Los días 17 y 18 de diciembre y 3, 4 y 5 de enero, la plantilla de Amazon en el centro logístico de Trapagarán, en Bizkaia, ha convocado Huelga. Los sindicatos LAB y ELA dicen que la plantilla “ya no puede más”. Exigen negociar un convenio de centro que ponga freno a la “precariedad laboral”1.

La cosa viene de largo. Las últimas movilizaciones de los 125 trabajadores de la plantilla fueron en noviembre de 2022, con una huelga coincidiendo con el Ciber Monday. Tras esa movilización la empresa pidió sentarse y negociar. Se detuvieron las protestas para hacerlo. Trece meses y más de 10 reuniones después no hay avances. Un clásico.

Según explican los sindicatos, Amazon sigue en la actualidad beneficiándose de la precariedad laboral: “largas jornadas de trabajo, uso excesivo de horas complementarias, altísimos ritmos de trabajo, un control constante por parte de las APP que afecta la salud física y/o psicológica de la plantilla, así como una gran inestabilidad por las contrataciones de ETT, falta del derecho a la subrogación de las y los repartidores, no aplicación del Convenio de Transporte al colectivo de repartidores y repartidoras...”

Y lo anterior se da, (o es a consecuencia de lo anterior), en un contexto de grandes beneficios para el gigante del comercio electrónico. “Para el cuarto trimestre de 2023, Amazon prevé ingresos entre 160.000 millones y 167.000 millones de dólares, con un beneficio antes de impuestos de entre 7.000 a 11.000 millones de dólares.”

¿Y que pasa con los centros de Amazon en el resto del Estado?

El 27 y 28 de noviembre, CCOO tenía convocada la primera huelga simultánea en todos los centros, unos 40, donde trabajan alrededor de 20.000 personas. Finalmente fue suspendida parcialmente por acuerdo entre las partes, pero solo en 14 centros, los grandes espacios logísticos, que pertenecen a Amazon Spain Fulfillment. Los “pequeños”, unos 25, se quedaron fuera y mantuvieron sus paros parciales.

¿Que acuerdo cerró CCOO con Amazon en esos “grandes centros”? La puesta en marcha de "un nuevo procedimiento de gestión de accidentes de trabajo, que será negociado en los Comités de Seguridad y Salud de los distintos centros de trabajo" y "un compromiso de puesta de medios y recursos para mejora del soporte y respuesta del servicio de gestión de nóminas". Desde CCOO afirman que la mejora de salarios queda fuera de este acuerdo: “Se ha optado por sacar este asunto fuera de esta negociación, ya que la empresa no accede de ninguna de las maneras a negociarlos con la representación sindical y, por tanto, este asunto queda sin resolver y fuera del compromiso de paz social”.

Lo de Amazon aquí y ahora se enmarca en el fenómeno de las multinacionales norteamericanas, que se asientan en Europa y que quieren exportar sus abusos sindicales al viejo continente. Recientemente conocimos el caso de la fábrica de vehículos Tesla en Suecia2, con su multimillonario propietario, Elon Musk, a la cabeza. Si nos vamos más cerca no es difícil encontrar ejemplos parecidos en plantillas de McDonald´s.

Si el lector quiere hacerse una idea de las condiciones laborales en Amazon o similares puedes verlo en películas como “Sorry We Missed You” (2019), “Nomadland” (2020), o más recientemente “Vida y muerte en un almacén” (2022).

Desde estas páginas de Unidad y Lucha estaremos atentos a la lucha de la plantilla de Trapagarán. Y animamos a las plantillas de Amazon del resto del Estado a avanzar en sus posiciones en defensa de sus derechos laborales.

Como dice el trailer de “Vida y muerte en un almacén”3, “el auge de las compras en internet ha creado un ejército invisible de cerca de un millón de trabajadores de almacén”. Si estas leyendo este artículo y perteneces a ese ejército, organízate y lucha. No queda otra.

Javi Delgado