“Cada arma está en su sitio y junto con cada arma, los heroicos defensores de la patria”. Esta frase formó parte de un mensaje radiofónico del gobierno revolucionario de Cuba el 23 de Octubre de 1962, fecha en la que el Consejo de la OEA, institución al servicio de EEUU, aprobó el bloqueo a Cuba.

Sesenta años después, el bloqueo se ha recrudecido de forma constante. El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, informaba en rueda prensa, celebrada el pasado 19 de Octubre, que el bloqueo ha causado daños que ascienden a 154.217 millones de dólares, y que sólo entre agosto de 2021 y febrero de 2022, esta política causó pérdidas a Cuba que ascienden a 3.806,5 millones de dólares: 15 millones de dólares diarios; superando en un 49% las cifras del periodo anterior, un récord en apenas siete meses.

El gobierno de Biden continúa con la misma política de Trump; no hay diferencia, ya sea del Partido Republicano o Demócrata, Cuba es objetivo de una agresión sin precedentes en la historia. Biden mantiene todas las restricciones del anterior gobierno, ambos alimentando la actitud criminal hacia Cuba.

 

En cada periodo se repiten y añaden nuevas medidas coercitivas que impiden que Cuba tenga relaciones comerciales con otros países. Cuando la mafia de Miami, con canales de comunicación propios pagados para intervenir en la opinión del pueblo cubano, hablan de fallos en la industria energética, omiten que, por ejemplo, en octubre de 2021 una empresa extranjera que suministraba piezas para repuesto de la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, canceló el contrato con el gobierno cubano porque se habían comprometido a no financiar a países que tenían sanciones de EEUU.

Al genocida bloqueo se suma la manipulación mediática, que incrementa su actividad propiciando, desde fuera de Cuba, elementos de inconformidad; pagando a personajes como Yunior Aguilera, que al mismo tiempo que denunciaba su retención en su domicilio en La Habana, tomaba un vuelo el 17 de noviembre de 2021 con destino a España, en el cual fue recibido con visado de turista, y del que nada se sabe después de un año. Muy probablemente formará parte de los delincuentes que paga el gobierno de EEUU primero, y a los que después, mantenemos en nuestro país con actitud de fiel lacayo. La injerencia es otra violación del derecho de soberanía de Cuba.

El canciller Bruno Rodríguez ha facilitado un importante dato: el PIB de Cuba pudo haber crecido un 4,5% en el periodo analizado (enero/julio 2021) de no existir el bloqueo.

Analizado este dato en el contexto de crisis capitalista, Cuba Socialista hubiera podido superar muchas dificultades económicas que hoy sufre el pueblo ante la imposibilidad de comprar alimentos, medicinas o petróleo.

Podía constituir un ejemplo de cómo un pueblo construye su futuro superando dificultades económicas que hoy enfrentan la mayoría de países. En la actualidad, toda la población cubana está vacunada contra la COVID-19 con sus propias vacunas; la investigación científica se aceleró ante la necesidad de salvar a la población, a pesar de las limitaciones en adquirir tecnología de investigación, que con solo el 10% de material estadounidense en su composición, el bloqueo les impide comprar. Si la Revolución no tuviese sus propias vacunas, la población estaría indefensa frente al virus: ningún laboratorio hubiese podido vender vacunas al gobierno de Cuba. El mundo también se perjudica con el bloqueo: si las vacunas Soberana, Soberana+ y Abdala se pudiesen comercializar libremente, la empresas farmacéuticas que han disparado sus beneficios económicos con la pandemia, no hubiesen tenido la misma facilidad para enriquecerse, ante una competencia de vacunas que sobre todo son humanas.

Precisamente esta coyuntura proporciona mayor crueldad al bloqueo económico, comercial y financiero; aplicado en situaciones de gravedad para la población, en tiempos en los cuales la mayoría de los países solicitaban que el bloqueo cesase por un tiempo, por humanidad.

Ejemplo de su carácter criminal es la prohibición de vender a Cuba ventiladores pulmonares en los momentos más álgidos del combate contra la pandemia.

Pese a la situación en desventaja que tiene el pueblo cubano; la ONU, en su informe sobre la calidad de vida de la gente común, coloca a Cuba por encima de EE.UU., un país donde 1 de cada 10 adultos tiene deudas médicas, donde la población pobre vende su sangre para sobrevivir. Situaciones que en ningún momento se viven en Cuba.

Los días 2 y 3 de noviembre, la mayoría de los países volverán a votar contra el criminal bloqueo, que a pesar de ser reconocido por todos los gobiernos en el mundo, de demostrar con cifras su agresividad, su genocida intención, la mafia de Miami y sus siervos personajes se atreven a decir que no existe.

Teresa Pantoja

 

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