Roux Ocefa era un laboratorio farmacéutico fundado en 1935. De los importantes del país, que comercializaba más de 100 productos, tenia 500 trabajadores y trabajadoras, ocho delegaciones regionales y una Fundación para contribuir a la investigación, docencia y divulgación científica. En 2016, entró en concurso de acreedores, suspensiones, despidos y un pasivo de 50 millones de dólares. La plantilla resistió y propusieron la conformación de una cooperativa, pero el sindicato propuso un comprador, que se hizo cargo del laboratorio.
La gestión fracasó y apareció un nuevo comprador, tuvieron que resistir hasta tres dueños distintos en dos años, que no hicieron sino agudizar la crisis del laboratorio. Esperando que los tribunales decidieran sobre la última quiebra y tras idas y vueltas con la administración, en octubre del año pasado decidieron no esperar más.
Ocuparon las instalaciones y realizaron una permanencia pacífica para recuperar su fuente de trabajo. Exigieron al juez que les permitiese la continuidad del proyecto. Finalmente les otorgaron una autorización provisional para que continúen la explotación de las dos plantas que tiene el laboratorio. Esa fue una victoria, que además sienta el precedente según uno de los trabajadores “de que se puede recuperar el trabajo” y, añadimos, de que sin nosotros y nosotras no se mueve un engranaje.
Es el primer laboratorio recuperado del país que ahora se denominan Farmacoop, y será el encargado de producir las tiras de diagnóstico rápido de Covid-19 que ha desarrollado un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Un equipo de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP logró producir la proteína del coronavirus que permite su detección. Ahora buscan avanzar con la producción masiva de los kits y estará a cargo del laboratorio recuperado Farmacoop.
“El desarrollo permitirá no tener que importar estos insumos, lo que significará un importante ahorro de fondos al estado y también generará trabajo para empresas locales como la cooperativa FarmaCoop”, destacaron desde la unidad académica de la UNLP.
Lucharon contra despidos, impagos de salarios, sindicato, burocracia judicial y administrativa y los propios miedos y ganaron. Son la prueba palpable de que mientras que trabajadoras y trabajadores somos necesarios, el patrón es absolutamente prescindible.
Fuente: Redacción UyL. Resumen Latinoamericano.