Iniciamos un año  en el que los acontecimientos  acumulados a lo largo de estos últimos meses, avanzan, precipitadamente,  hacia la confirmación de un cambio cualitativo de la realidad  determinado por el hecho irrefutable de la crisis general del capitalismo que todo lo impregna.

Enfrentar la decadencia de este Sistema que se descompone y cuyo fétido olor llega ya a todos los rincones de la sociedad, es la responsabilidad que asumimos la militancia del PCPE y la JCPE.

Cuando nuestro enemigo da síntomas por doquier de su agotamiento histórico y ya solo le queda el recurso de la violencia para sobrevivir, ahora es el momento de volver a dar el paso de organizarnos o, simplemente, hacerlo por primera vez. 

Valóralo, es necesario que unas tu compromiso a este propósito 

 El Partido es una suma de esfuerzos individuales en un proyecto colectivo en el que todo aporte cuenta y tiene su valor.

Recuérdalo, TU LUCHA DECIDE.

TOMA PARTIDO.

 DECLARACIÓN DEL COMITÉ EJECUTIVO DEL PCPE

Muy a pesar de los ríos de tinta, las broncas parlamentarias y las miles de horas con las más diversas noticias que sigue generando la confrontación de poderes entre el Ejecutivo y el Judicial - o más exactamente, entre el Gobierno de coalición PSOE/UP y la mayoría reaccionaria y clasista del Tribunal Constitucional y el PP-, resulta imposible leer o escuchar ningún análisis que se salga de la obviedad y el chascarrillo ocurrente con patina jurídica.

La consideración de la llamada "democracia parlamentaria", fundamentada en la también denominada "división de poderes", como la forma superior e irrefutable de organización del estado, hace que solo se considere lo que ocurre desde ese punto de vista de la legalidad burguesa y, consecuentemente, sólo se haga una consideración formal del acontecimiento y se ignore su esencia.

Mal que les pese a quienes interpretan así la realidad, todo va más allá de ese discurso de la confrontación de poderes del Estado que, a derecha e izquierda, comparten la totalidad de medios de comunicación y el conjunto de actores políticos integrados en la lógica de dominación burguesa y su ideología liberal.

Edurne LH es periodista en el medio anticapitalista LaHaine.org y colaboradora en otros medios alternativos. Es presidenta de la asociación navarra DesperTrans y vocal de la Federación Plataforma Trans.

Unidad y Lucha: 1- La lucha feminista y la de las personas trans durante un tiempo fue una lucha común ¿ cuándo se quiebra esa unidad?

Edurne: Aunque los discursos transexcluyentes dentro de los movimientos feministas no son nuevos, existiendo antecedentes principalmente en Estados Unidos y Reino Unido, en el Estado español hace unos 4 o 5 años era algo totalmente anecdótico y residual. Las primeras alarmas saltaron sobre el año 2019, con el comunicado abiertamente tránsfobo del Partido Feminista de España, presidido por Lidia Falcón, o también con las declaraciones incendiarias de varias ponentes de la Escuela Feminista Rosario Acuña de Gijón, entre ellas Alicia Miyares, Ángeles Álvarez o Amelia Valcárcel (todas ellas vinculadas al PSOE). Entre sus intervenciones se pudieron oír lindezas como “las personas trans son el caballo de Troya del patriarcado”, “los llamo tíos, porque son tíos”, afirmar que “las mujeres trans tienen los mismos privilegios que los hombres”, o incluso vincular a las personas trans con el proxenetismo o la pederastia.

 DECLARACIÓN DEL COMITÉ EJECUTIVO DEL PCPE

Las informaciones que los medios del sistema vierten en torno a los sucesos ocurridos en el Perú con la destitución del hasta hace unos días Presidente Pedro Castillo tienen un componente tóxico en la medida que esconden la farsa de la democracia burguesa incapaz de resolver los grandes problemas que padece el pueblo trabajador de la ciudad y el campo.

Estos medios utilizan toda la batería propagandística para descalificar a los que no siguen los patrones creados por el imperialismo y el lacayo papel que siempre ejerce la oligarquía criolla; nada nuevo en el panorama histórico de los países latinoamericanos que penden de decisiones arbitrarias del corrupto poder judicial para certificar los golpes de estado “blandos”.

Para abundar en el propósito de desinformación, mentiras y medias verdades, se nos ha ocultado las movilizaciones que el pueblo ha protagonizado en los días precedentes a la fecha de autos y que han continuado después de los hechos desencadenados. La represión de los aparatos coercitivos y policiales ha sido la respuesta a la demanda de elecciones anticipadas con carácter constituyente, que debe ir acompañada con una reforma de la ley electoral que facilite una elección justa y democrática de los representantes votados.

Hoy el Perú protagoniza otro ejercicio más de la lucha de clases en el que el pueblo ha adoptado una decisión de combate ante la creciente depauperación de sus condiciones de vida.

El Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) transmite su reconocimiento al pueblo peruano que en estos días está mostrando una fortaleza y heroísmo dignos de los mejores episodios internacionalistas.

 

El gobierno de Pedro Sánchez está demostrando, con su política internacional, que el principio de soberanía nacional es algo que para él tiene un precio y hace ya mucho que, sin rechistar, decidió pagarlo.

Una palabrería hueca: “Por España, por los españoles”, machaconamente repetida, no puede ocultar su renuncia permanente a la defensa de la soberanía nacional (entiéndase ésta en cualquiera de sus dos acepciones, como nación o como Estado).

Y no es que éste sea un posicionamiento particular, específico del Gobierno del PSOE-UP, sino que es una posición política arraigada en el capitalismo español, propia de su clase dominante, y de su, por ahora clave de bóveda, la monarquía corrupta de los Borbones.

La soberanía nacional hace tiempo que la rindió España ante el más poderoso, como sumisa y vergonzosa estrategia de su clase dominante en la búsqueda de una cuota en el saqueo internacional. Posición aún más agudizada en la actual fase de extrema competencia interimperialista. Fue el dictador Franco quien la inició, en 1953, al firmar el acuerdo de instalación de las bases yankis en la “España Una, Grande y Libre”.

 

Es difícil saber con exactitud las consecuencias directas del conflicto bélico de Ucrania y Rusia porque muchos de los efectos que se le atribuyen son en realidad fruto del desajuste del capitalismo. Las primeras consecuencias para los pueblos de Europa y España son la desinformación y/o el sometimiento a la propaganda de guerra que aplican gobiernos y “mass media”.

De hecho, la gran subida internacional de precios de las materias primas se produjo antes de la operación especial de Rusia en Ucrania. Por ejemplo, el acero subió un 115% entre abril de 2020 y noviembre de 2021, la madera un 173%, el aluminio un 80% y el cobre un 80%. La cotización del petróleo Brent un 173% y los precios de la energía un 82%.

Los graves problemas que enfrenta el capital se significaron tras la apertura económica post-pandémica, pero su origen fue anterior. Comenzaron a ponerse de manifiesto en 2019. Son consecuencia directa de la incapacidad estructural del capitalismo de remontar la caída tendencial de la rentabilidad, a niveles ahora muy bajos. La imposición creciente de sanciones y la consiguiente rotura de relaciones comerciales de Europa con Rusia, actúa como elemento amplificador de todos los problemas.

 

 

Una vez más se nos presenta un “nuevo ciclo” de un largo proceso de seguir reescribiendo la historia desde el consenso interclasista.

El acto celebrado por el Gobierno (PSOE-UP) el 31 de octubre de 2022 donde se “honra a todas las víctimas de la Guerra Civil” es el comienzo de una ley de “Memoria Democrática” donde se vuelve a traicionar a la clase obrera, víctima de la represión franquista, elaborando un discurso imaginario desde el consenso y la reconciliación de verdugos y víctimas. Un acto cuyo contenido político e ideológico sigue bajo la batuta orquestada desde el espíritu de la “reconciliación” que inspiró la Ley de amnistía del 77 (Ley no derogada ), que sigue siendo la guía de la actual Ley de Memoria Democrática. Bajo ese espíritu de reconciliación que equipara a los verdugos con las víctimas, el acto de entrega de diplomas a los familiares víctimas del franquismo (entre ellos al dirigente comunista Julián Grimau y a las militantes comunistas de la JSU “Las Trece Rosas” entre otros) es un insulto a la memoria de las víctimas y una nueva traición para el movimiento obrero y las organizaciones revolucionarias que defendieron la legalidad de la República.

Que estamos ante una crisis energética sin precedentes, a estas alturas, no escapa a nadie.

Que los planes europeos de transición verde tienen el foco más en la cuestión de garantizar la soberanía energética de Europa (de sus monopolios) que en cuestiones medioambientales, también lo vamos teniendo claro cada vez mayores porcentajes de la población.

Sin querer entrar de nuevo a valorar el fracaso que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, lo que ya hemos expuesto en otros escritos, debemos reflexionar sobre cómo se está haciendo ese supuesto tránsito o al menos, alguno de sus elementos, para que nos lleve a depender menos del gas y el petróleo con el que el “diablo ruso” mantiene encendidas las llamas del Hades de allende la “libertad”.

El problema principal es la escasez de los recursos energéticos y las materias primas, algo que en los últimos meses se está poniendo en evidencia por más que nos intenten ocultar los motivos reales del encarecimiento de estos insumos. Lo que aquí llamamos “ahorro energético”, cuando se aplica a otras latitudes lo calificamos como “racionamiento”.

Lo “racional” sin embargo, sería dedicar los bienes preciosos con los que aun contamos para mejorar el bienestar de la mayoría social y procurar un futuro en las mejores condiciones posibles a nuestros hijos e hijas. Pero he aquí que racionalidad y capitalismo casan mal, a pesar de que modernidad, razón y capitalismo nacen de la misma madre. Pero, como se suele decir, en todas las casas cuecen habas.

Desde el primer brote de covid del mundo en Wuhan, el virus se ha utilizado como arma para atacar a China.

Donald Trump describió cínicamente la pandemia como un arma china: “el peor ataque que hemos tenido contra nuestro país, peor que Pearl Harbor”.

Los desvaríos de Trump rara vez fueron tomados en serio, incluso por los aliados de Estados Unidos. La teoría de la conspiración de la «fuga de laboratorio» fue desmontada por un equipo científico de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que determinó que el virus probablemente evolucionó en murciélagos y era «extremadamente improbable» que se hubiera originado en un laboratorio.

Uno de los miembros del equipo de la OMS aseguró que «es decepcionante pasar tiempo con los periodistas explicando los hallazgos clave para posteriormente ver a nuestros colegas citados erróneamente de forma premeditada para ajustarse a una narrativa determinada».

Desde que los gobiernos occidentales comenzaron a controlar los brotes de covid, el enfoque pasó de tratar de culpar a China por el virus a atacarla por su política de cero covid.

Claramente, los cierres reanudados están causando una ira genuina en algunos lugares. El gobierno chino ha reconocido los problemas causados por un enfoque de «talla única»: recordó a las autoridades en la capital de Henan, Zhengzhou, por ejemplo, las excepciones que deben hacerse a las órdenes de quedarse en casa y reprendió a la policía en Anhui por la aplicación demasiado estricta de cuarentena.

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