Giorgos Toussas, miembro del CC del KKE y eurodiputado, participó en la “mesa redonda” organizada por el Partido Comunista de la Federación Rusa los días 14-15 de marzo de 2014, bajo el título: “Los comunistas en los parlamentos y la lucha de clases”.

A continuación el discurso de G.Toussas:

Estimados camaradas:

En primer lugar quisiéramos aprovechar de esta ocasión para expresar nuestra solidaridad con los comunistas de Ucrania que en este período se están enfrentando a una “ola” política reaccionaria fuerte, provocada por las contradicciones interburguesas y la intervención abierta de los EE.UU. y de la UE en los asuntos internos de Ucrania y su competencia dura con Rusia sobre el control de los mercados, los recursos naturales y los tubos de este país.

Quisiéramos condenar el intento de prohibir el Partido Comunista de Ucrania y la ideología comunista.  Nuestro Partido, como ya saben, ha tomado una serie de iniciativas en el último período, con intervenciones en el parlamento nacional, en el parlamento europeo y la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa contra los planes para la prohibición del Partido Comunista y la ideología comunista en Ucrania.

Hemos realizado una manifestación de masas fuera de la embajada de Ucrania en Atenas mientras que la resolución conjunta que elaboramos con el Partido Comunista Alemán acerca de los acontecimientos en Ucrania fue apoyada por unos 50 partidos comunistas y obreros.

La posición del KKE es que en vista de estos acontecimientos políticos reaccionarios en Ucrania, dada la ascensión de las fuerzas reaccionarias hasta incluso fascistas, dado el peligro de división de los trabajadores en base a características étnicas y lingüísticas y bajo “banderas ajenas” de diferentes secciones de la burguesía, es necesario para el movimiento comunista y obrero organizar su lucha independiente, teniendo como criterio sus intereses y no quién imperialista elige una u otra parte de la plutocracia de su país.

Estimados camaradas:

En relación con el tema del evento de hoy “Los comunistas en los parlamentos y la lucha de clases”, quisiéramos destacar que tratamos el parlamento como una institución de la democracia burguesa, como un instrumento del capitalismo para la gestión el poder de los monopolios con el criterio básico de salvaguardar sus intereses. A partir de esto, estamos diametralmente opuestos a puntos de vistas oportunistas, adoptados en Europa Occidental por la llamada corriente del “eurocomunismo”, que fomentan la ilusión de que puede haber una “transición parlamentaria” al socialismo. Permítanme presentarles algunas posiciones fundamentales del KKE sobre la cuestión que examinamos:

  1. El análisis de la cuestión que estamos discutiendo nos lleva a un asunto más profundo, es decir, a la actitud de los comunistas ante el capitalismo. Los partidos comunistas pueden ponerse en acuerdo de que se trata de un sistema socio-económico en que el poder, el estado burgués y sus instituciones están en manos de la burguesía que posee los medios de producción y se apropia de la riqueza que produce la clase obrera y los sectores populares.

El KKE se basa en la posición leninista que destaca que no existe en ningún país capitalista una “democracia en general”. Lo que existe es únicamente la democracia burguesa, igual que no existe “dictadura en general” sino la dictadura de la clase oprimida, es decir del proletariado, sobre los opresores y los explotadores, es decir sobre la burguesía, con el fin de derrotar la resistencia de los explotadores en la lucha por su dominio.

“…La república burguesa, aún la más democrática, no es más que una máquina de opresión de la clase obrera por la burguesía, de la masa de los trabajadores por un puñado de capitalistas…”[1] y esta represión se intensifica cuando el poder del capital está en juego o está siendo sacudido o incluso en el caso de que los intereses imponen la utilización de las fuerzas más reaccionarias, fascistas como se está sucediendo en Ucrania con la intervención de EE.UU, de la UE y de la OTAN en competencia con la burguesía de Rusia, por el control de la región.

Sin embargo, la lucha contra el fascismo no se puede atrapar en el apoyo de la democracia burguesa, no se puede limitar en la lucha por la protección y ampliación de los derechos democráticos y sindicales en el marco del sistema político burgués porque esto significaría la restricción de la lucha en el sistema existente de explotación. La lucha por estos derechos y contra la dictadura fascista abierta de la burguesía, por la defensa de los derechos democráticos como son el derecho a la actividad legítima del partido comunista, el derecho a participar en las elecciones burguesas, no puede mirar hacia el pasado sino hacia el futuro. Este es el significado de la percepción marxista-leninista sobre la destrucción de la máquina estatal burguesa y de sus instituciones, mediante el paso de los medios de producción a manos de la clase obrera, con la aparición de instituciones de poder que surjan del pueblo.

A nivel teórico y práctico, a través de décadas de experiencia, se ha demostrado que el Poder estará en manos de la clase obrera o en manos de la burguesía. “Todo sueño en una tercera solución es un reaccionario gimoteo de pequeñoburgués.” [2]

Consideramos que estos asuntos fundamentales para la elaboración de la política de los partidos comunistas son muy valiosos en la lucha por ganar la conciencia de la clase obrera y de los sectores populares, para la maduración del factor subjetivo.

  1. El KKE ha tenido representación en el parlamento nacional y en el parlamento europeo durante años.  En este período nuestro partido participa en el parlamento con 12 diputados y en el parlamento europeo con 2 eurodiputados, después de haber aclarado el carácter clasista antipopular del parlamento nacional y europeo, así como que la participación del pueblo en las elecciones cada cuatro años no puede resolver la cuestión básica de la lucha de clases.

En esta base el KKE interviene en el parlamento nacional y en el parlamento europeo, trata de impedir las medidas antipopulares, vota en contra de proyectos de ley o directivas y otros actos antipopulares de la UE, plantea preguntas, propone proyectos de ley y enmiendas sobre asuntos graves que conciernen a la clase obrera y los sectores populares, asuntos respecto a la protección de los desempleados, el alivio de los hogares populares de los préstamos y los impuestos, la Sanidad, la Educación, en combinación con la lucha organizada por los sindicatos clasistas, por el movimiento obrero y popular.

Normalmente, las posiciones del KKE son rechazadas por los partidos burgueses y oportunistas y no hay ninguna expectativa de que los problemas populares se pueden resolver de esta manera. Pero esa intervención ayuda a revelar el carácter explotador del capitalismo y de la democracia parlamentaria burguesa, como “dictadura de los monopolios”.

Contribuye a la educación de la clase obrera, las capas populares y los jóvenes, informa a los trabajadores, les prepara para organizar mejor su lucha.

En caso de que se aprueben las medidas y las leyes antipopulares nuestro partido insiste, cuestiona y lucha para que no se legitimen en la conciencia del pueblo.

Esta intervención, la intervención por ejemplo con una pregunta que denuncia las medidas que comercializan la sanidad o que imponen impuestos al pueblo, o una propuesta de ley con respecto a los derechos de seguridad social de los trabajadores, o una intervención en el parlamento europeo contra las intervenciones imperialistas de la UE se pueden integrar en la lucha de masas por medio de la combinación de la lucha con las organizaciones del partido y de la KNE, se pueden adoptar por sindicatos y las demás instituciones del movimiento de masas. En esta dirección apunta la lucha de nuestro partido y de nuestros diputados.

Los parlamentarios y los eurodiputados comunistas mantienen fuertes lazos con los trabajadores de las fábricas, de las empresas, con el campesinado pobre y mediano, con los trabajadores autónomos. Toman acción en los barrios, en las escuelas, en las facultades, en los hospitales, dondequiera vive y trabaja nuestro pueblo. Los ingresos de los parlamentarios comunistas no difieren de los de las capas obreras y populares. Entregan su sueldo parlamentario al KKE, y luego el partido, en la medida de sus capacidades, les da un salario que no puede ser superior al sueldo de un trabajador.

Los parlamentarios y eurodiputados comunistas, en consulta con las organizaciones partidistas, recogen material para que las intervenciones en el parlamento sean más reveladoras, más eficaces.

Están en la vanguardia de las movilizaciones obreras y populares y contribuyen a la organización de la lucha.

La clase obrera y los sectores populares tienen interés en fortalecer el KKE en las elecciones europeas, en las elecciones municipales y regionales en mayo e insistimos en ello.

Al mismo tiempo decimos al pueblo la verdad.

Le decimos que esto es un aspecto más de la lucha. Lo básico es acelerar el reagrupamiento del movimiento obrero, fortalecer los sindicatos, lograr una orientación clasista, cambiar la correlación de fuerzas, derrotar las fuerzas que apoyan la UE y la política burguesa, derrotar las fuerzas del reformismo y del oportunismo que fomentan la cooperación de clases y tratan de desarmar el movimiento obrero.

Decimos a los trabajadores que es necesario construir la alianza popular entre la clase obrera, el campesinado pobre, los trabajadores autónomos en los centros urbanos, las mujeres y los jóvenes de familias populares para que se fortalezca la lucha anticapitalista, antimonopolista, para que se derroque la barbarie capitalista, para que se conquiste el poder obrero y popular, para que abra el camino de la sociedad socialista-comunista.

Se debe entender que es una cosa la confrontación en el parlamento nacional y europeo con las fuerzas burguesas y oportunistas sobre cualquier problema popular en dirección de conflicto con la burguesía, el Estado burgués, la UE y el sistema capitalista, y es otra cosa fomentar confusión e ilusiones de que la lucha parlamentaria puede dar lugar a reformas al sistema o a la UE, la unión imperialista cuyas bases son fuertes grupos monopolistas, que sean favorables al pueblo, tal como sostienen las fuerzas del Partido de la Izquierda Europea (PIE) o SYRIZA en Grecia y otras fuerzas oportunistas.

Esta percepción causa gran daño y erosiona las conciencias. Tiene como punto de partida la ilusión peligrosa de la humanización del capitalismo, mientras al mismo tiempo el sistema, en la fase actual del imperialismo, se pone cada vez más reaccionario y peligroso.

  1. Cabe reconocer que la fe en el parlamentarismo burgués es una fuente de problemas graves y de desviaciones en el movimiento comunista, que ha dado lugar a la mutación de partidos socialdemócratas, como ha demostrado la experiencia del eurocomunismo, o a la complacencia, a la no adopción de las medidas necesarias para la confrontación de las fuerzas reaccionarias fascistas dado que los partidos comunistas no se vieron preparados y tenían una vigilancia clasista limitada.

El KKE apoya la posición leninista que destaca que la lucha política no se limita a nuestra actitud respeto al parlamentarismo, sino incluye la lucha general de la clase obrera que se dirige al derrocamiento del régimen capitalista.

Lenin destacó en relación con la actitud de los comunistas respecto a la democracia burguesa que “los comunistas revelan la hipocresía y dicen a los trabajadores y las masas obreras la franca y pura verdad: la republica democrática, la asamblea constituyente, las elecciones generales etc. en la práctica significan la dictadura de la burguesía, y para la emancipación del trabajo del yugo del capital no hay otro camino que la sustitución de esta dictadura por la dictadura del proletariado. Sólo la dictadura del proletariado puede emancipar a la humanidad de la opresión del capital, de las mentiras, de la falsedad, de la hipocresía de la democracia burguesa, la democracia para los ricos, sólo esta está en posición de establecer la democracia para los pobres, es decir, hacer que los bienes de la democracia sean realmente accesibles a los trabajadores y los campesinos pobres, mientras que ahora (incluso en la democracia burguesa más democrática) los bienes de esta democracia en realidad son inaccesibles para la gran mayoría de los trabajadores”. [3]

Los partidos burgueses “están jugando en casa”, están utilizando los mecanismos políticos e ideológicos del sistema, los mecanismos de represión, la intervención de la patronal, están engañando al pueblo, están utilizando dilemas falsos, el argumento del “mal menor” con el fin de atrapar a las fuerzas populares.

La participación de los comunistas en las elecciones tiene otros criterios. Se basa en la defensa de la verdad, no halaga a las masas, combate la idea de la “salvación” desde arriba, señala el verdadero camino revolucionario y, en la medida de lo posible, lleva a cabo la lucha electoral en términos de movilización de los trabajadores.

Hay una cuestión crucial que tiene que ver con la perspectiva de la lucha de la clase obrera.

“‘En primer lugar, dejar la mayoría de la población, mientras todavía existe la propiedad privada, es decir, en condiciones en que el capital domina y oprime, expresarse a favor del partido del proletariado y sólo entonces puede y debe este partido tomar el poder’, eso es lo que dicen los demócratas pequeñoburgueses, los verdaderos sirvientes de la burguesía que se autoproclaman “socialistas”.

‘Dejar que el proletariado revolucionario derroque primero la burguesía, rompa el yugo del capital, aplaste el aparato estatal burgués, y entonces el proletariado victorioso logrará ganar rápidamente la simpatía y el apoyo de la mayoría de los trabajadores y de las masas no proletarias, satisfaciendo sus necesidades a expensas de los explotadores’, decimos nosotros”[4], destacaba Lenin.

El KKE en la resolución del 18º Congreso (2009), que se refiere a las causas del derrocamiento del socialismo en la Unión Soviética, destacó entre otras cosas que “A partir del 20º Congreso de la URSS (febrero 1956) y con la posición de “variedad de formas de transición al socialismo, bajo ciertas precondiciones”, la línea de la “convivencia pacífica” fue conectada con la posibilidad de la transición parlamentaria al socialismo en Europa, una estrategia que existía en algunos partidos comunistas y luego prevaleció a la mayoría de estos. Esta posición significaba, de hecho, una revisión de las conclusiones de la experiencia soviética revolucionaria y constituía una estrategia socialdemócrata reformista”. [5].

En el 19º Congreso (2013) el KKE aprobó por unanimidad el nuevo Programa que deja claro que hoy en Grecia existen las condiciones objetivas para la construcción de una sociedad socialista-comunista. La revolución inminente en Grecia será socialista. Nuestro partido evalúa, igual que su programa anterior, que no existen etapas intermedias entre el capitalismo y el socialismo, y tampoco hay poderes intermedios. Proponemos a la clase obrera, a los sectores populares pobres, a los jóvenes y las mujeres de las familias populares la construcción de la Alianza Popular, la alianza de las fuerzas sociales que tienen interés en luchar en dirección antimonopolista anticapitalista, teniendo como consignas básicas la socialización de los monopolios y la creación de cooperativas agrícolas de producción, la cancelación unilateral de la deuda, la no participación en intervenciones militares-políticas o en guerras, la retirada de la UE y de la OTAN, con el poder obrero y popular.

El KKE actúa en la dirección de preparación del factor subjetivo de la perspectiva de la revolución socialista, aunque el tiempo de su manifestación está determinado por condiciones objetivas, por la situación revolucionaria. Nuestra actividad parlamentaria sirve este mismo objetivo. Estamos trabajando para que el KKE tenga bases sólidas en la clase obrera, para que sea capaz de responder a los rumbos repentinos de la lucha de clases, para que sea un partido que trabaja en todas las circunstancias.

Al mismo tiempo, trabajamos para reagrupar el movimiento obrero en base clasista y apoyamos el Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME) y la alianza con la agrupación antimonopolista de los pequeños comerciantes (PASEVE), de los campesinos pobres (PASY), de los jóvenes estudiantes (MAS), de las mujeres (OGE). Consideramos que la construcción de la Alianza Popular que tendrá referencias sociales (no será una unión de liderazgos políticos) es lo que se necesita hoy. Una alianza social que luchará por cada problema popular, por los salarios, las pensiones, la sanidad, la educación, la seguridad social pública, para aliviar a los desempleados etc. y tendrá un claro carácter antimonopolista anticapitalista. Esta alianza social, en condiciones de situación revolucionaria, se convertirá en un frente obrero-popular revolucionario, que creará los órganos del poder obrero-popular, que no tendrán nada que ver con la democracia parlamentaria burguesa.

El poder popular tendrá como base las unidades de producción, los servicios sociales, las unidades de administración, las cooperativas de producción. La estructura de los órganos de poder incluirá: el Consejo Obrero, el Consejo Regional y el Órgano Superior del Poder Obrero. Los tres niveles de los órganos del poder –Obrero, Regional, Nacional- se ocuparán de la organización de la protección de la revolución, de la Justicia popular y del mecanismo de control.


[1] V.I.Lenin “Tesis e informe sobre la democracia burguesa y la dictadura del proletariado”, Obras Completas, v.37, p.388-393
[2] ibid
[3] V.I.Lenin, “Democracia y Dictadura”, Obras Completas, v.37, pp.388-393
[4] V.I.Lenin, “Las elecciones a la Asamblea Constituyente y la dictadura del proletariado”,   Obras Completas, v. 40 pp. 1-24.
[5] Resolución del 18º Congreso del KKE

Artículo extraído de la web solidnet.org
uyl_logo40a.png