Un asesinato y diversas amenazas contra exiliados colombianos en Suiza en los últimos meses, parece indicar de la existencia de un comando paramilitar que opera en Suiza.
El hecho más grave ocurrió el 26 de agosto, cuando el exiliado político Alfredo Carmelo, residente en Ginebra, desapareció y activó todas las alertas. No fue hasta el 18 de septiembre que el cadáver de Alfredo Carmelo fue encontrado por la policía en la orilla del río Ródano, pero los detalles del caso no se han conocido hasta el pasado 28 de octubre por una filtración judicial publicada en “Le Courrier”. Según el periódico suizo, Alfredo Carmelo fue asesinado, con un único impacto de bala, y su cuerpo tenia señales de haber sido maniatado. Dejar los cadáveres en las orillas de los ríos es una práctica común del paramilitarismo colombiano, y su asesinato, en forma de ejecución, hacen que la hipótesis de que existe un comando paramilitar en Suiza tenga cada vez más peso.
Al asesinato del compañero hay que sumar otros graves hechos en las últimas semanas. Otro exiliado en Suiza encontró en su vehículo particular numerosos daños junto con un mensaje amenazante firmado por las Autodefensas Unidas de Colombia. Una reunión por videoconferencia del exilio colombiano en Suiza fue hackeada y un desconocido con el rostro oculto lanzó amenazas contra los y las asistentes, indicando que los tenían identificados y ubicados.
Los vínculos de los grupos paramilitares con los organismos de inteligencia de Colombia son notables y públicos. Ya en la primera década de los 2000, en la peor arremetida paramilitar de la historia, el Gobierno de Uribe organizó una oficina clandestina del temido DAS (Departamento Administrativo de Seguridad) en Barcelona para interceptar las comunicaciones de ONG y perfilar a activistas de Derechos Humanos en Europa.
Suiza, en lo referente a la comunidad de inteligencia, es un país muy celoso de su soberanía y nada proclive a tolerar operaciones clandestinas de otros estados en su territorio. La presencia de un comando paramilitar en Suiza es una señal de alerta para todo el exilio en Europa, especialmente en países como España, históricamente tolerantes con operaciones clandestinas en su territorio de israelíes, estadounidenses, surcoreanos y, cómo no, colombianos.
Mientras el gobierno del PSOE y Unidas Podemos entregaba la Gran Cruz de Isabel la Católica al presidente colombiano Iván Duque el pasado 10 de septiembre, sus sicarios asesinaban en Suiza a Alfredo Carmelo.
Ferran N.