Terrorismo de la dictadura del capital

En 2021 al menos 4.404 personas murieron intentando llegar a España. Doce vidas perdidas cada día, en su fuga desde las costas africanas.

Esta cifra es la que se puede dar con datos corroborados, facilitados por la organización Caminando Fronteras. Pero nadie niega que la cifra real es bastante mayor.

El Gobierno más progresista de la historia” no ha emitido ni una sola palabra ante este dato aterrador, y no modifica un ápice la Ley de Extranjería. Pedro Sánchez aplica la ley y no le tiembla el pulso. Terrorismo de la dictadura del capital, no tiene otro nombre.

Las migraciones desde las costas africanas son consecuencia directa del colonialismo anterior y del imperialismo actual. Las potencias europeas se han repartido África a su conveniencia, especialmente desde el siglo XIX, para robar todas sus riquezas. En Berlín, con un tiralíneas, trazaron las fronteras.

88.600 millones de dólares se evaden cada año de forma “ilícita” del continente (UNCTAD): el 3,7 % del PIB. Una cantidad mayor se saquea de forma “lícita”.

Eso que se roba sería un aporte extraordinario al bienestar de sus poblaciones; entonces la necesidad de migrar en esos países no sería la misma.

La civilizada” Europa mira insensible el drama de estas migraciones desesperadas. El fascismo italiano no tiene ningún reparo en cerrar puertos y condenar a miles de personas a la muerte. En España, desde la monarquía de Felipe VI hasta VOX, el PP y las dos versiones de la socialdemocracia; todos ellos, con uno u otro discurso, hacen oídos sordos y miran para otro lado. El resultado son estas 4.404 vidas perdidas.

De ellas, 4.016 muertes corresponden a la ruta Canaria. La UE cierra a cal y canto la ruta Mediterránea, y deja abierta la ruta Canaria, como expresión de su sometimiento al chantaje de la dictadura marroquí.

El gobierno se excusa con el pretexto de las mafias”. Pero las mafias auténticas son los gobiernos de España y de la UE. FRONTEX es la agencia europea de sicarios para impedir la llegada de las barquillas “por nuestra seguridad”. La UE, además, financia a los guardacostas libios que incluso llegan a disparar contra las precarias zodiacs, abarrotadas de personas desesperadas.

IMPERIALISMO Y MUERTE

El imperialismo no cambiará sus políticas de expolio y saqueo, no permitirá el desarrollo de los países africanos. Solo la revolución socialista hará posible el final de las causas que generan esta tragedia, porque establecerá unas relaciones internacionales basadas en el respeto a la soberanía y en el intercambio económico sobre el principio del beneficio mutuo.

La posición internacionalista proletaria hoy pasa por confrontar radicalmente las políticas migratorias de España y de la UE. Golpear fuerte al Gobierno, y aún más fuerte a los fascistas de VOX/PP y sus políticas racistas y profundamente reaccionarias. Políticas propias de la vieja y rancia España.

El capitalismo internacional condena a una importante mayoría de la Humanidad a una vida miserable, mientras una parte reducida de esa población mundial sí tiene acceso a unas condiciones materiales de vida mejores, así como a las tecnologías más avanzadas. Es su modelo antisocial, es la opción elegida por el capital monopolista trasnacional como su estrategia para la creación de valor y para mantener la acumulación capitalista en cada vez menos manos. Para el continente africano, el futuro forzoso es el saqueo de sus riquezas, la destrucción de sus tierras y bosques, y la miseria generalizada. Para ese modelo bárbaro, 4.404 personas que pierden la vida es algo intrascendente, pues son millones de vidas las que asesinan con sus guerras, con sus enfermedades y con el hambre. Ese es su mundo, no es ni será nunca el nuestro. Socialismo, para terminar con la barbarie.

C. Suárez

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