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Informes recientes de oficinas con estudios de datos estadísticos reseñados por la prensa muestran que los Estados miembros de la Unión Europea (UE) con mayores índices de población en riesgo de caer en la pobreza son Grecia, Rumania, España, Bulgaria y Croacia.

 

Se destaca que en España el deterioro en los últimos años ha sido notorio; abarca casi un tercio de la población imposibilitada de satisfacer sus necesidades básicas, entre tanto, en Bulgaria —el país más pobre del bloque— prácticamente la mitad de sus ciudadanos está en riesgo, seguido de Rumanía, nación en el que el 41,7 % de sus habitantes vive esta realidad.

Las políticas de ajustes dejan en la calle a miles de personas, contribuyendo así al aumento de los que no tienen posibilidad de utilizar más del 20 % de sus potencialidades de trabajo en el año, como sucede al 16 % de los ciudadanos en Croacia, o al 14 % de españoles y griegos, según la oficina Eurostat.

Se calcula que alrededor de 124,5 millones de europeos están amenazados por la pobreza. Según datos de la Cruz Roja Internacional, 43 millones de habitantes en el Viejo Continente no ganan lo suficiente para alimentarse, no pueden comprar medicinas, ni tienen acceso a la salud. En este sentido, uno de cada siete rumanos vive en la miseria extrema y en igual situación se encuentran 3 millones de españoles.

Alemania, uno de los países con menos peligro para su población de caer en el umbral de la pobreza, ya tiene casi un 20 % de ciudadanos golpeados por este flagelo, en el que las mujeres siguen siendo más afectadas que los hombres. A unos 16 millones de alemanes no les alcanza el dinero para asumir bienes básicos como la calefacción, cita Elcomercio.com

Conspira a favor de la pobreza el grave problema del desempleo juvenil con cifras muy altas para este sector, que en Grecia llega al 58 %, seguido por España con el 57,4 %. En general, parece que el país ibérico no recuperará el nivel de empleo que tenía hace cuatro o cinco años hasta después del 2020.

Ante situaciones como esta y la premura por su solución, la UE pide la aplicación de medidas nacionales para luego entregar por partes las ayudas pactadas. Se obliga a millones de personas a vivir en la indigencia y alimentarse de productos que recogen de la basura, como denuncia la prensa.

La necesidad extrema trae consigo otros grandes males como los vinculados a los niños, que incluso muy pequeños tienen que mendigar en las calles, son explotados y esclavos de mafias que los secuestran o los compran y venden entre países por cantidades que varían desde cientos hasta miles de euros en la culta e ilustre Europa.

Menores son entrenados para delinquir y las niñas vendidas para matrimonios o redes de prostitución, otros con no menos suerte, utilizados como “donantes” en el comercio ilegal de órganos por bandas criminales. Se dice que la mayoría de estos infantes son de origen búlgaro o rumano.

El aumento de la pobreza se relaciona con el crecimiento de la desigualdad provocada por el despojo de derechos sociales básicos para la supervivencia de la mayoría. Los que explotan a los pueblos son los únicos culpables.


Artículo extraído de la web trabajadores.cu

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