Cuando a mediados de la década de los setenta del siglo XX comienzan a difundirse las teorías del Eurocomunismo a nivel mediático; sobre todo con la aparición de Santiago Carrillo, Georges Marchais y Enrico Berlinguer en Madrid en marzo de 1977, se intentó por todos los medios de comunicación silenciar y de paso desacreditar a los prosoviéticos y prosoviéticas de todos los partidos comunistas del mundo.

Las tesis eurocomunistas habían comenzado a desarrollarse a finales de los sesenta de la mano de Fernando Claudín, de quien poco tiempo después el entonces secretario general del PCE, sacase su obra: Eurocomunismo y Estado Son los tiempos en los que Jorge Semprún, sacaba su autobiografía anticomunista “Federico Sánchez” y a su vez Manuel Azcárate desde los “renovadores” del PCE arremetía contra la URSS y los Países del Este (Sector al que pertenecía en 1980 Julio Anguita, Cristina Almeida, Manuela Carmena...); siendo contestado desde la revista soviética “Tiempos Nuevos”. Años después en sus Memorias siguió arremetiendo contra toda la historia del CAME y del Tratado de Varsovia, tras su paso por el mundo editorial de El País.

El Eurocomunismo es toda una tesis anticomunista por excelencia, cuya paternidad viene de la mano de un periodista milanés de origen yugoslavo, Frane Barbieri, que escribía en Il Giornale Nuovo, un periódico italiano de derechas.

Son los tiempos de los Régis Debray y de los Étienne Balibar, y los Roger Garaudy que pasan de ser la ortodoxia comunista del PCF a los más heterodoxos del país; siendo hoy en día parte de la referencia ideológica de movimientos tipo Podemos en España, Die Linke en Alemania, Malenchon en Francia o Syriza en Grecia, donde el contenido de clase queda supeditado a un concepto tan abstracto como el de “ciudadanía”, coincidiendo con las tesis de la socialdemocracia de los Philippe Petit y los Anthony Giddens en muchos aspectos.

Afortunadamente a pesar de los intentos de querernos borrar de la Historia por parte de las ideologías oficiales y sobre todo desde todos los movimientos que han hecho piña común contra los Prosoviéticos, como los ideólogos eurocomunistas, troskistas y maoístas, en varios artículos vamos a ir recordando a todos los líderes marxistas – leninistas que se enfrentaron a las tesis antisoviéticas del momento.

Mientras desde los elementos reaccionarios como los Václav Havel en Checoslovaquia o los Lech Walesa en Polonia, al Tratado de Varsovia lo calificaban de “Invasión”; los y las camaradas comunistas siempre lo hemos denominado como “Internacionalismo Proletario”.

En los pueblos de España comenzaron enfrentándose en un primer momento a las tesis carrillistas los camaradas Eduardo García (1918-1981), Agustín Gómez (1922-1975) y <Juan Ambou (1910-2006) desde el PCE VIII - IX Congresos. Poco tiempo después Enrique Lister (1907-1994) desde el PCOE.

Sin embargo la repercusión prosoviética fue muy importante en otros países del Mediterráneo. Siempre se decía que al igual que en el Estado Español hubo dos tendencias con los acontecimientos de Checoslovaquia de 1968, en Grecia fue un fenómeno similar con el prosoviético KKE exterior con Charilaos Florakis (1914-2005) a la cabeza, frente al eurocomunista KKE de interior de Leonidas Kirkos. Florakis fue uno de los maestros y mentores de la ex secretaria general del KKE Aleka Papariga, siendo éste presidente honorario hasta su fallecimiento.

En Italia siempre se ha hablado del Compromiso Histórico y del Policentrismo tanto de Palmiro Togliatti y Enrico Berlinguer; pero no es casual el olvido de quién fuera el representante de los prosoviéticos del PCI: Armando Cossutta (1926-2015).

Dentro del PCI la fuerza de este antiguo partisano milanés fue primordial en los debates internos y en su relación con la Unión Soviética. En 1991 se enfrenta a los liquidacionistas de Achille Occhetto y crea el Partido de la Refundación Comunista, del que surge también el Partido de los Comunistas Italianos (PdCI). Es autor de Una historia comunista en 2004.

En Portugal el PCP se convierte en la bandera del prosovietismo gracias a su líder Álvaro Cunhal (1913-2005), quién desde un principio se enfrenta a Santiago Carrillo. Escritor comprometido con el seudónimo de Manuel Tiago, fue autor de una de las obras fundamentales de los y las comunistas: Un partido con paredes de cristal.

Tanto Florakis como Cunhal escribieron en las revistas soviéticas del momento como la famosa Revista Internacional y siempre aparecieron en otras obras escritas editadas en la URSS y los Países del COMECON.

Seguiremos escribiendo sobre los Prosoviéticos por el Mundo II, recordando apellidos y nombres como Luis Corvalán (1916-2010) y Gladys Marín (1938-2005) desde Chile; Schafik Jorge Hándal (1930-2006) desde El Salvador; y Gus Hall (1910-2000) desde EE.UU.

Ángel Comonte.

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