(I) Acertadamente Lenin evaluó en 1920 que "el peor enemigo del bolchevismo en el seno del movimiento obrero" era el oportunismo, incluyendo su variante izquierdista el "revolucionarismo pequeñoburgués", el cual caracterizaba como "parecido al anarquismo o que toma algo de él y se aparta en todo lo esencial de las condiciones y exigencias de una consecuente lucha de clases del proletariado" (sub. nuestro).

Se hace necesario este recordatorio cuando desde hace algunos días, exactamente a raíz de la publicación de la Resolución del VIII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela el cual parece que, comentado por muchos, pocos han estudiado y menos han argumentado cuando pasan a criticarlo. El gasto de tinta y de bytes que dicha Resolución logró en tan poco tiempo, se resume en buena medida al desarrollo de ideas por medio de las cuales muchos, demasiados quizá para la coyuntura, se unen para corear propuestas que impidan al PCV salir de la Historia, otros empeñados porque entremos en ella; algunos quizá más arriesgados plantean que estamos a metros (que digo metros, centímetros de estacionar el Volkswagen en el que Rómulo, Rafael y Hugo nos veían, en el estacionamiento de Miraflores y esta vez sin disparar un solo tiro). En fin, en los ríos de tinta que corren, hay unos cuantos empeñados en hacer entender a los comunistas que éste es el momento, y que la burguesía y el Imperialismo están a punto de morder el polvo de la Historia si sabemos, i n t e l i g e n t e m e n t e resolver la candidatura en la XIV Conferencia Nacional.

Este grupo, que no es la totalidad, asumen repentina, abrupta y espasmódicamente la necesidad de comunicarnos (vía internet) la inspiración divina llegada desde la silla donde teclean sus tácticas revolucionarias, sus principios insurreccionales y sus arengas inflamables a fin de que los comunistas tomemos el Poder y por fin ajustemos cuentas con la burguesía catirusia. Y lo asumen repentina, abrupta y espasmódicamente porque hacen del silencio su modo de vida cuando los comunistas salimos en defensa directa de los trabajadores despedidos desde la administración pública o privada; jamás se escuchan sus sabios consejos cuando planteamos un eje central de propuestas para salir de la crisis y que parte por descabezar cual enemigos de la Patria a los corruptos estén donde estén; en fin sólo aparecen cuando de elecciones se trata…

Este selecto, preocupado y sincero grupo de revolucionarios sin militancia, sin trabajo de base, sin construcción de organismos populares o clasistas, con horario de oficina incluso para hacer la Revolución olvidan lo expuesto en el primer párrafo, y que Lenin planteaba como elementos fundamentales que los comunistas venezolanos tenemos presentes en las últimas semanas donde estamos discutiendo el Documento base de la Conferencia Nacional El Cuadro Socioeconómico y Político de la Actual Crisis Capitalista en Venezuela. La Salida Revolucionaria y las Tareas del PCV; y es que la política del PCV no se sitúa en el deseo del pequeñoburgués que nos garantiza una consulta gratuita en el sofá para ayudarnos a superar los complejo de Edipo y de Electra que el presupone, un Partido de más de 80 años, aún posee.

Aclaremos que el evento que convocamos los comunistas NO ES SÓLO PARA DEFINIR CANDIDATURA. Que en dicho evento plantearemos elementos para la SALIDA REVOLUCIONARIA A LA CRISIS y definiremos las correspondientes tareas de los comunistas a partir de la táctica acordada. La candidatura es algo que se deriva de esa discusión y nunca al contrario. Para ello, en la discusión del Documento entendemos que se deben evaluar TODAS las condiciones (no sólo las que nos gustan o disgustan), un debate donde se consideran TODAS las exigencias del movimiento obrero y de los trabajadores en general (tanto las reivindicativas como las revolucionarias). Asumimos el debate entendiendo que el problema de fondo no es un problema ni de partidos ni de "liderazgos" de marketing sino que la actual situación es una expresión, un efecto intrínseco al estado actual de la lucha de clases con una clara incidencia de la contraofensiva del Imperialismo; y que cuando se habla de lucha de clases hay que ser consecuente y no espasmódico, abrupto o repentino opinador.

No será precisamente la pequeñaburguesía seguidora de la oniromancia, esa misma que debate unilateralmente desde sus artículos, la que dice cómo organizar sin haber organizado siquiera su identidad de clase y que plantea decisiones sin ir al debate la que defina la decisión de la XIV Conferencia Nacional de los comunistas venezolanos, único escenario democrático y participativo de estas dimensiones en esta coyuntura política. Seremos los comunistas en abierto y fraternal debate, con clara conciencia de los intereses de clase que tenemos y representamos, los que decidamos la estrategia revolucionaria para salir de la crisis y la táctica que desarrollaremos: sólo después de eso veremos el problema de la candidatura y cómo enfrentaremos el breve momento de esta campaña electoral.

(II) Por otra parte las infelices declaraciones vertidas por el cagatintas de turno, que cual Ratatösk (ardilla de la mitología vikinga encargada de crear cizaña entre los dioses del Yggdrasil), que ya han sido respondidas de manera elocuente hasta por los militantes que comienzan su proceso de formación político-ideológica, no merecerían más consideraciones salvo que es importante destacar que ante el agotamiento del modelo rentista y la bancarrota de las políticas económicas basadas en la usura y la especulación cambiaria, que lleva a pensar en el Señor Petro como el nuevo Mesías (mezcla de Cristo, Sai Baba y Mahoma) en el seno de un PSUV han desatado la furia anticomunista de más de uno

Toda vez que en el socialismo del S.XXI se reunen los intereses de Fedeindustria, la banca privada, la burguesía comercial-importadora, los obreros, los campesinos y los pueblos indígenas al unísono sin distingos de clase, credo, género o religión, es lógico entender que esas declaraciones expresan cómo la crisis del capitalismo en Venezuela sirve de abono para que la derecha, los representantes de la burguesía, los de la pequeñaburguesía que ansían acciones en el mundo lujurioso del gran capital insistan, a diferencia de la pequeñaburguesía freudiana, en generar las condiciones necesarias para que los comunistas demostremos que no somos revolucionarios, ni anticapitalistas ni absolutos convencidos de que la "lucha de clases es el motor de la Historia" (por cierto, sentencia que le había merecido a Marx ser condenado, ipso facto, por la Ley contra el Odio que sesudos ideólogos del eclecticismo parieron en medio de lecturas de Nietzsche, Kafka y Gabriel Marcel); por tanto, nos exigen, nos imploran, casi que nos ordenan que no dudemos en cómo votar en la XIV Conferencia Nacional, a ver si así Trump y Rajoy se convencen de que no son tan así de malucos como se pretenden y es posible la coexistencia pacífica a lo Brezhnev.

La ausencia de sustancia ideológica y de caldo político obligó a buscar un persona engreída sin fundamento para ello y con poca inteligencia e incómoda con sus palabras (es decir, un i d i o t a) que lanzara la primera idiotez desde tierras valencianas para inmediatamente, y en la antesala de los carnavales, ver la cofradía de zombies que se quitan los disfraces repitiendo lo que, no siendo ni siquiera una mentira, por más que lo repitan jamás se convertirá en verdad.

A los oportunistas de derecha (algo así como los eseristas del S.XXI) y a los oportunistas de izquierda les advertimos que chillen, pataleen, se pongan cabeza arriba, o cabeza abajo las decisiones y la Política del PCV la deciden los comunistas y solo estamos dispuestos a escuchar en debate fraterno a los trabajadores de la ciudad y del campo; y los bachaqueros-acaparadores con títulos de partido, los psicoanalistas de la revolución y los repetidores de oficio son desclasados que no afectaran nuestra decisión, sea cual sea.

Armiche Padrón Suárez, Miembro del Comité Central del PCV


Artículo publicado en aprorrea.org el 10/02/2018

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