CJC afrontamos, en este mes de agosto, una nueva edición de nuestro II Campamento de la Juventud bajo el lema "Unidos somos fuertes, organizados, invencibles", esta vez en la sierra de Madrid.

uyl_logo40a.png