Tania Crombet Ramos, una joven científica, cuyos reconocimientos tanto nacionales como internacionales dan muestra de su prestigio, es Directora de investigaciones clínicas del Centro de Inmunología Molecular, Orden Carlos J. Finlay/2020, tiene la Distinción Jóvenes Por la Vida, por el trabajo desarrollado contra la COVID-19/2020, Premio Nacional de la Academia de Ciencias a la mujer científica/2003, Trabajadora Vanguardia Nacional en 21 ocasiones.

Esta mujer cubana es lideresa del equipo que lleva la investigación de la vacuna CimaVax-EGF contra el cáncer de pulmón y que, junto con un grupo de ocho académicos más, fueron seleccionados en el año 2020 para integrar el panel internacional de expertos como grupo asesor para el enfrentamiento ante la COVID 19. Además forma parte de la Academia Mundial de Ciencias desde enero de este año 2022.

Este reconocimiento decididamente merecido y no fortuito es fruto de muchas horas de estudio y una vida dedicada prácticamente a la ciencia. Médica, especialista en Inmunología, ha trabajado incansablemente al servicio de la salud pública cubana y la Revolución. Su trayectoria es reflejo de lo lejos que pueden llegar las mujeres en el mundo científico en Cuba.

Su paso por la escuela Lenin le dejó huella. Allí excelentes maestras y maestros modelaron su vocación. Finalmente en los noventa, cuando comenzó la especialidad, se vinculó al Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, en el equipo que investigaba con mucho rigor el cáncer. Sus grandes profesores, como los líderes científicos Agustín Lage y Rolando Pérez, la llevaron a su pasión por la investigación, en particular por la inmunoterapia del cáncer.

Durante su trabajo contra la crisis provocada por la COVID-19, Tania no se vinculó directamente al grupo de investigación de las vacunas cubanas, sino al que trabajó en la introducción de algunos medicamentos en los protocolos cubanos de tratamiento, con dos monoclonales que reducían la tormenta de citocinas, causantes de la hiperinflamación y responsable de que la o el paciente pasara de formas severas la enfermedad, así como la mortalidad del grave y el crítico.

En su talante resalta el “nosotros”. Como parte del equipo de la vacuna Cima Vax-EGF, la doctora insiste en que “aquí, como en todo lo que hacemos no hay resultados individuales, para hacer ciencia hay que implicarse en una construcción colectiva”.

El título de Heroína del trabajo lo asume como un compromiso, sin esperarlo afirma que para ella “este título es también para todas y todos mis compañeros”. La humildad de Tania se refleja en sus declaraciones: “no creo que todo ello haya sido un gran sacrificio, quizás un poquito más de esfuerzo y de empeño al combinar los roles de hija, madre y esposa con el de científica”. Cree que todo el trabajo que hace, tener una familia y vivir en un país como Cuba, es lo que le ha dado la oportunidad de realizarse como científica.

Isa Talavera

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