El capital retuerce cualquier legislación para aumentar sus ganancias. Sabemos que sus concursos de acreedores son una fuente de ahorro, pero hay más. Existen mil y un millones de formas de eludir responsabilidades, de eludir o evadir las obligaciones fiscales. Todas ellas las hacen gentes muy capacitadas por las grandes escuelas de negocios con el placet, por supuesto, de gobiernos corruptos.

Air Europa es sólo la punta del iceberg de un entramado empresarial más grande que se llama Globalia. A la cabeza del grupo se encontraban los hijos del todopoderoso Juan José Hidalgo, meritocracia pura ¡oiga!

Dentro de este gran grupo se encontraban, aparte de la citada, Halcón Viajes, Be Live, Travelplan, Groundforce, Ibertours, Viajes Ecuador, iberrail, MK Tours, Tubillete.com, Welcomebeds, Welcome Incoming Services y Marsol.

En 2019 se vendió Air Europa por 1.000 millones de eurillos de nada a International Airlines Group (IAG), proceso de compra que a fecha de hoy aún no se ha materializado por culpa del bichito (vaya, que oportuno).

IAG viene de la fusión de la privatizada Iberia y British Airways, con un beneficio de 1.715 millones netos en 2019 y ahora le prestará 100 millones a Air Europa para poder seguir negociando y si no va bien la compra, IAG se quedará con el 20% del capital de Air Europa.

¿Mareados de tantos números y millones? Pues ahora viene lo mejor: la salvación de Air Europa pasa por el rescate por parte del Estado: 615 milloncejos de nada (el Gobierno español inyectó 615 millones de euros en la aerolínea de Globalia mediante un préstamo avalado por el ICO por importe de 140 millones y un rescate de 475 millones autorizado por la SEPI.)

Sí, lo que oyen, una empresa privada tiene que ser rescatada (otra vez) para poder ser comprada por otra empresa privada. Aún tenemos fresquito el tema de Bankia y los 65 mil millones (en las estimaciones más conservadoras) que debe la banca.

Al igual que ocurrió con Iberia, la fusión-compra-absorción-liquidación o cualquier forma que le den al negocio supondrá que el gobierno de Mr. Sánchez apruebe más ERTES y entre todos sigamos pagando los “déficits” de estos pobres patronos. La fusión de Iberia supuso la pérdida de más de 4.000 puestos de trabajo, además de que España es uno de los países que ya no tiene una línea de bandera.

A fecha 29 de marzo los sindicatos, los de siempre, ya habían pactado con Air Europa un nuevo ERTE por causas económicas que afectará a los más pobres por supuesto, ya que los pilotos no han llegado a ningún acuerdo.

Por tanto, los efectos de la pandemia (perdón, se me olvidaba que la culpa de todo la tiene ahora Putin) lo va a pagar la clase trabajadora ¿alguna duda? Y digo yo: una corporación como Globalia, ¿no tenía reservas? De los dividendos que repartía, ¿no se puede pedir a los accionistas una aportación? Porque lo que es a mí, nunca me dieron una peseta, no sé a ustedes, pero a mí, ná de ná. ¿Y el resto de empresas del grupo tampoco tiene fondos? ¿Y si IAG por 100 millones se queda con el 20% de la sociedad, el estado se tendría que quedar con el 123%, no? Que es que se pasa, pues mejor, con el 100% y que le devuelva los 100 millones a IAG. ¡Una auténtica tomadura de pelo!

En fin, nos enfrentamos al mismo juego de trileros de siempre: privatiza, rescata, reprivatiza. Las ganancias se privatizan y las pérdidas se socializan. ¿Cuántos años llevamos así? ¿Hasta cuándo va a aguantar la clase trabajadora? ¿Hasta cuándo tanto mamporrero del capital, pijo progres y sindicatos?

La historia ha demostrado cómo se arregla esta merendola: el pueblo organizado quita de en medio a todos estos delincuentes de cuello blanco, porque sólo el pueblo organizado salva al pueblo.

Juan L. Corbacho.

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