La prensa dice que se está produciendo un “recrudecimiento de la violencia” pero en realidad no pasa nada nuevo. El pueblo palestino lleva sufriendo más de 60 años de ocupación, 60 años que han marcado ya, como mínimo, a tres generaciones de palestinos/as: los/as que la sufrieron de primera mano con la Nakba en 1948 cuando más de 750.000 palestinos/as fueron forzados/as al éxodo y más de 400 pueblos arrasados; los/as palestinos/as que nacieron ya en el exilio forzado a partir de la Nakba siendo refugiados/as y continuando con la lucha del pueblo palestino y por último, una tercera generación; hija ya del exilio, la ocupación y con la Intifada de 1987 como referente de lucha que continúa con los mismos anhelos de generaciones anteriores a golpe de dignidad e Intifada.

 

Desde la Declaración Balfour en 1917 (inicio del apoyo del imperialismo británico al proyecto sionista en Palestina) hasta hoy, el pueblo Palestino ha padecido: un genocidio directo en, al menos, tres generaciones, la destrucción de miles de casas y territorios, el aumento de los/as refugiados que ya desde finales del 2000 eran el 70% de los/as palestinos/as, la existencia de un muro que reduce el territorio controlado por palestinos/as a la mínima expresión desde su construcción en el 2002, la presencia de colonos paramilitares en sus territorios, el aumento constante de miles de presos/as políticos/as incluídos/as adolescentes, etc. En este contexto de violencia sionista hablar de recrudecimiento de la violencia por añadir 20 muertos del lado israelí es casi insultante.

Ante la magnitud de la violencia sionista, la prensa burguesa sólo es capaz de definir la situación del pueblo palestino como de “desesperada” y preguntarse porque un/a palestino/a puede llegar a enfrentarse a un colono armado con un cuchillo a sabiendas de que será asesinado.

De una manera cínica se ha llamado a esta demostración de resistencia como la “Intifada de los cuchillos” al hacer referencia a las 20 muertes israelís y el supuesto “pavor” que padecen los israelíes al poder ser atacados por cualquier palestino con un cuchillo. El gobierno sionista no ha tardado en castigar al pueblo con un ataque sin precedentes asesinando a niños/as y adolescentes. Este aumento de la lucha en Palestina no se entiende sin los 60 años de genocidio y la constante ocupación. Por tanto, obviar y dejar entrever que el pueblo palestino anda “como loco” apuñalando ciudadanos israelíes neutrales y pacíficos es, como poco, un acto de tergiversación tremendo.

Lo que demuestran estos ataques, más allá de la denominación de si es una tercera Intifada o no, es la brutalidad de la ocupación israelí y el nivel de sacrificio en la lucha de los/as palestinos/as. Israel mantiene durante más de 60 años una ocupación que vulnera las propias leyes del derecho internacional y sus acciones imperialistas están muy lejos de buscar la paz, más bien, todo lo contrario. Lo que esta pasando en Palestina no es más que la expresión de lucha de un pueblo que ve como día a día lo matan y no tiene otra solución que la acción colectiva y los sacrificios individuales.

Tampoco debemos olvidar que muchas organizaciones de “izquierdas”, como Compromís en el País Valencià, apoyan las campañas de propaganda del gobierno israelí y sus falsos llamamientos a la paz. Dan cobertura mediática a las herramientas de propaganda israelí, como muchos cantantes como Noah, Matisyahu, etc, defendiendo que actuen en el País Valencià y puedan propagar la posición israelí sobre el genocidio del pueblo palestino. Aquí no hay medias tintas; o defiendes al opresor o al oprimido.

Alvaro Luque.

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