En las afueras de Asunción (Paraguay), hay un barrio obrero que lleva el nombre de la mujer a la que hoy nos referimos, Carmen Soler. Y cada calle de este barrio lleva el nombre de uno de sus poemas. Ejercicio de memoria histórica para esta militante comunista que vivió gran parte de su vida exiliada y volviendo de forma clandestina a su país Paraguay.

Carmen nace en el seno de una familia con un alto compromiso social, militantes del Partido Febrerista, del cual comenzaría a formar parte desde su adolescencia, dentro del ala radical marxista “Bloque Liberación”.

Sin embargo, sería a los 18 años, cuando se traslada a Chaco y comienza a tener mayor relación con obreros e indígenas como maestra rural, cuando conecta profundamente con la injusticia social, lo que sería determinante para su andadura política y como poeta, pues esta temática pasa a ser principal fuente de inspiración para sus poemas.

En 1946 Carmen comienza a participar en la fundación de la Unión Democrática de Mujeres (UDM) y en 1947, tras la derrota del levantamiento contra el régimen de Higinio Morínigo, lucha por la libertad de los presos políticos, pero finalmente debe trasladarse a Argentina huyendo de la represión y persecución en su país.

En 1954 vuelve a Paraguay y pasa a formar parte de las filas del Partido Comunista Paraguayo, sufriendo su primer arresto en 1955 por recoger firmas para el movimiento contra la bomba atómica. En 1957 vuelve al exilio en Argentina donde continúa su actividad política.

El 10 de septiembre de 1929 en la ciudad de Santiago de Cuba nace esta revolucionaría cuya militancia inició desde joven, incorporada a las luchas estudiantiles en la Universidad de Oriente, donde se graduó como Doctora en Pedagogía.  Su trayectoria vital es inseparable del desarrollo de los acontecimientos revolucionarios en Cuba, de modo que un recorrido de su vida lo es también por la historia cubana.

Al producirse el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 fue detenida junto con otras compañeras mientras distribuían propaganda revolucionaria.

Tras el ataque al Cuartel Moncada, colaboró activamente en buscar como ayudar a los sobrevivientes. Posteriormente junto a Frank País y bajo sus órdenes formó parte del núcleo inicial del Movimiento 26 de Julio. Participó en el levantamiento del 30 de noviembre en Santiago de Cuba.

Durante el período insurreccional cumplió diferentes misiones, entre las que se destacan el traslado de los compañeros que formaron parte del primer refuerzo hacia la Sierra Maestra y, en unión de otras combatientes clandestinas, la introducción de armas para la lucha, provenientes de los Estados Unidos.

En agosto de 1958 se incorporó al Ejército Rebelde en el Segundo Frente Oriental “Frank País”, y fue designada al Departamento de Educación; allí participó en la creación de más de 400 escuelas y en la formación de grupos de alfabetización a combatientes.

Con el triunfo de la Revolución, junto a Vilma Espín, participó en la creación de la Federación de Mujeres Cubanas donde integró su Comité Nacional.

En 1966 pasó a trabajar en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias como Jefa de la Dirección de Enseñanza y Escuelas Militares Camilo Cienfuegos. En 1969 fue ascendida al grado de Capitán.

En 1970 fue designada Directora General de Formación de Personal Docente del Ministerio de Educación, organismo en el que tuvo diversas responsabilidades hasta ser nombrada a Ministra en 1979.

Eva fue detenida por primera vez en 1962. El motivo: organizar una manifestación de mujeres en apoyo a la huelga de los mineros asturianos. Se negó a pagar la multa y permaneció un mes en la cárcel junto a su hija de apenas un mes.

Eva nace en 1928 en Barcelona. Editora, novelista y ensayista, estudió en el Instituto Maragall de esa ciudad y con 20 años decide irse a Madrid a estudiar medicina. Fue en estos años cuando comenzó a adquirir su compromiso político, y es también, en ese ambiente de tertulias y reuniones clandestinas, donde conoce al que será su marido, Alfonso Sastre. Con él se exiliaría a París tras las protestas de estudiantes de 1956 y será en esta ciudad donde escribirá una novela basada en dichas protestas desde un punto de vista sociológico.

Viaja a Cuba en 1966 y permanece cuatro meses en Sierra Maestra. Fruto de esta experiencia escribe su ensayo Los nuevos cubanos, en el que describe la vida en el campo tras el triunfo de la Revolución cubana. Esta obra fue prohibida por la censura en España.

Su implicación política va en aumento. Escribe para varias publicaciones clandestinas, se implica activamente en el frente feminista e ingresa en el Partido Comunista de España, aunque unos años después decide marcharse acusándolo de deriva reformista.

Comenzando la década de los 70, su solidaridad con los pueblos la lleva a crear en Madrid el Comité de Solidaridad con Euskadi durante el proceso Burgos. Unos años más tarde es acusada de colaborar con ETA,

El 30 de junio de 1917 (1017) nacía en Brooklyn Lena Horne, actriz, cantante de jazz y sobre todo activista por los derechos políticos y sociales. Tras pasar su infancia en el estado de Georgia, Lena regresó a su ciudad natal para convertirse en una estrella de jazz, aunque no lo tuvo del todo fácil . Comenzó sus actuaciones en el archiconocido Cotton Club, donde las personas negras como Lena podían trabajar, pero no acudir como público.

El nombre de Lena puede que no les suene a muchos y muchas, pero no es casual. Ella era, como decimos, activista contra la discriminación racial y por cuestión de clase, y esto, al gobierno estadounidense no le agradaba en absoluto. Perseguida por luchadora y “comunista”, fue perseguida y vetada en numerosas ocasiones. Entrecomillamos “comunista” porque nunca se reafirmó sobre su ideología, pero el gobierno yankee lo tenía claro, era su enemiga y no podía dejar que su carrera avanzara como debiera. Así pues, existen numerosos documentos del FBI, desclasificados hace escasos años, en los que se demuestra que fue perseguida durante más de treinta años.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Lena decidió apoyar a los soldados negros, haciendo giras para cantar ante ellos, negandose a actuar en audiencias segregadas por etnias.

Además, se hizo famosa en Cuba, donde se le reconoce y recuerda con cariño. Especialmente por una canción, Now, en la que reivindicaba de nuevo la igualdad de derechos de las personas negras.

Nació en Cochabamba el 20 de junio de 1946. De temprana vocación literaria ya con 18 años pertenecía a una agrupación de poetas y artistas y acabado el bachillerato comenzó estudios de pintura y escultura en la Escuela de Artes Plásticas del estado de Anzoátegui (Venezuela) donde su familia había emigrado en los años 50. La obra de adolescencia fue editada en 1964 con el título Bajo la Refriega, libro de poemas con un lenguaje alejado de la cursilería propia de esa edad y donde se aprecia su talento y la influencia de las vanguardias artísticas de su época.

Vivió en Caracas y en la Universidad Central de Venezuela inició estudios en la Facultad de Arquitectura, a la vez se integró en diversas revistas y grupos de poetas. Estudios que se interrumpieron en 1965 para viajar a Leipzig becada por el Partido Comunista de Venezuela. En Europa estudió Historia del Arte, pero también se implicó en las luchas del momento como las marchas contra la guerra de Vietnam. Su aventura europea duró dos años pues aunque la poesía era su compromiso de vida, renunció a la escritura y al arte para entregarse de manera absoluta al proyecto revolucionario.

Marrakech, septiembre de 1952, vio nacer a la que sería  poetisa, activista, feminista y comunista Saida Menebhi. La lucha de esta mujer cobra especial relevancia en la época, las condiciones y contexto en el que se da. Un país con un código de familia (Mudawana de 1958) que sigue parcialmente vigente y que refrendaba la subordinación de las mujeres en el matrimonio, la custodia de hijos e hijas o el divorcio, y bajo la sangrienta monarquía alauita.  En un país que vivía el periodo conocido como los años de plomo, donde el sátrapa reinante, padre del actual y “hermano” del emérito, sometió a través de la censura, las torturas, las desapariciones, los procesos extrajudiciales, la represión brutal  y el terrorismo de estado a la oposición, a cualquier opinión discrepante y a todo el movimiento reivindicativo, ya fuera estudiantil, cultural, político, laboral o de reconocimiento de la independencia del Sáhara.

 Su origen familiar le permitió terminar el bachillerato y estudiar literatura inglesa en la Universidad de Rabat. Allí fue donde se inició en la militancia, formando parte de la Unión Nacional de Estudiantes de Marruecos (UNEM), disuelta por el régimen marroquí y detenida toda su dirigencia. Tras acabar su formación en el Centro Pedagógico Regional, pasó a ser profesora  de inglés en un Instituto de Rabat, iniciando también su afiliación en las filas de la Unión Marroquí del Trabajo (UMT). Paralelamente se unió al movimiento clandestino llamado al-Aman (Adelante), marxista-leninista y origen del actual Vía Democrática.

En Lituania, el año 1894 vio nacer a la que sería una artista multidisciplinar, exponente de una época y un estilo de trascendencia mundial, el constructivismo. Aunque Varvara Stepánova tiene un origen humilde y de una familia campesina,  logró estudiar  en la Escuela de Arte de Kazán, época en la que conoció a  Alexander Rodchenko.

En 1917 con la Revolución de Octubre, Stepanóva quiso involucrarse, cada vez más, en un arte que trazara la realidad social y fuera accesible a las masas. Junto con otras creadoras, como Ekster y Liubov Popova, se empeñó en comunicar a través del arte los nuevos valores de la sociedad rusa y la ampliación de derechos para las mujeres. Entre 1919 y 1920, fue subdirectora de la sección de arte y literatura de IZO Narkompros,  agencia gubernamental encargada de la ilustración del pueblo a través de la cultura. En este contexto contribuyó a las discusiones iniciales sobre el constructivismo.

Ana Gutiérrez, nacida en Tánger en 1924, cuyos orígenes obreros y duras condiciones de vida le llevan a tener una gran conciencia crítica y compromiso,  inicia su militancia en las JSU antes de los 16 años y comienza así la trayectoria de otra de las mujeres relevantes de nuestra historia que han sido silenciadas y olvidadas.

En 1942, cuando Ana tenía 17 años y estudiaba manicura en una peluquería, las tropas franquistas entran en Tánger y es detenida por primera vez para pasar dos años en prisión. De todos los detenidos Ana fue la única trasladada a Ceuta a la cárcel conocida como “el agujero”, uno de los peores centros penitenciarios españoles de la época.

Una vez pasados los dos años de reclusión la liberan, pero no le permiten volver a Tánger, dándole a elegir entre Sevilla y Málaga. Y es en esta última en la que la “Tangerina” recupera su compromiso y comienza a colaborar con el maquis, que operaba en la Sierra  de Almijara de Málaga, a pesar de estar bajo una fuerte vigilancia policial.

Sus labores dentro del maquis eran principalmente de información y espionaje, era enlace entre células y también imprimía y repartía propaganda contra la dictadura.

Teniendo unas responsabilidades tan fundamentales, la policía franquista seguía a su caza, llegando a apresar a su madre para forzarla a aparecer. Ana, ajena a la detención de su madre, viendo tan próxima la suya propia se traslada a Sevilla. Es aquí donde la apresan junto a otros militantes, delatada por compañeros bajo tortura. Todos los que con ella fueron detenidos sufrieron la pena capital, ella en cambio fue encarcelada y es cuando descubre que su madre llevaba meses en prisión con el fin de que ella se entregara.

 

Tania Crombet Ramos, una joven científica, cuyos reconocimientos tanto nacionales como internacionales dan muestra de su prestigio, es Directora de investigaciones clínicas del Centro de Inmunología Molecular, Orden Carlos J. Finlay/2020, tiene la Distinción Jóvenes Por la Vida, por el trabajo desarrollado contra la COVID-19/2020, Premio Nacional de la Academia de Ciencias a la mujer científica/2003, Trabajadora Vanguardia Nacional en 21 ocasiones.

Esta mujer cubana es lideresa del equipo que lleva la investigación de la vacuna CimaVax-EGF contra el cáncer de pulmón y que, junto con un grupo de ocho académicos más, fueron seleccionados en el año 2020 para integrar el panel internacional de expertos como grupo asesor para el enfrentamiento ante la COVID 19. Además forma parte de la Academia Mundial de Ciencias desde enero de este año 2022.

Este reconocimiento decididamente merecido y no fortuito es fruto de muchas horas de estudio y una vida dedicada prácticamente a la ciencia. Médica, especialista en Inmunología, ha trabajado incansablemente al servicio de la salud pública cubana y la Revolución. Su trayectoria es reflejo de lo lejos que pueden llegar las mujeres en el mundo científico en Cuba.

Su paso por la escuela Lenin le dejó huella. Allí excelentes maestras y maestros modelaron su vocación. Finalmente en los noventa, cuando comenzó la especialidad, se vinculó al Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, en el equipo que investigaba con mucho rigor el cáncer. Sus grandes profesores, como los líderes científicos Agustín Lage y Rolando Pérez, la llevaron a su pasión por la investigación, en particular por la inmunoterapia del cáncer.

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