Hay películas que de no existir deberían llevarse a cabo por decreto-ley. La que voy a comentar creo que es una de ellas. Que ¿por qué?, pues por la dignidad en la que reposa la historia y por su aleccionador contenido político. ¿Que exagero para que la vean? Pasen entonces, lean y juzguen ustedes mismos.

El otro día, durante una larga noche de insomnio, me dio por ver esta película de J. C. Chandor (Nueva Jersey, 1973) que hacía tiempo algunos amigos me habían recomendado. Un thriller que creía me ayudaría a reencontrar la somnolencia pero que a medida que trascurría su metraje despertaba más interés en mí, hasta el punto de hacerme abandonar la postura supina, erguirme en el funcional sofá, y poner mis cinco sentidos a su disposición.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Indonesia (150 millones de habitantes en aquel momento) proclamó su independencia en 1945. Concluían así tres siglos y medio de colonialismo holandés y con ellos centenas de años de saqueo de sus recursos naturales: oro, cobre, petróleo, etc.

La dirección del Festival, que tiene lugar en La Habana entre los días 4 y 14 de este mes de diciembre, ha decidido dedicarlo este año al Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, fallecido a los 87 años la pasada primavera. El escritor colombiano fue un entusiasta del evento cinematográfico habanero y ello desde sus primeras ediciones, siendo elegido desde 1985 presidente de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Gabo tuvo siempre una buena relación con el 7º Arte, fue uno de los fundadores de la conocida Escuela de Cine de San Antonio de los Baños en la provincia de la Habana y son abundantes las adaptaciones cinematográficas de varias de sus novelas.

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