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El Consejo de Ministros del día 20 de diciembre trajo cambios en la legislación laboral. El Real Decreto Ley 16/2013, de medidas para favorecer la contratación estable y mejorar la empleabilidad de los trabajadores ha sido calificado como una segunda vuelta de la reforma laboral de 2012, y sin duda ayudará a que la tasa de explotación de la clase obrera siga aumentando. Veamos sus principales medidas.

El trabajo a tiempo parcial, futuro de millones de trabajadores y trabajadoras.

La reforma afecta principalmente a dos modalidades de contrato: el contrato a tiempo parcial y el contrato de apoyo a los emprendedores.

Respecto al contrato a tiempo parcial, la nueva disposición legal facilita más aún el que la persona trabajadora quede a entera disposición de la empresa, con un mínimo de horas de trabajo fijas y un porcentaje significativo de horas que dependerán de las necesidades patronales.

Paradójicamente, la norma suprime la posibilidad de realizar horas extra bajo esta modalidad de contrato; sin embargo, se aumenta el margen legal y se flexibiliza la realización de "horas complementarias".

Estas horas complementarias podrán realizarse siempre que la jornada laboral sea de al menos 10 horas semanales en cómputo anual. Debemos distinguir entre horas complementarias "pactadas" y "voluntarias": las primeras serán negociadas entre trabajador/a y empresa, con antelación a su realización; las segundas serán "ofrecidas" al trabajador/a en cualquier momento, que podrá (contengan la risa) decidir libremente si acepta realizarlas.

Respecto a las pactadas, se aumenta el porcentaje máximo de horas que se podrán pactar, pasando del 15 al 30% más de jornada. Este porcentaje podrá aumentarse mediante convenio colectivo. Además, se reduce el número de días de preaviso para la realización de estas horas, que pasa de 7 a 3 días, reducibles más aún por convenio colectivo.

En cuanto a las voluntarias, podrán ser ofrecidas hasta un máximo del 15% de la jornada ordinaria del contrato, aumentable hasta el 30% mediante el convenio colectivo.

Por lo tanto, hablamos de una flexibilización extrema de esta modalidad laboral, que va a permitir al empresario disponer a voluntad del trabajador/a, enmascarada bajo una supuesta libertad para pactar, que resulta insultante. Esto no solo trae inestabilidad y graves consecuencias económicas para la clase obrera, sino que repercute muy negativamente en ámbitos como los riesgos laborales psicosociales o la conciliación de vida personal, familiar y laboral.

Para redondear la faena, se rebaja en un punto la cotización por desempleo en estos contratos, cuando son de duración determinada.

En cuanto al contrato de trabajo de apoyo a los emprendedores, introducido por la reforma de 2013, estaba establecido exclusivamente como contrato a jornada completa, pero ahora podrá también realizarse a tiempo parcial. Hasta noviembre de 2013 solo se han realizado 150.327 contratos de este tipo, de los cuales solo se mantienen el 60%, por lo que el gobierno pretende reimpulsarlo. Un año de periodo de prueba, con las grandes "ventajas" del contrato a tiempo parcial que acabamos de analizar, con grandes bonificaciones... En definitiva, un gran instrumento para la extracción de plusvalía del trabajador/a.

En definitiva, el gobierno deja claro que el empleo para un porcentaje significativo de los trabajadores y trabajadoras va a ser mediante contrataciones a tiempo parcial, en condiciones muy favorables a la empresa, con la consiguiente precarización del empleo.

Las ETT, a la caza del botín.

Una misión de la reforma laboral de 2012 era fomentar las Empresas de Trabajo Temporal, en detrimento de los servicios públicos de empleo. Si en febrero de 2013 se permitió que estas empresas gestionaran contratos de formación y aprendizaje, ahora se les habilita para realizar contratos en prácticas.

Más conciliación de vida personal, familiar y laboral.

No todo es negativo. Aumenta el derecho a la reducción de jornada por cuidado de hijos/as, pasando de 8 a 12 años la edad máxima del hijo/a para poder solicitarla. Eso sí, no olvidemos que lleva aparejada la reducción propocional de salario, con lo que habrá personas malpensantes que interpretarán esto como vía para que las personas que quieran reincorporarse tras ese permiso al cumplir sus hijos los 8 años, puedan alargarlo 4 años más si la empresa no está en condiciones de readmitirlas.

La negociación colectiva, bajo mínimos.

Estas nuevas medidas llegan cuando la reforma laboral de 2012 está dando ya sus frutos... para el capital, claro. Los convenios colectivos renovados desde su aprobación han consolidado la "moderación salarial" en nuestro país, aumenta el protagonismo de los convenios de empresa frente a los de ámbito superior, y se disparan los descuelgues de empresas respecto a los convenios firmados, sobre todo en materia salarial. Todo un éxito del ejecutivo, que sin embargo resulta insuficiente para el gran capital, que se muestra incapaz de encontrar una salida a su crisis que no pase por el empobrecimiento directo y la sobreexplotación desbocada de la clase obrera.Además, se ha congelado tanto el salario mínimo como el IPREM.

La UE aprieta, el gobierno ahoga.

La prensa anuncia que el gobierno está recibiendo presiones desde Bruselas para que afronte cuanto antes nuevas reformas en materia laboral y fiscal, en términos de más "flexibilidad" y más IVA.

El proyecto político del gran capital europeo muestra una vez más su esencia imperialista.

Unidad y lucha obrera... y Partido.

El capital necesita imperiosamente recuperar su tasa de ganacia, y no bajará el ritmo de sus ataques... salvo que le obligemos. Es fundamental que los trabajadores y trabajadoras se organicen en Comités para la Unidad Obrera, y que luchen bajo la bandera de la unidad obrera personas afiliadas a diferentes sindicatos.

Pero es en el ámbito de la política donde se podrán dar las mayores victorias. Necesitamos reforzar la organización política de nuestra clase, para hacer confluir las luchas y dirigirlas hacia el objetivo de una nueva sociedad al servicio de la clase obrera. Esa sociedad será posible mañana si hoy los trabajadores y trabajadoras nos organizamos en el Partido Comunista, el PCPE.

Juan Perles

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