La clase. Su conciencia y unidad

Que la gran mayoría de las personas que leen este periódico (por no decir todas) pertenecen a la clase obrera es una afirmación tan evidente como que existe la gravedad en el planeta Tierra o como decir que el Sol sale todos los días. Ahora bien, que todas las personas que pertenecen a la clase obrera, como el panadero, la pescadera, el repartidor, la cajera del súper, el camionero o la albañil sean conscientes de cuál es su clase, ya es otra cosa.

Si la pertenencia a una clase y ser consciente de ello fueran de la mano, otro gallo nos cantaría a las y los que todo lo producimos. A los que al final solo nos llevamos las migajas de la riqueza que generamos.

En este sentido el objetivo de trabajar por la unidad de clase es fundamental para las y los comunistas del PCPE. Porque construyendo unidad de clase fortalecemos la conciencia que tanto nos hace falta.

La política de alianzas del PCPE, que se concreta en el Frente Obrero y Popular por el Socialismo (FOPS), tiene como objetivo la creación de una amplia articulación de fuerzas muy diversas, del campo obrero y del campo popular, que cambie la correlación de fuerzas en el actual escenario de la lucha de clases, conquistando nuevas posiciones para la defensa de nuestros intereses y de nuestros objetivos estratégicos. La unidad de la clase es fundamental para consolidar en este Frente las posiciones más consecuentemente revolucionarias, y de avance hacia el socialismo.

El camino hacia la toma del poder pasa necesariamente por esa unidad de la clase. Sin dicha unidad, cualquier proceso de avance de las masas tendría una alta fragilidad, pues las posiciones reformistas y oportunistas siempre buscan su forma de intervenir en los momentos de auge de la lucha revolucionaria, para conducir esos procesos a los pies de la burguesía. Es por tanto un tema central en nuestro trabajo diario.

Una experiencia de unidad de clase: la Marcha Obrera en Gran Canaria

La Marcha Obrera en Gran Canaria nace como iniciativa desde el Partido en esta isla en el año 2010 cuando teníamos peores cifras de impacto sobre el pueblo trabajador a consecuencia de la crisis que arranca en 2007-2008. La idea era sencilla, organizar a los colectivos obreros en lucha y a las vecinas y vecinos organizados, conformando una gran columna de personas recorriendo los barrios más castigados por esta crisis, en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Así arrancó la primera Marcha Obrera en 2010. El pasado 1 de diciembre de 2021 tuvo lugar la XI edición (11 ediciones consecutivas, solo suspendida en 2020 por la pandemia).

Desde esa primera Marcha en 2010, cada año el grado de organización ha sido superior y desde 2017 aproximadamente, la propia dinámica de la Marcha Obrera ha permitido que el Partido sea ahora una organización más junto a unas 30 que se encargan con antelación de fijar la fecha, el recorrido, el lema principal, las tareas logísticas, de propaganda, de finanzas, preparar las notas de prensa y el manifiesto final, atender a los medios, etc, dentro de esta iniciativa. En resumen, ha dejado de ser una actividad “de la militancia comunista del PCPC” para ser una actividad sentida como propia por una importante variedad de colectivos.

El Espacio de Confluencia de Gran Canaria, una suma de decenas de colectivos nacida en 2020 en plena pandemia para dar respuesta a la parálisis organizativa de ese momento, y que fundamentalmente se ha forjado en la lucha por una sanidad pública y de calidad, fue quien organizó colectivamente la XI Marcha Obrera.

Tal y como se decidió en las asambleas previas de trabajo, no se quiere que la Marcha Obrera sea una fecha sino una organización permanente. Es decir, que los colectivos organizados estén trabajando de continuo, organizando y haciendo política en el buen sentido de la palabra, colocando el reto de crecer más allá de las organizaciones que lo componen y sintonizar con una mayoría de nuestra gente joven, con el pueblo que ahora mismo no está organizado.

Motivos para trabajar no faltan. El futuro miserable que le espera a nuestra juventud, la lucha contra la asfixiante militarización de nuestra tierra, o la defensa por una verdadera sanidad pública son algunos de ellos.

Ese es el reto, caminar hacia un futuro digno para nuestra clase, hacia el socialismo y fuera del miserable sistema capitalista.

JAVIER DELGADO

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