El barrio de la Vega de San José pertenece al llamado Distrito del Cono Sur de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Se trata de un barrio obrero, construido en la pasada década de los setenta, para alojar en numerosos bloques de edificios a los miles de familias de clase trabajadora que llegaban principalmente de otros puntos de la isla a trabajar a la ciudad. Actualmente el barrio se caracteriza por un importante índice de desempleo, un segmento de sus habitantes situados en la marginalidad, así como importantes carencias en cuanto a infraestructuras sociales, deportivas y culturales. 

Aunque el Cono Sur tiene una importante tradición de movilización vecinal, una lucha del pasado reciente marca un antes y un después en su realidad organizativa: la lucha contra la militarización del barrio. A la Comandancia de la Guardia Civil que ya existía desde décadas atrás se sumó a partir de 2010 la intención por parte de las autoridades de colocar la sede del FRONTEX1 y sus antenas en el barrio. Aunque esta obra incumplía la normativa urbanística, se argumentaba el pretexto de la Seguridad del Estado, con lo que saltó la chispa que encendió la lucha de los vecinos por impedir esa nueva instalación militar en el barrio. Tras varios años de movilizaciones el conflicto se judicializa y concluye con la colocación de la infraestructura militar.

Ante este desenlace los propios vecinos y vecinas son conscientes del abandono que sufren por parte de las administraciones locales a lo que se sumó el momento de mayor impacto de la actual fase de la crisis capitalista que golpea brutalmente en Canarias. Numerosas familias del barrio sufren los altos niveles de desempleo, la precarización del poco empleo que hay, situaciones de impagos, cortes de luz. Se detectan en las escuelas importantes carencias en la alimentación de los niños y niñas del barrio, etc. Es en ese momento cuando los vecinos y vecinas deciden unirse y fundar la Asociación de Vecinos Vega de San José Cono Sur.

Elemento clave en esta experiencia fue la consecución de un local propio en el barrio. Tras mucho presionar, en 2013 el Ayuntamiento cede unos amplios locales que en la actualidad permiten el desarrollo de numerosas actividades que son el motor de la asociación: gimnasia, baile, música, corte y confección, expresión corporal, reunión de diferentes grupos: mujeres del barrio, comunidad de propietarios, de grupos de movimiento vecinal, etc.

El grupo vecinal organizado decide hacer frente a la falta de alimento para muchas de las familias del barrio y, en verano de ese mismo año, ponen en marcha un punto de entrega de alimentos que con el tiempo se ha complementado con la entrega de ropa y productos de higiene personal. Este último aspecto culmina en la fundación de lo que denominan como BEPALA (Banco de Entrega de Productos de Aseo, Limpieza y Agua). Así, semanalmente más de veinticinco vecinos y vecinas se encargan de cubrir las necesidades de casi cien familias, de este y otros barrios, que son atendidas por sus necesidades severas.

Uno de los recursos más importantes del Distrito es el edificio de La Casa del Niño, proyectado por el arquitecto Miguel Martín Fernández de la Torre a principio de la década de 1940. Este edificio se encuentra desde hace décadas en un lamentable estado de abandono por lo que en 2014 se decide la creación de la “Plataforma Popular Centro Sociocultural Casa del Niño” formada por organizaciones vecinales, deportivas y culturales del Distrito así como con el apoyo del Partido Comunista del Pueblo Canario y decenas de personas a título individual. El nombramiento de un “Comité Popular” encargado de organizar las asambleas y de realizar las gestiones necesarias para la consecución de este objetivo común va logrando éxitos. Gracias a la lucha popular que se está desarrollando, La Casa del Niño ha sido recientemente declarada como Bien de Interés Cultural.

El objetivo final es lograr el uso de este edificio como Centro Sociocultural para toda la capital. Los vecinos y vecinas se han enfrentado con el desinterés de administraciones como el Gobierno de Canarias o la Delegación de Gobierno, pero donde más resistencia, opacidad e intentos de engaño han encontrado es en el Ayuntamiento, personificado en el Concejal de Urbanismo de Podemos, Javier Doreste, que está intentando por todos los medios desactivar este foco de organización popular alrededor de la Casa del Niño. La tenacidad de la Plataforma está logrando enfrentar esta ofensiva del Ayuntamiento capitalino gobernado por el llamado “tripartito” (PSOE, Podemos y Nueva Canarias). En este sentido en mayo de 2017 la plataforma sacó a la calle a cientos de vecinos en manifestación por el barrio concluyendo ésta en la misma Casa del Niño reclamando el uso sociocultural del edificio. 

Uno de los pasos más importantes desarrollados por el Comité Popular ha sido la presentación de un proyecto comunitario fundamentado en las numerosas demandas y carencias presentes en el Cono Sur. La conversión de este inmueble en un gran centro sociocultural cuyo modelo de gestión se asiente sobre el trabajo comunitario y cooperativo, es la esencia principal de dicho proyecto. Este recoge aspectos tan importantes como la integración de los recursos y servicios ya existentes en el Distrito, de forma que se ubiquen en dicha parcela, la formación de cooperativas de servicios que sean gestionadas por personas que disponen de escasas posibilidades de inserción laboral, así como su gestión comunitaria por parte de los vecinos y vecinas del Distrito, entre otros.

La lucha popular conseguirá que el edificio de La Casa del Niño pase de ser un inmueble ruinoso con un altísimo potencial a ser un lugar de referencia a nivel autonómico, donde tengan cabida las demandas populares del Cono Sur y, además, se atienda las necesidades de la población del archipiélago canario en su conjunto. 

Entrevistados por Unidad y Lucha, los representantes vecinales Oscar Roque y Juan Díaz, nos explican que “la importantísima labor que hacemos desde las asociaciones de vecinos del distrito se verían potenciadas si tuviéramos de nuestro lado un espacio como La Casa del Niño. Sería una maravilla”.

Lo que empezó hace casi una década con la oposición vecinal a la militarización del barrio por parte de la Guardia Civil, se ha convertido hoy en un importante núcleo de organización vecinal. Toda una experiencia de lucha en la construcción de poder popular.


1 Agencia Europea de control de fronteras. Este organismo destaca por tener un sistema de potentes radares para controlar la entrada de migrantes a la UE (vía cayucos principalmente).

Javi Delgado

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